Las infecciones urinarias y de oídos son muy frecuentes en verano y pueden resultar dolorosas y molestas sin un diagnóstico acertado

La incidencia de infecciones urinarias y cólicos nefríticos aumenta en verano al estar asociados con la disminución del volumen miccional que pueden provocar el calor y la deshidratación Los otorrinolaringólogos recomiendan secar bien los oídos tras el baño sin introducir ningún objeto y no abusar del aire acondicionado para evitar molestias nasales o faríngeas

​Madrid, 28 de julio de 2021. El mayor contacto con el agua y la humedad provocan en esta época del año numerosas consultas tanto en Urgencias como en atención primaria y especializada. Otorrinolaringólogos y urólogos advierten de los peligros más habituales en verano, como diversas infecciones relacionadas con el calor y el exceso de humedad que provocan la proliferación de bacterias. Aunque no suelen revestir gravedad, pueden resultar muy molestas y dolorosas y estropear las vacaciones, por lo que es recomendable seguir unos consejos básicos de prevención y saber actuar ante los primeros síntomas. 

Las consultas más frecuentes en Otorrinolaringología son las relacionadas con problemas en el oído externo. “Es muy típica la aparición de otitis externas debidas, en gran medida, a la humedad mantenida en el conducto auditivo tanto por agua salada como dulce y también asociadas a pequeñas lesiones que se producen al usar tapones o por rascado, que provocan el crecimiento de bacterias en la zona y la infección de la piel del oído”, explica el Dr. Pablo Parente, jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital HM Rosaleda de Santiago de Compostela. 

Aunque se trata de afecciones leves “sin un diagnóstico acertado y un tratamiento, pueden ser muy dolorosas”. Para evitar estos problemas, el especialista recomienda realizar "un buen secado del oído sin introducir ningún objeto o elemento dentro del conducto. Aquellas personas que permanecen en el agua durante horas, pueden utilizar espráis o gotas específicas de limpieza y secado”.

Otros problemas habituales en esta época están relacionados con el calor y el abuso del aire acondicionado “que es más seco y puede provocar molestias nasales o faríngeas que, de persistir, pueden conducir a rinitis, sinusitis o faringitis y causar dolor, que, sin ser grave, altera el disfrute de las vacaciones”. Por ello el especialista de HM Hospitales aconseja “evitar el uso continuo y abusivo del aire acondicionado y mantener una buena hidratación”. 

La práctica de deportes acuáticos que se realizan de forma ocasional o con poco entrenamiento es otro factor de riesgo. “El submarinismo, realizado sin un control adecuado, puede conducir a lesiones por efecto de los cambios bruscos de presión que afectan tanto al oído medio (tímpano y huesecillos) como al oído interno, pudiendo provocar lesiones importantes y pérdida de audición”, explica el Dr. Parente. Para evitarlo es vital recibir la formación adecuada y usar todos los elementos de seguridad en la práctica del submarinismo. Finalmente, el especialista recuerda que siempre que exista dolor, mareo o pérdida de audición hay que acudir a consulta. 


Infecciones urinarias y cólicos nefríticos 

Aunque la patología urológica suele permanecer estable a lo largo del año, tanto las infecciones urinarias como los cólicos nefríticos aumentan en verano “al estar asociados en cierta medida a la disminución del volumen miccional que puede provocar la deshidratación por el calor o una menor ingesta de líquidos”, explica la Dra. Lucía Osorio, integrante del Servicio de Urología del Hospital HM Rosaleda

La cistitis suele ser la infección urinaria más frecuente, especialmente en mujeres jóvenes. Se caracteriza por dolor o escozor al orinar, aumento de frecuencia miccional y deseo continuo de orinar, que pueden acompañarse de urgencia o incontinencia miccional, dolor suprapúbico y orina de aspecto turbio, entre otros síntomas. Para evitarlo, la Dra. Osorio aconseja “aumentar la ingesta de líquidos lo suficiente como para producir dos litros de orina en 24 horas, siempre que no esté contraindicado por otra patología médica”. También ayuda orinar con mayor frecuencia (cada 2-3 horas), no permanecer con el bañador mojado, evitar los cambios de temperatura bruscos y secarse siempre de adelante a atrás. 

El cólico nefrítico suele cursar con dolor punzante, muy intenso y violento, intermitente y localizado, “generalmente en la fosa renal, aunque puede irradiarse a la región abdominal anterior y a la fosa ilíaca ipsilateral”, explica la uróloga de HM Hospitales. Y aunque hay múltiples causas que influyen a la hora de sufrir un cólico nefrítico, la escasez de líquidos suele ser un factor determinante. Tanto en estos casos como si se producen cistitis de repetición la especialista recomienda acudir al urólogo para obtener un correcto diagnóstico de las causas concretas del problema y poder ofrecer un tratamiento específico en cada caso.  


NP INFECCIONES VERANO.doc


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