Algunas las introducimos voluntariamente, como el alcohol, el tabaco, compuestos del café o té negro, aditivos y conservantes alimentarios, metales pesados debido al exceso de mercurio del atún o el pez espada, medicamentos, o las numerosas sustancias químicas de los cosméticos como los parabenos (de posible poder carcinógeno).
Pero otras llegan a nosotros de forma involuntaria como los hidrocarburos (diésel de los vehículos), el ozono de las ciudades, sustancias tóxicas de productos de limpieza, residuos plásticos como el PVC o el Polietileno o los residuos que nuestro propio organismo produce como el dióxido de carbono, amoniaco o el ácido láctico, las cuáles aumentan con el deporte. Afortunadamente
nuestro hígado trabaja todo lo que puede para poder transformar estas sustancias en inocuas para que luego los riñones las eliminen.
Después de
fechas en las que comemos en exceso, el hígado y los riñones alcanzan sus picos de máximo rendimiento y los niveles de colesterol y ácido úrico en sangre están por las nubes. Y con ello es común la aparición de fatiga, cansancio, migrañas, insomnio, problemas de piel, falta de rendimiento deportivo o recuperación del mismo, problemas de piel, celulitis e incluso infecciones y enfermedades graves a largo plazo. Hasta un dolor muscular puede venir por una intoxicación.
Esto se agrava si, además por
haber cogido unos cuántos kilos de grasa, decidimos llevar a cabo dietas “mágicas o milagro” que nos prometen perder muchos kilos en pocas semanas. Suelen ser dietas con exceso de proteínas que no sólo agravan el problema si no que pueden ser el desencadenante de enfermedades muy graves tanto en riñones, hígado o incluso a nivel intestinal.
Para mejorar tu salud es recomendable hacer deporte de forma moderada (mínimo 30 minutos al día, cada uno a su medida), disminuir el nivel de estrés y seguir una “Equidieta”, es decir una dieta mediterránea equilibrada.
10 Consejos para seguir una Dieta Depurativa
1. Bebe al menos 1,5 -2 L de agua al día. Puedes añadir unas gotas de zumo limón natural a tu agua de bebida.
2. Aumenta tu consumo de fibra: ¿Qué os parece acompañar la comida y la cena con una verdura fresca? : una ensalada variada o palitos de zanahoria son una buena opción.
3. No olvides tomar un cítrico al día: las mandarinas ¿sabéis que las mandarinas pueden ayudaros a disminuir vuestra masa grasa?.
4. No fumes ni permitas que se haga a tu lado en ambientes cerrados.
5. Disminuye el consumo de café y elige mejor té verde o blanco.
6. Duerme un mínimo de 7 horas, de forma continua.
7. Elige productos lácteos desnatados.
8. Abandona totalmente el consumo de alcohol: la cerveza sin alcohol es una opción saludable y beneficiosa para la detoxificación.
9. Evita abusar de ciertos pescados como el atún rojo, el pez espada o el cazón y embutidos, ricos en nitratos.
10. Cuidado con los productos light, ciertos edulcorantes como el ciclamato y la sacarina tiene una dudosa seguridad, elige mejor la Stevia para endulzar tus platos.
Como siempre, consulta a tu médico para obtener tu dieta pesonalizada.
¿Cómo hacer un Té antioxidante y detoxificante?
Ingredientes para elaborar 2L
- 5 bolsitas de té verde o blanco.
- 3 bolsita de té rojo.
- 1 bolsita de poleo menta.
- 3 limones.
- 1 naranja.
- Edulcorante al gusto (mejor evitarlo): Stevia. Evitar Ciclamato y sacarina.
Pasos a seguir
- Poner en ¼ litro de agua hirviendo, 5 bolsitas de té rojo, 5 de té verde o blanco, 1 bolsa de poleo menta, piel de naranja bien lavada y los extremos de la corteza de los limones. Hacer 5-10 minutos de infusión.
- Sacar y comprimir bien las bolsitas y la cáscara de los cítricos para obtener un té concentrado.
- Añadir en caliente (no hirviendo) el edulcorante si se desea.
- Exprimir el zumo de 3 limones y 1 naranja.
- Diluir completando 2 L con agua mineral.
- Servir con piel de naranja y en frío.
Consulta con los Endocrinos y Nutricionistas de HM Hospitales.