Analizando los Trastornos del Sueño-Vigilia. La gran sombra de la noche

Dentro del universo que supone el sueño, la mente se debería sumergir en el planeta del descanso y recuperación, por eso, los trastornos del sueño-vigilia representan un obstáculo y amenaza significativa para ésta.

Los trastornos del sueño-vigilia abarcan una serie de condiciones que perturban el ciclo natural de sueño y vigilia de una persona, impactando en su calidad de descanso y su funcionamiento diario. Estos trastornos pueden manifestarse de distintas maneras y tienen consecuencias significativas en la salud física, mental y emocional de quienes los padecen. Entre los más destacados y prevalentes en nuestra sociedad, podemos encontrar los siguientes.


  • Insomnio. Éste, es uno de los trastornos del sueño más frecuentes y que se presenta de numerosas y diversas formas, desde dificultades para conciliar el sueño hasta despertares recurrentes a lo largo de la noche. Entre las causas más prevalentes, encontramos episodios de estrés, ansiedad o incluso malos hábitos de sueño entre otros.
  • Apnea del Sueño. La apnea del sueño es una condición en la que la respiración se detiene y se reanuda repetidamente durante la noche, a menudo sin que la persona sea consciente de ello. Estas interrupciones tienden a provocar un descenso del nivel de oxígeno y un aumento de los niveles de dióxido de carbono, lo que puede tener un impacto, no solo en la calidad del sueño a corto y largo plazo, sino también en la salud cardiovascular y neurológica.
  • Narcolepsia. Es un trastorno crónico que es distintivo por una gran somnolencia durante el día, con episodios de sueño incontrolables y lo peor, de forma repentina. Además de dicha somnolencia diurna, muchas de las personas que padecen este trastorno, también experimentan sueño nocturno interrumpido, alucinaciones, parálisis del sueño e incluso cataplexia, que es una pérdida por completo, súbita, del tono muscular, que puede provocarse por emociones fuertes como grandes episodios de risa o carcajada. Es conocido científicamente que este trastorno se debe a la falta de hipocretina (neuropéptidos) en el cerebro.
  • Síndrome de las Piernas Inquietas. Éste, es una afección de carácter sensorial y motora que provoca una sensación incómoda en las piernas, con impulso irresistible de moverlas, especialmente durante la noche. Esto, interfiere en gran medida con la capacidad para conciliar el sueño y mantener un descanso profundo y reparador.


Además de estos cuatro trastornos del sueño-vigilia que son los más prevalentes, existen otros de carácter más específicos como los trastornos del sueño REM, hipersomnia, bruxismo o parasomnia, la cual se caracteriza por un estado mixto de sueño-vigilia y donde incluimos él famoso sonambulismo.


Tratamiento de los Trastornos del Sueño-Vigilia

El tratamiento de los trastornos del sueño-vigilia varía según la gravedad y el tipo de trastorno, con su respectiva naturaleza. Uno de los enfoques de intervención está dirigido hacia el foco cognitivo-conductual, centrándose en cambiar patrones de pensamiento adquiridos y disfuncionales. La psicofarmacología que ha demostrado ser eficaz en estos trastornos son, aquellos medicamentos hipnóticos y sedantes como las benzodiacepinas e incluso algunos antidepresivos como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) para tratar el insomnio y la narcolepsia. Algunos dispositivos médicos como máquinas de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP) o dispositivos de estimulación de la lengua son de gran utilidad en otros trastornos como la apnea, para mantener las vías respiratorias abiertas durante todo el ciclo del sueño. Por último, se puede trabajar en ciertas modificaciones del estilo de vida, como, mantener horarios regulares del sueño y ambientes propicios, con entornos oscuros, tranquilos y libres de ruidos y hacer ejercicio regularmente. 

Como conclusión, señalar que los trastornos del sueño-vigilia supone enfrentarse a desafíos significativos que pueden afectar profundamente la calidad de vida de quienes los sufren. Sin embargo, con un adecuado diagnóstico y un enfoque integral y multidisciplinar en su tratamiento, es posible encaminarnos hacia un sueño más reparador y una vida más saludable. Es primordial buscar ayuda psicológica y médica si experimentas síntomas persistentes de trastornos del sueño-vigilia, ya que un sueño de calidad es esencial para el bienestar físico y mental a largo plazo.


Autor: Carlos López y Natalia Moreno
Psicólogo del Máster General Sanitario de Psicología UCJC y Coordinadora Responsable de la Unidad de Atención Psicológica Especializada de HM Hospitales

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