OBESIDAD: LA EPIDEMIA SILENCIONSA QUE NOS AFECTA A TODOS

¿Qué es el sobrepeso y la obesidad?

Según la Organización Mundial de la Salud, el sobrepeso es una alteración que se distingue por la acumulación excesiva de grasa, mientras que la obesidad constituye una enfermedad crónica donde dicha acumulación de grasa puede resultar un problema grave para la salud.

Prevalencia a nivel global y nacional

A nivel global, en 2022 entorno al 16% de los adultos en todo el mundo eran obesos y 37 millones de niños menores de 5 años tenían sobrepeso. A nivel nacional, en 2020 el sobrepeso en hombres era del 44,3% y 30,4% en mujeres, y la obesidad afectaba al 19,3% de los hombres y al 18% de las mujeres.


¿Qué parámetros se tienen en cuenta?

Existen diferentes criterios de cuantificación y clasificación para diagnosticar el sobrepeso y la obesidad, por un lado, el índice de masa corporal (IMC) que mide la relación entre el peso (en kilogramos) y la altura (en metros) donde un IMC ≥ 25 es sobrepeso y IMC ≥ 30 es obesidad.

Por otro lado, la grasa abdominal, es el criterio que supone el mayor riesgo para la salud, en caso de que el contorno abdominal sea ≥ 102 centímetros en hombres y ≥ 88 centímetros en mujeres.


Tipos de obesidad

La clasificación que ofrece la OMS para el diagnóstico de la obesidad y el sobrepeso en función del IMC es el siguiente:
• Peso normal: IMC oscila entre 18.5 y 24.99
• Sobrepeso o preobesidad: IMC entre 25 y 29.99.
• La obesidad, por su parte, se clasifica en tres tipos:
  o Tipo I: IMC entre 30 y 34.99
  o Tipo II entre 35 y 39.99
  o Tipo III (obesidad mórbida) ≥ 40


Factores de riesgo

Existen múltiples factores que contribuyen al desarrollo del sobrepeso y la obesidad, entre ellos se encuentran:
Los factores genéticos, estudios demuestran que la predisposición genética interviene en la acumulación de grasa corporal y el metabolismo, asimismo, el hecho de poseer familiares con obesidad incrementa el riesgo a desarrollarla.
La alimentación, la dieta inadecuada, el consumo excesivo de alimentos ricos en azúcar, grasas saturadas y alimentos ultraprocesados contribuye al aumento de peso y a la inflamación sistémica.
La actividad física, en este caso el sedentarismo, la falta de actividad física reduce el gasto calórico y favorece la acumulación de grasa.
Los factores psicológicos, el estrés, la ansiedad y la depresión son emociones que pueden llevar a consumir alimentos poco saludables.


Enfermedades asociadas

El sobrepeso y la obesidad es un importante factor importante de riesgo para la salud. En este sentido, está vinculado con enfermedades físicas como la diabetes de tipo 2 y enfermedades cardiovasculares (hipertensión arterial, colesterol alto, enfermedades del corazón). Además, está conectado con alteraciones psicológicas como la depresión, alteraciones de la imagen corporal y la autoestima y nivel social con el estigma, la discriminación social y laboral.


Tratamiento

El manejo de la obesidad requiere un enfoque interdisciplinar que combine distintos tipos de intervención:
• Médico: en algunos casos, se requiere medicación o incluso cirugía bariátrica en obesidad severa.
• Nutricional: la educación alimentaria y la adopción de hábitos saludables son esenciales para una vida saludable y la pérdida de peso.
• Físico: la actividad física regular es clave para la pérdida y el mantenimiento del peso.
• Psicológico: la terapia psicológica es fundamental para abordar la relación con la comida, mejorar la autoestima y fomentar cambios de comportamiento sostenibles en el tiempo.

El impacto emocional del sobrepeso y la obesidad es significativo. Muchas personas experimentan baja autoestima, ansiedad, culpa y vergüenza, lo que puede llevar a un círculo vicioso de alimentación emocional y frustración. La intervención psicológica ofrece herramientas para:
• Reestructurar creencias limitantes sobre el peso y la imagen corporal.
• Desarrollar estrategias de afrontamiento ante la ansiedad y el estrés.
• Mejorar la motivación y la adherencia a los tratamientos.
• Fomentar una relación más saludable con la comida y el cuerpo.


Prevención

Prevenir es clave para una vida saludable, algunas estrategias eficaces para ello incluyen la alimentación balanceada (priorizar el consumo de frutas y verduras), ejercicio regular, evitar consumo excesivo de alcohol y tabaco.


Conclusión

Si estás enfrentando el sobrepeso o la obesidad, recuerda que no estás solo/a. El camino hacia un peso saludable no se trata solo de la balanza, sino de cuidar tu bienestar físico y emocional. Cada pequeño cambio suma y es importante buscar apoyo profesional si lo necesitas. Tu salud es un proceso, y cada paso cuenta para sentirte mejor contigo mismo/a.


Autora: Montserrat María Jimenez y Natalia Moreno
Psicóloga del Grado de Psicología de la UCJC y Coordinadora Responsable de la Unidad de Atención Psicológica de HM Hospitales

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