Niños con Altas Capacidades, entenderles y abordaje en terapia

Altas capacidades es un término que a menudo se conoce como "superdotación". Cuando se refiere a niños, se trata de una gama de habilidades excepcionales a las esperadas para su edad y condición, en una o más áreas de la conducta humana, como la cognición, el arte, la música o las habilidades sociales. En este artículo vamos a profundizar en esta condición, centrados en la infancia y cómo la terapia psicológica puede jugar un papel crucial en su desarrollo.

¿Qué son las Altas Capacidades?

Se trata de una manera de clasificar a personas que, pese a que tienen una gran variabilidad entre ellas, destacan por un rendimiento intelectual superior a la media, y gran facilidad de aprendizaje. A menudo poseen una gama de habilidades intelectuales, emocionales, creativas y físicas que pueden manifestarse en cualquier área, desde el arte y la música hasta las matemáticas y las ciencias, pasando por la resolución de problemas complejos y la empatía (García-Ron y Sierra-Vázquez, 2011)

¿ Cómo son los niños con Altas Capacidades?

Algunas de las características más comunes que podemos encontrar son (Torrego, 2011; Masdevall, 2010; Campo, 2016):


A nivel cognitivo:

  • Pensamiento divergente. Entienden con facilidad ideas complejas y abstractas, y son capaces de resolver problemas de forma genuina.
  • Facilidad para discernir y manejar relaciones entre ideas, personas y sucesos.
  • Curiosidad desmesurada, realizando abundantes preguntas y tienen gran necesidad de exploración del entorno.
  • Suelen ser originales generando nuevas ideas
  • Desarrollo precoz del lenguaje y capacidad para expresarse con vocabulario avanzado.
  • Demuestran una excelente memoria, almacenando y recuperando información de forma rápida y sin esfuerzo.
  • Muestran gran madurez en el juicio y pensamiento crítico.
  • Poseen un alto nivel de creatividad.

 

A nivel emocional:

  • Son niños con tendencia al perfeccionismo y la autocrítica.
  • Sienten y expresan sus emociones intensamente.
  • Tienen un elevado sentido de la justicia dando lugar a baja tolerancia a la frustración.
  • Son entusiastas.
  • Presentan una sensibilidad para percibir el mundo poco común.
  • Muy perseverantes en sus actividades de interés.

 

A nivel social:

  • Prefieren jugar con niños de mayor edad.
  • Tendencia a la automarginación.
  • Son más inhibidos socialmente.

 

¿Qué dificultades podemos encontrar en los niños con Altas Capacidades?

Nos encontramos ante unas características personales que son tanto un don como un desafío, especialmente en la infancia, ya que su emociones y personalidad aún están en desarrollo. A consecuencia de su perfeccionismo, sensibilidad, intensidad emocional y baja tolerancia a la frustración, sienten mucha presión para rendir al máximo, y tienden a experimentar sensación de incomprensión, ansiedad y soledad.

Otro desajuste común es la desmotivación en la escuela, a causa del aburrimiento por tener que seguir un ritmo inferior a su capacidad.

Por último, otro fenómeno común en los niños con altas capacidades es el desarrollo desigual entre determinadas áreas, es decir, a la par que destacan en ciertos ámbitos cognitivos, emocionalmente pueden estar al mismo nivel que sus pares de la misma edad, lo que genera una sensación de desequilibrio.

El mismo efecto se puede observar a la hora de acoplar su agilidad mental con su desarrollo motor, presentando dificultades o lentitud en actividades que requieren psicomotricidad fina, como por ejemplo la escritura (Campo, 2016).

Dada la complejidad que conlleva tener altas capacidades, a menudo los padres observan comportamientos o sentimientos que les preocupan, como puede ser la sensación de aislamiento del niño debido a diferencias en intereses en comparación con sus iguales, frustraciones frecuentes, especialmente cuando las expectativas del niño no se alinean con su entorno, o incluso ansiedad y estrés derivados de sentirse incomprendido. Además, pueden enfrentar dificultades emocionales, ya que suelen sentirse diferentes o fuera de lugar. Ante estas circunstancias, es válido que los padres se planteen la posibilidad de buscar apoyo psicológico para ayudar a su hijo a manejar y comprender sus emociones y habilidades.


¿Qué oportunidades ofrece la terapia psicológica?

Al abordar estas cuestiones desde la terapia psicológica, las personas con altas capacidades pueden aprender a aprovechar sus habilidades, gestionar los desafíos y vivir una vida plena y satisfactoria.

Uno de los primeros pasos es ayudar a estas personas a comprender y aceptar su condición. Muchos niños con altas capacidades no están seguros de por qué se sienten diferentes, por lo que pueden luchar contra estos sentimientos de aislamiento o inadecuación. Necesitan apoyo para navegar en un mundo que a menudo ellos no comprenden, y que con frecuencia no aprecia plenamente sus habilidades únicas.

En consulta se puede proporcionar un espacio seguro para explorar estas inseguridades y ayudarles a entender su identidad validando sus experiencias y emociones, y fomentando un ambiente de aceptación y autoconocimiento. El terapeuta puede enseñar estrategias de afrontamiento y habilidades sociales, así como fomentar un enfoque saludable hacia el logro y la autoestima.

En cuanto a su alta intensidad emocional, podemos facilitar estrategias de regulación emocional adaptadas a su nivel de desarrollo, tales como técnicas de respiración, o el uso de la palabra para expresar y canalizar sus sentimientos.

Otro aspecto clave que la terapia puede abordar son a las relaciones sociales, tanto para comprender que cada persona es única y valiosa por su propia individualidad, como para mejorar las relaciones sociales con los iguales, facilitando estrategias para hacer amigos y evitar el aislamiento.

Por último, es importante recordar que la familia juega un papel crucial y los terapeutas pueden trabajar con los padres para ayudarles a comprender mejor las necesidades emocionales de su hijo y proporcionarles estrategias para apoyarles en casa y que favorezcan el desarrollo de su potencial (Comes, 2016).

En conclusión, aunque los niños con altas capacidades pueden enfrentar desafíos emocionales significativos, con la ayuda y el apoyo adecuados, pueden aprender a manejar su intensidad emocional, a valorar su singularidad y a manejarse exitosamente en sus relaciones sociales.

 


Autora: Iris Maroto y Natalia Moreno

Psicóloga del Máster General Sanitario de Psicología y Coordinadora Responsable de la Unidad de Atención Psicológica Especializada de HM Hospitales

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