El verano es un buen aliado para nuestra vista, si seguimos unas recomendaciones básicas

Madrid, 22 de julio de 2021. Cada vez estamos más concienciados sobre los riesgos del sol en nuestra piel, pero no siempre nos acordamos de los ojos, un órgano expuesto todo el año a los distintos factores ambientales y que en verano sufre especialmente. Según el Consejo General de Ópticos-Optometristas, en esta época del año las disfunciones oculares y visuales aumentan hasta un 25% debido al exceso de exposición solar sin tomar las debidas precauciones.

Así lo corrobora el Dr. Ramón Cobián Tovar, oftalmólogo colaborador de HM Hospitales en A Coruña, quien alerta de los riesgos que puede conllevar la mayor exposición ambiental que tienen nuestros ojos en verano: desde sequedad ocular por exposición a aire acondicionado hasta pinguéculas y pterigium inflamados, pasando por orzuelos y conjuntivitis alérgicas, infecciosas o por exposición a irritantes. 

También son frecuentes en esta época los traumatismos con balones y raspados con arena o gravilla, así como las queratitis por exposición solar y por uso excesivo de lentillas, que en algunos casos pueden ir acompañadas de infección. “Y en casos extremos se puede llegar a dar retinopatía solar, que consiste en fototoxicidad producida por radiación solar”, explica el Dr. Cobián. 


Como proteger los ojos en verano

El exceso de exposición solar sin la debida protección es un riesgo para la vista, de ahí la insistencia de los oftalmólogos en seguir unas medidas de prevención básicas en esta época del año. 

El primer consejo es utilizar gafas de sol para reducir la exposición a la radiación solar, además de ser aconsejable el uso de gorros, sombreros y sombrillas que actúen como protector solar Pero no solo el sol daña nuestra vista en verano, también la piscina y el mar son ambientes especialmente sensibles para nuestros ojos. “Se deben usar gafas de bucear o nadar tanto en piscinas como en la playa, para reducir el contacto de los ojos con irritantes (como el cloro de las piscinas) o gérmenes (bacterias, por ejemplo)”, explica el Dr. Cobián Tovar. 

Asimismo, la exposición prolongada a ambientes con aire acondicionado puede resecar los ojos, por lo que es recomendable usar lágrimas artificiales para hidratarlos. Y las personas que usan lentes de contacto deben tener un especial cuidado: “No se deben usar lentillas de contacto para bañarse en el mar o piscinas y tampoco debemos ducharnos ni dormir con ellas. Y si existe molestia continuada al usar las lentillas, hay que acudir inmediatamente al oftalmólogo”, indica el especialista. También es motivo de consulta cualquier síntoma de visión borrosa, ojos rojos, picor, sensación de arenilla o dolor de cabeza, tanto en la edad adulta como en los niños. 


Especial cuidado en la infancia 

“La maduración visual se produce desde el nacimiento hasta los 8 o 9 años de edad”, explica el Dr. Cobián. Por eso las revisiones en esta etapa son  fundamentales, pero también la prevención y el adquirir unos buenos hábitos de salud visual.

En este sentido el oftalmólogo explica que “el uso adecuado de tablets o dispositivos móviles no daña los ojos”. Es la falta de luz natural y el forzar la vista de cerca lo que puede ocasionar diversos problemas: “Si forzamos la vista de cerca durante mucho tiempo mientras se estudia o se lee, tanto libros como dispositivos electrónicos, con ausencia de luz natural, se puede producir sequedad ocular (que se traduce en picor, sensación de arenilla…), fatiga visual (con dolor de cabeza) e incluso algunos estudios apuntan a que podría aumentar la prevalencia de miopía en la infancia”. 


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