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Claves para disfrutar de la lactancia materna

01/08/2017 10:00

Se ha demostrado que la lactancia materna tiene numerosos beneficios tanto para la madre como para el bebé, sin embargo, dar el pecho no siempre es tarea fácil y a las dudas y los miedos suele sumarse, sobre todo en madres primerizas, la falta de experiencia.

La Dra. Blanca Paredes, coordinadora de la Unidad de Obstetricia del Policlínico HM Gabinete Velázquez, nos da las claves para que dar el pecho no se convierta en un quebradero de cabeza y madre e hijo puedan disfrutar de la experiencia

"La leche materna proporciona al bebé los nutrientes necesarios y fundamentales para su correcto crecimiento durante el primer año de vida", explica la Dra. Paredes. Además, le aporta defensas que reducen el riesgo de contraer enfermedades infecciosas como la otitis, la diarrea u otras de tipo respiratorio e incluso previene la aparición de alergias alimentarias como la alergia a la proteína de leche de vaca o la intolerancia al gluten. A todo esto, añade, se suma un menor riesgo de sufrir síndrome de muerte súbita del lactante e incluso, ya en la edad adulta, de padecer diabetes u obesidad.

Los beneficios para la madre también son destacables. En el corto plazo, explica, "la lactancia materna ayuda a la recuperación postparto, favoreciendo la contracción uterina, disminuyendo el sangrado y contribuyendo a la pérdida de peso". A futuro, apunta, "se ha demostrado que disminuye el riesgo tanto de cáncer de mama como de ovario".

Dudas frecuentes

Son muchas las dudas que les surgen a las madres en torno a la lactancia. Una de las más habituales, confiesa la Dra. Paredes, es la de si tendrán o no suficiente leche. Sin embargo, tranquiliza, "hoy, sabemos que, salvo situaciones excepcionales, cuando un bebé es alimentado a demanda y con un agarre adecuado, las madres producen la cantidad exacta de leche que necesitan sus hijos. Cuando una madre cree que tiene poca leche, hay que comprobar que el agarre y la postura del bebé durante la toma sean adecuadas y que las tomas se realicen a demanda, sin limitar la duración de la misma. A medida que van pasando las semanas, el niño tarda cada vez menos en hacer las tomas y con un solo pecho puede quedar saciado. Si el bebé duerme 1 o 2 horas seguidas, está tranquilo y moja los pañales, es que está tomando la leche que necesita".

Otra de las dudas frecuentes está relacionada precisamente con las noches. ¿Debemos despertar al bebé para comer? A esto, responde la Dra. Paredes, "durante los primeros días de vida y hasta que se produce la subida de leche y el correcto enganche del bebé al pezón, hay que vigilar que no pierda excesivo peso o se deshidrate, por lo que se recomienda despertarlo cada 3 horas para comer, si es que él no lo hace por sí mismo". Una vez recupera el peso y va ganando más progresivamente, "con una lactancia bien establecida, ya no es necesario despertarlo por la noche".

Con respecto a la suplementación, apunta, "será el pediatra quien determine si esta es necesaria en función de las necesidades del niño", pero no debe recurrirse a ella de forma sistemática, advierte.

Consejos

La lactancia materna no siempre es fácil y, en ocasiones, las múltiples y diversas informaciones que la madre recibe en estos primeros días por parte del personal sanitario, de familiares y de amigos no hacen sino confundirla más aún. Por eso, aconseja, "es importante que la madre esté tranquila" y para ello no está de más controlar el número de visitas y dejarse aconsejar por el personal cualificado.

Dolor

En las primeras semanas, no es inusual que la lactancia resulte dolorosa para la madre. El principal motivo, explica la Dra. Paredes, son las grietas en el pezón. "Cuando aparecen, suelen ser debidas a un mal agarre. En estos casos, hay que corregir la posición de la boca del bebé para que se curen y no sean motivo de abandono de la lactancia materna".

En otros casos, sin embargo, siendo el agarre correcto y sin que haya grietas, las madres refieren pinchazos en la zona del pezón, justo en el momento del enganche inicial. "Este dolor es frecuente y se debe a la presión del pezón entre la lengua y el paladar del bebé. A medida que van pasando los días, la piel de esta zona se va haciendo más resistente y desaparecen las molestias". Otras situaciones que generan dolor, añade, son "la ingurgitación mamaria, frecuente los primeros días tras la subida de leche, y la mastitis, que precisa valoración médica".

Cuándo no dar el pecho

En algunos casos, eso sí, limitados, la lactancia materna está contraindicada. Esto es, explica, cuando la madre padece enfermedades como el VIH o la leucemia humana de células T o ha sido diagnosticada de cáncer durante el embarazado, por lo que precisará de tratamiento quimioterápico tras el parto. Del mismo modo, apunta, "los niños que nacen con galactosemia, detectada en pruebas metabólicas, tampoco deben recibir lactancia materna". 

Lactancia artificial

Para la Dra. Paredes es fundamental que "cuando una madre no quiera o no pueda dar el pecho sea informada adecuadamente, se respete su decisión y se la apoye".

 


 


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