Las técnicas percutáneas tienen por objetivo "reducir la agresión quirúrgica, produciendo una menor lesión en las partes blandas y disminuyendo la pérdida sanguínea, el dolor postoperatorio y la estancia hospitalaria, manteniendo al mismo tiempo los resultados que se obtienen con técnicas abiertas y el rango de seguridad de la cirugía en el paciente", explica el experto, insistiendo en que "un diagnóstico específico de cada paciente puede permitir realizar este tipo de técnicas en lugar de instrumentaciones más amplias bajo el lema de que en cirugía de la columna 'menos es más'".
La cirugía de columna entraña una elevada dificultad cuando se asocia el problema de la osteoporosis, una situación cada vez más común debido al aumento en la expectativa de vida, y requiere instrumentaciones específicas y largas, con la posible complicación asociada de fractura del segmento adyacente al final de la instrumentación.