Estos talleres tienen un carácter más práctico que teórico, ya que no se habla a los padres en términos médicos sobre la enfermedad, sino sobre lo que puede ocurrir y cómo tratarla, y se dan recomendaciones generales, además de enseñarles a aplicar cremas emolientes. El objetivo es responder a las dudas de los padres y conseguir que aumente su confianza en los tratamientos, que comprueben su efectividad y, por tanto, confíen más en el médico, lo que supone un beneficio para todos.
La escuela está dirigida tanto a los padres de niños atópicos como a sus hijos, ya que mientras los padres asisten al taller, una enfermera acompañada de un payaso enseñan a los niños cómo aplicarse crema ellos mismos. Además, las charlas son multidisciplinares y las imparten doctores de todas las especialidades relacionadas con la atopia para abordar la patología desde diferentes ópticas: Dermatología, Alergología; Psicología y Pediatra. Los asistentes han valorado de forma muy positiva estos encuentros y se fueron con el convencimiento de haber aprendido cosas nuevas. Además, a cada familia se le entrega un dossier con aspectos prácticos de la dermatitis atópica y consejos que les han sido de gran utilidad. Está comprobado que cuanto más saben los padres sobre la enfermedad de sus hijos, actúan con mayor seguridad y esto beneficia al niño, ya que estará mejor tratado.