Como explica el Dr. Pedro J. Delgado, "la ortopedia infantil es una parte de la traumatología muy importante, con ciertos aspectos que la diferencian del resto de la especialidad". Durante los primeros años de vida, subraya, "el manejo de los traumatismos debe realizarse por equipos especializados ya que un enfoque inicial inadecuado puede condicionar el desarrollo de los huesos y articulaciones y originar deformidades y limitaciones en el niño que luego son muy difíciles de corregir y solucionar en la edad adulta". Asimismo, toda deformación o alteración musculoesquelética que detectemos en el niño, requiere de la atención de un equipo especializado, capaz de atender a las necesidades y características propias de un esqueleto todavía inmaduro y en pleno desarrollo.
Consultas más frecuentes
Los principales motivos de consulta en traumatología y ortopedia infantil, apunta el Dr. Sergio Martínez, responsable de la Unidad de Ortopedia Infantil del Hospital Universitario HM Montepríncipe, están relacionados con la patología traumática, sobre todo fracturas y traumatismos en niños que practican deporte habitualmente, y ortopédica, como pies planos, desviaciones angulares de los miembros, alteraciones de la marcha o desviaciones de raquis, entre otros. Por ello, a esta Unidad acuden niños de todas las edades, desde recién nacidos que presentan, por ejemplo, alteraciones en el desarrollo de la cadera, hasta preadolescentes que consultan por dolores durante la actividad deportiva.
Cuándo acudir
Actuar a tiempo es fundamental en estos casos. Por ello, el Dr. Martínez hace hincapié en que siempre que el niño presente "un cuadro doloroso que persiste a pesar del tratamiento analgésico y dolor nocturno que le despierta durante el sueño" es necesario acudir a un especialista. Del mismo modo, desde un punto de vista ortopédico, se debe consultar ante "cualquier deformidad o alteración de la función que progresa o es asimétrica".
En estos casos, solo "la correcta exploración física por un especialista cualificado y con experiencia puede ayudarnos en el diagnóstico precoz y, por lo tanto, establecer un tratamiento adecuado que evite la aparición de secuelas en un esqueleto inmaduro, como es el de los pacientes pediátricos".
Los niños, ¿son de 'goma'?
El aparato musculoesquelético del niño no es el de un adulto en miniatura, de hecho, coloquialmente es habitual aquello de que los niños son de 'goma' y es que, efectivamente, existen diferencias más allá del tamaño. Los huesos de los niños, nos cuenta el Dr. Martínez, "tienen unas características especiales, son más elásticos, con un potencial de remodelación ante las fracturas, periodos de inmovilización más cortos, cirugías menos agresivas y una extraordinaria capacidad para recuperarse de cualquier alteración que se produzca en su esqueleto".
Para atender a estas características tan específicas, es precisa la atención de especialistas en traumatología y ortopedia infantil con la experiencia, la dedicación y los conocimientos necesarios.
Atención al niño deportista
En el niño que practica deporte habitualmente no son inusuales los golpes, las caídas y otros problemas asociados a una actividad física intensa. En estos casos, advierte el Dr. Martín, "lo más importante es establecer un correcto diagnóstico de las lesiones que presentan, sin minusvalorar los síntomas ni atribuirlos al crecimiento. Cualquier traumatismo en un esqueleto en crecimiento que provoque dolor y/o impotencia funcional debe ser valorado por un especialista".