La comunicación es uno de los pilares más importantes de una pareja, y su funcionamiento implica un bienestar emocional en ambos miembros. Pero es importante ser consciente y prestar atención a que uno de los principales problemas se da cuando nos centramos en el contenido del mensaje, descuidando así, un aspecto fundamental en cualquier comunicación humana, la forma. Es decir, no es lo mismo llegar a casa y ver que algo no está recogido y decirle a tu pareja “Siempre igual, haces lo que te da la gana, te piensas que las cosas se hacen solas…” que ante la misma situación decir con tono serio pero sin agresividad “He visto que la ropa esta sin recoger, me gustaría, por favor, que te fijaras en estas cosas ya que estar pendiente solo una persona implica carga mental”.
Por lo tanto, y siguiendo el ejemplo anterior, a continuación, desarrollamos algunos aspectos que son fundamentales a la hora de comunicarnos con nuestra pareja:
- No interpretar/ no adivinar lo que creemos que la otra persona puede pensar o sentir: Solemos creer que sabemos lo que la otra persona está pensando, o interpretamos ciertos gestos o conductas desde un punto de vista negativo. Pero la realidad es que no tenemos la capacidad de leer la mente de nuestra pareja, por lo que, por muchos que creamos conocer a la otra persona el primer paso para frenar un conflicto o generar menos malestar emocional comienza preguntando al otro. ¿Qué te pasa? ¿Te noto distante, ha pasado algo? ¿Qué me has querido decir con esto?
- Cada uno siente de una manera. No todas las situaciones o vivencias tienen que hacernos sentir lo mismo. Por ello, ante una misma situación las personas podemos vivirla y sentirla de diferente forma, ya que interpretamos en base a nuestras creencias o experiencia previas. Por lo que antes de quitar importancia al sentimiento de nuestra pareja, por mucho que no lo entendamos, debemos realizar un ejercicio de empatía, aceptación y escucha activa.
- No es tu enemigo. Deja de ver a tu pareja como una persona de la que tengas que defenderte, quizás haya hecho algo que te molesta o te haya dicho algo que te ha dolido, pero seguramente no había intención de herir, ya que no es tu enemigo. A veces para que una conducta que nos molesta cambie tiene que repetirse, expresar su importancia y ser muy concreto con la petición “Me gustaría que preguntaras que tal me ha ido el día al llegar a casa, ya que para mí es importante saber que te interesas por mí, en lugar de atacar y presuponer que no le importas lo suficiente”
- Por último, saber PARA QUE vas a tener una conversación, no el POR QUE. Es diferente iniciar una conversación con la finalidad “Porque se lo he dicho muchas veces y no me escucha” que el “para que pueda entender que es importante y no lo haga más veces”
En resumen, sabemos que cada pareja acude a consulta por unos motivos y con unos objetivos diferentes, pero la comunicación siempre será un punto que reflexionar, matizar y trabajar en terapia. Además, tenemos la ventaja de que la comunicación al ser una habilidad, todo el mundo podemos aprenderla.
“La forma en que nos comunicamos con otros y con nosotros mismos, determina la calidad de nuestras vidas”
Anthony Robbins
Autora: Angélica Collado Frejo
Psicóloga
Unidad Atención Psicológica Personalizada
HM Hospitales
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