La capa superior, la corteza cerebral, tiene un espesor de escasos milímetros pero contiene el 70 por ciento de las neuronas. Esta parte más evolucionada del cerebro está dividida en lóbulos especializados que regulan las experiencias sensoriales, el lenguaje, la memoria y nuestra orientación espacial. El lóbulo frontal es la región más característica de los seres humanos, responsable del juicio, la planificación y la toma de decisiones.
Debajo de la corteza cerebral se encuentran zonas como los ganglios basales, que controlan el movimiento; el sistema límbico, estrechamente ligado a las emociones; y el hipocampo, esencial para la memoria.
El primitivo tronco encefálico regula el equilibrio, la coordinación y los procesos vitales básicos como la respiración y el latido del corazón.
Las neuronas se comunican entre sí a través de las regiones cerebrales mediante circuitos interconectados.
Cuando una neurona es estimulada, esta genera una pequeña corriente eléctrica que pasa a través de una fibra o axón. El extremo del axón libera neurotransmisores, sustancias químicas que atraviesan un espacio microscópico o sinapsis, para estimular otras neuronas cercanas.
Este proceso puede repetirse miles de veces para crear un circuito de señales eléctricas que produce un movimiento, una emoción, una experiencia sensorial o un pensamiento.
Para ser exactos, una neurona suele comunicarse con muchas otras simultáneamente, y emitirá o no emitirá un impulso dependiendo del total de señales que reciba. La actividad entre neuronas cubre una amplia zona, conectando los lóbulos y los distintos niveles del cerebro. Los paquetes de axones, "sustancia blanca", transmiten eficazmente las señales de una región a otra, como cables de larga distancia.
En los últimos años, esta conectividad se ha convertido en objeto de investigación a medida que los científicos explican cómo funciona el cerebro y descifran la compleja orquestación de actividades internas que cambia constantemente de ritmo durante el transcurso de la vida cotidiana. Por ejemplo: la lectura integra los centros de visión, lenguaje, emoción y razonamiento.
Con un coste previsto de 4,5 mil millones de dólares, la iniciativa CEREBRO impulsa este esfuerzo hacia su objetivo final: cartografiar el cerebro entero, neurona por neurona, y determinar cómo estas conexiones funcionan en la salud y en la enfermedad. El proyecto ha sido diseñado como un esfuerzo público-privado con financiación inicial del gobierno federal estadounidense.
*Reproducido con permiso de The Dana Alliance for Brain Initiatives, www.dana.org