La sordera no avisa
A diferencia de la pérdida de visión causada por el envejecimiento que ocurre de forma progresivamente y que podemos ir sufriendo poco a poco y notar cómo avanza, la
hipoacusia (pérdida de audición), no avisa, pero cada año sufrimos un pérdida progresiva de las células de la cóclea y es muy importante tratar los problemas a tiempo para evitar en la medida de lo posible su avance, por eso es tan recomendable revisar cada dos años los oídos cuando se alcanza la madurez.
Cuidar tus oídos te aportará más calidad de vida
Oir mal no es solo un problema de salud, es también un problema que afectará muchísimo a tus relaciones personales.
Las personas que sufren sordera terminan por aislarse de su entorno familiar y de amigos porque no escuchan las conversaciones o no se enteran de todo lo que pasa a su alrededor. Escuchar mal no es algo de lo que avergonzarse en ningún caso y cuando el enfermo decide ir a su otorrino y tratarse, vuelve a descubrir sonidos y emociones que se estaba perdiendo.
Evitar o ralentizar la aparición de la Presbiacusia
Si bien es cierto que la
causa principal de la presbiacusia es el envejecimiento, existen otros factores de riesgo que influyen en su aparición. Entre ellos, se encuentran factores ambientales, como la exposición a ruidos; problemas médicos relacionados con enfermedades crónicas como hipertensión arterial, diabetes o cardiopatías; y hereditarios, pues existe también una predisposición genética a padecer esta enfermedad.
Aunque es difícil evitar la pérdida de audición asociada a la edad
hay dos hábitos que debemos mantener toda la vida y que nos ayudarán mucho:
- Evitar los entornos con sonidos fuertes mantenidos durante mucho tiempo.
- No utilizar nunca auriculares con el volumen alto, hay que llevarlos al mínimo que podamos.
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