Por otro lado, el exceso de humedad y el cloro de las piscinas hacen que el cabello también sufra más en verano. Si a esto le añadimos la caída estacional propia del otoño, quizás deberíamos empezar a plantearnos un tratamiento de choque.
El principal enemigo de la piel en verano es la radiación ultravioleta. Como explica la Dra. Virginia Sánchez García, jefa del
Servicio de Dermatología en Madrid del Hospital Universitario HM Sanchinarro, "en esta estación, la radiación solar es muy intensa y alcanza las zonas más profundas de la piel, aumentando el riesgo de cáncer de este órgano". Otras consecuencias de una exposición prolongada, sobre todo en las horas centrales del día, son la aparición de arrugas y de alteraciones en la pigmentación.
Por su parte, el cabello también sufre más en verano, principalmente, debido a un exceso de humedad y al cloro de las piscinas.
¿Nos afecta a todos igual el sol?
Ante una misma exposición solar, no todas las pieles reaccionan igual. De esta forma, el daño por radiación ultravioleta es mucho mayor en personas de piel clara, generalmente, aquellas de cabello rubio o pelirrojo.
Asimismo, apunta la Dra. Sánchez, "en verano, las pieles secas pueden notar un empeoramiento debido al exceso de cloro de las piscinas, por lo que se recomienda evitarlas y sustituirlas por los baños en el mar".
Por el contrario, las personas con tendencia a dermatitis, acné o psoriasis suelen mejorar en los meses estivales debido a las propiedades beneficiosas que también posee el sol, entre otras, de tipo antiinflamatorio. Aún así, advierte la Dra. Sánchez, "esto no justifica una exposición ilimitada al sol ni a horas desaconsejadas".
Consecuencias de tomar el sol
Todos esos factores a los que nos exponemos en verano agreden nuestra piel y nuestro cabello. Por eso, es habitual que, una vez llega el otoño, observemos que aparecen nuevos lunares y manchas o se oscurecen las que ya teníamos. A medida que pasan los años, esto tiende a ser más evidente. La Dra. Sánchez aconseja "realizar una visita al dermatólogo una vez al año para descartar la aparición de lesiones malignas o premalignas".
Prevención ante los rayos del sol
Tanto para evitar problemas de salud que, no lo olvidemos, pueden llegar a ser graves, como estéticos, debemos adoptar unas medidas de protección acordes a nuestro tipo de piel y hacerlo desde la infancia. Usar fotoprotección y evitar la exposición al sol en las horas centrales del día en verano son dos de las más importantes.
Sin embargo, no sólo debemos proteger y cuidar nuestra piel en los meses de julio y agosto. Toma nota de lo que puedes empezar a hacer y no olvides que es para todo el año:
-Bebe agua con frecuencia.
-Emplea a diario cremas emolientes que hidraten tu piel tras la ducha o el baño.
-Utiliza cremas con factor de protección solar durante todo el año.
-Sigue una alimentación saludable que incluya cereales integrales, frutos secos, pescado azul, verdura fresca y fruta rica en vitamina C. Evita las grasas saturadas y los precocinados.
-Si fumas, di adiós al tabaco. Siempre saldrás ganando.
-Olvídate del alcohol.
-Aprovecha el otoño y el invierno para hacer tratamientos cosméticos de piel específicos que mejoran la textura y combaten el envejecimiento.
Por otro lado, en otoño es frecuente que determinadas enfermedades crónicas inflamatorias como el acné, la dermatitis atópica o la psoriasis empeoren. Entre las razones que pueden estar detrás se encuentran el estrés de la vuelta al trabajo o el inicio del colegio. En estos casos, subraya la Dra. Sánchez, "conviene acudir a revisión con el dermatólogo para poner un tratamiento preventivo".
¿Sufre nuestro cabello durante el verano?
Además de las agresiones que nuestro cabello ha sufrido en verano, en otoño se desencadenan una serie de mecanismos en nuestro organismo que predisponen a la caída del pelo. Para fortalecerlo es importante, al igual que sucede con la piel, que sigamos una alimentación adecuada y nos olvidemos del tabaco y el alcohol. Asimismo, en el mercado existen productos cosméticos que pueden ayudarnos a mejorar tanto su salud como su aspecto. Eso sí, es importante asesorarse y elegir aquel que mejor se adapte a nuestras necesidades.
En algunos casos, por ejemplo, personas que realizan ejercicio físico intenso o sufren de estrés emocional, "puede estar aconsejado el uso de complementos alimenticios adecuados que aumenten los recursos del organismo a la hora de proteger nuestra piel y nuestro cabello", concluye la especialista.