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Cuida tus pulmones, di no al tabaco

17/11/2015 1:00

La relación entre el tabaco y el cáncer de pulmón fue descrita por epidemiólogos ingleses a mediados del siglo pasado. Desde entonces, las evidencias científicas al respecto no han hecho sino crecer y hoy nadie duda de que el tabaco es el responsable de 9 de cada 10 casos de cáncer de pulmón. Sin embargo, aún son muchos quienes siguen fumando. La solución, apunta el Dr. Máximo Gómez Fernández, jefe del Servicio de Neumología del Hospital Universitario HM Puerta del Sur, pasa por evitar que nuestros jóvenes se inicien en este hábito y que los fumadores lo dejen cuanto antes mejor.

​​​Cada año, se diagnostican en España 25.000 nuevos casos de cáncer de pulmón y 21.000 personas mueren por esta causa. En el 90% de los casos, señala el Dr. Gómez, el responsable es el tabaco. A pesar de la legislación que en 2005 limitó su consumo en determinados lugares públicos y que en 2012 lo restringió aún más, apenas se ha conseguido una reducción del 12% en el número de fumadores.


¿Todos los fumadores tienen el mismo riesgo?

Por pequeño que sea el consumo de tabaco, explica el Dr. Gómez, existe el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón. “En general, se estima que un paciente fumador tiene entre 10 y 15 veces más probabilidades de desarrollar un cáncer de pulmón que un no fumador”, afirma. Ahora bien, dentro de los fumadores, se ha visto que aquellos que consumen 40 cigarrillos al día duplican el riesgo de quienes consumen 20 o menos. En el riesgo influye también la edad a la que se empiece a fumar: los que comienzan antes de los 15 años tienen cuatro veces más probabilidades que los que lo hacen cumplidos los 25.


Además, aumentan el riesgo:

• La ausencia de filtros.

• Las inhalaciones profundas.

• Apurar el cigarrillo hasta el final.

• El tabaco negro.


Otros factores

Más allá del tabaco, existen una serie de factores que incrementan el riesgo de cáncer de pulmón. Destacan:

• Polución ambiental.

• Exposición a carcinógenos laborales como el asbesto, el más relacionado en España.

• Enfermedades pulmonares como fibrosis pulmonar o EPOC.

 

Señales de alarma

A los cinco años del diagnóstico, la supervivencia de los pacientes con cáncer de pulmón es de apenas un 15%. Esto se debe, fundamentalmente, a la ausencia de síntomas en las fases iniciales de la enfermedad, cuando las posibilidades de curación son mayores. Además, el fumador suele presentar una serie de síntomas que llega a normalizar y a no consultar con su médico como son la tos, la expectoración o la falta de aire. Los principales signos de alarma son:

• Aparición de sangre en el esputo.

• Expectoración.​

• Falta de aire.

• Cambio en la tos.

• Pérdida de peso.

• Dolor torácico.

• Problemas respiratorios.


Cáncer de pulmón, ¿igual entre fumadores y no fumadores?

Aunque son una minoría, apenas el 10%, hay personas no fumadoras que desarrollan un cáncer de pulmón. Estos casos son más habituales en mujeres y suelen presentar una mutación del gen EGFR. Se ha visto que estos pacientes responden mejor que los fumadores a nuevas familias de fármacos antitumorales.


Diagnóstico precoz

Hasta la fecha, la tomografía computerizada (TC o TAC) de tórax es la única herramienta diagnóstica que ha demostrado eficacia en la detección del cáncer de pulmón en estadios iniciales, disminuyendo así la mortalidad por esta causa. Según el Dr. Gómez, esta técnica debe realizarse periódicamente y a bajas dosis de radiación en personas con factores de riesgo, como llevar 30 años fumando un paquete diario.


Adiós al tabaco​

Dejar de fumar es muy complejo, quienes lo han intentado lo saben bien. El médico de familia puede ser de gran ayuda cuando el paciente ha decidido dejar el tabaco. Actualmente, existen diversos fármacos que pueden facilitar el proceso: la terapia sustitutiva de nicotina (en sus diferentes presentaciones), el bupropión y la vareniclina, siendo este último el que ha demostrado mejores resultados. Más allá de estos, el Dr. Gómez insiste en que la convicción y la motivación del paciente son claves para decir adiós al tabaco. Tras el abandono aparece un síndrome de abstinencia a la nicotina, cuyos síntomas se atenúan tras dos o tres meses sin fumar. Por otro lado, el paciente verá cómo se reduce la tos y mejoran su respiración, su olfato e incluso su piel, entre otras ventajas. A más tiempo sin fumar, menos posibilidades de desarrollar un cáncer de pulmón y, aunque hay discrepancias al respecto, se estima que tras 10-20 años sin fumar el riesgo se equipara al de un no fumador.

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