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¿Necesitas vitaminas?

30/09/2016 2:00

El uso de suplementos vitamínicos está muy extendido entre la población general, sin embargo, en determinadas circunstancias puede estar contraindicado y en muchas otras no es siquiera necesario. Los especialistas defienden que una dieta equilibrada basta para aportarnos todas las vitaminas que necesitamos y, en caso de déficit, siempre podemos potenciar el consumo de determinados alimentos. No obstante, hay excepciones.

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En otoño es frecuente que debido a la caída estacional del cabello acudamos directamente a nuestra farmacia en busca de "vitaminas". La debilidad de las uñas, el sangrado de encías o el cansancio son otros motivos habituales que nos llevan a buscar en los suplementos las vitaminas que pensamos no obtenemos a través de la alimentación.

Sin embargo, estos pueden ser síntomas de ciertas enfermedades que, antes de recurrir a los suplementos, deberíamos descartar. Por eso, advierte la Dra. Inmaculada Bautista, médico nutricionista de la Unidad de Tratamiento Endoscópico de la Obesidad del Hospital Universitario HM Sanchinarro, se recomienda consultar siempre con el especialista.

Además, en determinados casos, está contraindicado tomar ciertas vitaminas. Por ejemplo, hierro en la hemocromatosis o potasio en la insuficiencia renal.

 

¿Alimentos o suplementos?

Los suplementos vitamínicos pueden ayudar a paliar o evitar déficits en situaciones como las que acabamos de describir, sin embargo, cabe preguntarse qué es más saludable, obtener las vitaminas a través de la alimentación o de los suplementos. La Dra. Bautista lo tiene claro: "Siempre es preferible alimentarse correctamente".

 

Déficits

Aunque no es frecuente, es posible que aun siguiendo una dieta adecuada nos falten vitaminas. "Esto suele estar relacionado con enfermedades que afectan a la absorción o el metabolismo de las vitaminas, dificultades para la absorción de grasas, falta de exposición solar, el uso prolongado de antiácidos, etc.", apunta.

En estos casos, recomienda "potenciar la ingesta de alimentos ricos en vitaminas" y reservar los suplementos para aquellas situaciones de déficit grave.

 

Cuándo recurrir a ellas

En circunstancias normales, una dieta equilibrada, como la mediterránea, basta para aportarnos todas las vitaminas que necesitamos.

En algunos casos, y siempre que así lo considere el médico, puede estar justificado un aporte extra a través de los suplementos. Estas son las más frecuentes:

• Períodos de crecimiento muy rápido, como la niñez y la adolescencia.

• Embarazo.

• Menopausia.

• Dietas inadecuadas y deficitarias, por ejemplo, vegetarianos estrictos.

• Fobias alimentarias que llevan a eliminar de la dieta alimentos como frutas o verduras.

• Alergias o intolerancias alimentarias

 

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