¿Por qué es tan gratificante la tecnología o las redes sociales?
La tecnología y las redes sociales, tienen varias características muy seductoras y atractivas para los jóvenes, como por ejemplo:
- Ausencia de contacto físico. Favorecen la transformación de la personalidad del individuo en el mundo real y virtual.
- Obtienen un refuerzo y en muchos casos atención de los iguales.
- Posibilitan relacionarse con personas que en la vida real sería más complicado.
- Comunicación simultánea con un gran volumen de personas.
- Facilidad técnica para romper o suspender las relaciones y los contactos.
¿Y cuál sería la parte más peligrosa de estas características? Entre ellas,
caben destacar, el anonimato, la desconexión, la desinhibición y la falta de contacto real, que pueden provocar varios efectos perjudiciales en épocas de crecimiento y construcción de la personalidad.
¿Cuáles son las redes sociales más atractivas para nuestros jóvenes?
Tras diversos estudios (González, 2019) se ha encontrado que las preferencias de redes por los españoles son las siguientes: WhatsApp, Instagram, Tik Tok, Twitter y YouTube, siendo estas sus gratificaciones y usos:
- WhatsApp: sentimiento de cercanía y contacto con la gente que quieren y facilidad para tener un contacto más cercano. Uso: Socialización.
- Instagram y Tik Tok: observar al otro, documentar su vida y como fuente de información. Uso: informativo, socialización y recreativo.
- Twitter: Compartir opiniones y pensamientos más de corte crítico o político. Uso: informativo y participativo.
- YouTube: visualizar vídeos e información de utilidad o de entretenimiento. Uso: informativo y recreativo.
¿Cuáles serían los efectos negativos o síntomas psicológicos que puede causar el uso abusivo o adicción a redes sociales?
- Aislamiento social.
- Distorsión entre el mundo real y digital.
- Privación de sueño.
- Desinterés por la realización de otras actividades.
- Depresión.
- Problemas de relación con los familiares.
- Baja autoestima.
- Problemas fisiológicos y de ansiedad como consecuencia de su abstinencia.
- Fracaso escolar como consecuencia de la disminución del rendimiento académico.
- Problemas de salud.
- Repercusiones Congnitivas: Tendencia a la multitarea (poder estar viendo un video en Youtube, contestar un WhatsApp y hacer un ejercicio de matemáticas); necesidad de inmediatez en las acciones y resultados (cuando les sucede algo quieren una resolución rápida o que, si desean algo, puedan acceder a ello con un esfuerzo en el corto plazo, tolerar la frustración y la espera, es algo a lo que cada vez están menos acostumbrados); y, preferencias cognitivas de los audiovisual frente a lo impreso.
Todas ellas hacen repercusión en una disminución de la atención, concentración y la dificultad de movilizar un pensamiento profundo. Esto hace que no sólo cambie el comportamiento y las costumbres, sino también su forma de pensar.
Además de la sintomatología psicológica, ¿puede verse relacionado con trastornos psicológicos?
Además de la depresión, la propia adicción o trastornos de ansiedad, un trastorno psicológico relacionado con el uso y exposición a las redes sociales son los trastornos de conducta alimentaria, estos se sufren cuando no se siente satisfacción y existe una distorsión de la imagen corporal.
A través de las redes sociales se estimula una imagen idealizada de cómo se debe ser, por lo que tienden a compararse de forma constante, no sentirse satisfechas/os, y, por ende, llevar conductas compensatorias como dietas restrictivas o ejercicios no supervisados.
Sin duda, estas sensaciones y pensamientos, en esta edad, pueden ser delicadas, dado que se está construyendo su autoestima, personalidad, vínculos con iguales y muchos cambios físicos. Por lo que, a mayor exposición, mayor riesgo de sufrir algo relacionado.
¿Hay patologías nuevas a raíz de este uso estrictamente relacionadas con el consumo de redes sociales?
Actualmente, algunas de las más destacadas son:
- Cibercondria: preocupación obsesiva por la salud, lo que conlleva a una obsesión por consultar en internet continuamente y repetidas veces para calmar la incertidumbre.
- Efecto Google: consiste en olvidar la información de uso normal, debido a una búsqueda exagerada y repetitiva en buscadores de internet. Genera una confianza en poder encontrar un dato y relaja el esfuerzo por recordarlo, lo que puede ocasionar una pérdida de memoria al no ejercitarla a largo plazo.
- Cibermareo: mareo provocado por estar de forma constante frente a las pantallas.
- Síndrome de la llamada imaginaria: la creencia de que el teléfono suena y tener que revisarlo cada poco tiempo a pesar de no haber recibido ninguna notificación o llamada.
- Nomofobia: "no mobile phobia" o dependencia al teléfono móvil. Los síntomas son constantes observaciones al móvil, falta de sueño, fobia a no tener cobertura o wifi, no apagar el móvil en ningún momento o dependencia de lugares con enchufe para recargar la batería.
- FOMO: "fear of missing out", es el miedo a perderse algo en las RRSS o a quedar excluido de un evento, lo que les obliga a permanecer conectados de forma constante
¿Cómo ven todo esto nuestros adolescentes?
Desde diferentes estudios (López, Tapia y Ruiz, 2021), se ha visto que generalmente los adolescentes no tienen una conciencia alta de los perjudiciales que pueden llegar a ser las redes sociales para la salud mental, aunque algunos sí declaran haber sufrido patologías debido a su exposición a redes, pero son los menos. En general, su visión es que las redes son una forma de disfrute y entretenimiento.
Como conclusión, se ha considerado que desde un punto de vista educativo es necesario plantear la importancia de ofrecer formación tanto a padres como a jóvenes sobre el uso responsable a nivel social y personal de las redes sociales. Crear una dieta digital saludable del consumo de redes sociales es fundamental, para que hagan buen uso de las mismas. Esto quiere decir, que existan unos valores sociales e individuales a la hora de navegar en internet, con un manejo ético y seguro, con un aprendizaje sobre cuando conectarse o desconectarse, a responder en momentos específicos y no a estar constantemente atentos de lo que se produce.
Autora: Carla Lucas y Natalia Moreno
Psicóloga del Máster General Sanitario de Psicología y Coordinadora Responsable de la Unidad de Atención Psicológica Especializada de HM Hospitales
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