Este hallazgo científico abre la puerta a poder introducir mediante esta vía fármacos de forma directa en el cerebro y frenar así la evolución hacia la demencia en la enfermedad de Parkinson y en otras enfermedades neurodegenerativas. Hecho que se está investigando actualmente y que de conseguirse mejoraría notablemente la calidad de vida del paciente.
https://www.nature.com/articles/s41467-021-21022-9