¿Cómo es la salud mental de las mujeres en la menopausia?


Cada año, en nuestro país, la menopausia sobreviene de forma natural a cerca de 270.000 mujeres, lo que implica, que alrededor del 20% de la población femenina española se encuentra en período menopáusico. Ésta es una etapa de muchos cambios, no solamente a nivel físico, sino también a nivel psicológico, personal, social y laboral.

Dentro de los síntomas físicos, algunos de los más conocidos son los sofocos, dolores de cabeza o dolores musculares. En los cambios personales, encontramos la pérdida del atractivo físico, el envejecimiento o los problemas sexuales. En cuanto a los cambios familiares, sociales y laborales, nos encontramos con el cuidado de mayores, la independencia de los hijos, la jubilación laboral, pérdida de actividades y encuentros sociales que, hasta entonces, solían disfrutar, cuidado de nietos, pérdida de personas cercanas por muerte o enfermedad, etc… Cambios a los que tendríamos que sumar el impacto negativo que muchas veces tiene esta etapa en la sociedad, ya que en muchas sociedades el término menopausia ha sido valorado de forma despectiva, especialmente en sociedades donde la belleza y la juventud son excesivamente valoradas (Anderson, Yoshizawa, Gollschewski, Atogami y Courtney, 2004).

Una etapa de cambios

Por todo ello, esta etapa podría ser un disparador de la aparición o del incremento de los problemas psicológicos, aumentando la prevalencia de los trastornos relacionados con el estado de ánimo o los trastornos de ansiedad (Carvajal, Flores, Marín, Morales, 2016). Así, se incrementa la probabilidad de que estas mujeres sufran otros problemas asociados, como la aparición de otros síntomas psicológicos, enfermedades físicas, un descenso de la autoestima, de la calidad de vida o un aumento de la dependencia. Esto nos lleva a entender la menopausia como un proceso en el que se ven afectadas muchas áreas y, por tanto, su tratamiento e intervención debe ser multidisciplinar e integral, donde el objetivo siempre sea el de prevenir, paliar patologías y mejorar la salud y la calidad de vida de estas mujeres.

Además de buscar ayuda especializada en el caso de que la mujer lo necesite, también es aconsejable que se sigan algunas pautas básicas como: 

- buscar una buena red de apoyo social y emocional, ya que puede ayudar a reducir los niveles de tensión y los síntomas psicológicos negativos; 

- realizar ejercicio físico regular y cuidar la alimentación, de esta forma se mejora la salud física, aumenta el estado de ánimo, mejora la calidad del sueño y se corrigen algunos síntomas propios de la menopausia como los sofocos; 

- practicar ejercicios de relajación o de meditación, ya que son técnicas que les puede ayudar a reducir el estrés, la ansiedad e incrementar la concentración.

Por último, y a pesar de los cambios y síntomas que pueden aparecer en esta etapa, es necesario recordar que la menopausia no es sinónimo de enfermedad, que cada mujer es única y, por lo tanto, los síntomas experimentados durante esta etapa pueden variar de unas mujeres a otras, donde nuestro único objetivo es el de mejorar su salud y calidad de vida. 

 

Autora: Natalia Moreno y Adriana Tirado

Coordinadora Responsable de la Unidad de Atención Psicológica Especializada de Hm Hospitales y Alumna en prácticas de Unidad de Atención Psicológica Especializada

HM Hospitales

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