¿Azúcar o Estevia?

A la hora de endulzar nuestros alimentos, bien sea un yogur, un té o café o cualquiera de nuestros postres llega la eterna duda.



¿Qué es mejor utilizar? ¿Azúcar blanco, azúcar moreno o edulcorantes artificiales?.

azúcar y stevia

El Azúcar, ¿Es malo?

No hay ningún estudio que niegue que el azúcar produce uno de los mayores males de nuestra sociedad: la obesidad.

Es mejor utilizar una cucharada de una buena miel ecológica certificada que nos aporta un gran valor añadido en vitaminas, minerales y antioxidantes que consumir azúcar de manera habitual. Y para los menos necesitados en calorías: Stevia.


Azúcar Moreno

Hoy en día lo que compramos como azúcar moreno es simplemente azúcar blanco con extracto de melaza. Las diferencias nutricionales entre estos dos azúcares es totalmente despreciable.

El azúcar moreno que sí posee mejores cualidades nutricionales por su mayor contenido en minerales es el llamado azúcar crudo, obtenido gracias a la cristalización del jugo de caña de azúcar sin refinar ni tratar.

Aún así el problema del exceso de consumo de cualquiera de los dos tipos sigue siendo el mismo: las calorías que aportan son las mismas y se comportan en el organismo de igual forma, aumentando la grasa corporal y la probabilidad de diabetes entre otras enfermedades “modernas”.


Stevia y Otros Edulcorantes sin Calorías

Esos sobrecitos de colores que inundan las cafeterías y “engañan” a nuestro cerebro dando dulzor sin calorías no están exentos de riesgos.

E-952 o ciclamato sódico o potásico

El más demonizado de todos sin duda , el E-952 o ciclamato sódico o potásico, prohibido en muchos países latinoamericanos y en EEUU desde 1970 después de un estudio en ratas relacionó esta sustancia con cáncer de vejiga. Se utiliza y mucho en nuestro país como edulcorante, salvo en alimentos infantiles.


Sacarina y Aspartamo

Muchas conocidas marcas de la Industria Alimentaria tienen en muchos países que sustituirlo por sacarina, aspartamo o acesulfamo-K, otros edulcorantes no exentos de estudios que los relacionan con terribles enfermedades.

El secreto está en la dosis, nunca abusar de ninguno de ellos.

Tanto la sacarina como el ciclamato, reducirlos a contadas ocasiones sobre todo en los más pequeños o embarazadas.

Y mucho ojo con el aspartamo: por ejemplo en EEUU uno de cada 25.000 personas no puede metabolizar sus aminoácidos y debe prescindir de su uso. Y cuidado con añadirlo a cucharadas soperas sobre un bol de fresas porque en dosis altas se ha relacionado con patologías neurológicas muy graves como la esclerosis múltiple.

Menos críticas suscitan la Sucralosa o el Splenda.


Stevia

Pero sin duda son los extractos de un género de plantas llamadas “Stevia”, el edulcorante estrella de este año, ya que se obtiene un producto edulcorante hasta 300 veces más dulces que la sacarosa (azúcar común). Se utiliza desde hace siglos en Sudamérica para endulzar alimentos. Desde que la Unión Europea aprobó su comercialización, su consumo crece exponencialmente.

La Stevia es aparentemente inocua, de origen natural, con poder antioxidante, ya que disminuye la hipertensión arterial y disminuye la glucosa en sangre.


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