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Pensando ya en los Reyes Magos

21/12/2015 1:00

A estas alturas del año, quizás tus hijos estén pensando ya en escribir su Carta a los Reyes Magos. Seguramente, se han portado lo suficientemente bien para que sus Majestades de Oriente hagan realidad sus deseos, sin embargo, no está de más que les eches una mano a la hora de elegir cuáles y cuántos son los más apropiados. Además, la Navidad puede ser un buen momento para inculcar a nuestros hijos valores como compartir y ser solidarios.

​​A medida que nuestros hijos crecen, no sólo cambian sus habilidades y destrezas sino también sus gustos. Por eso, de cara a los próximos Reyes Magos, es importante prestarles atención, escucharles y ayudarles en sus decisiones. Como nos explica Silvia Álava Sordo, del Colegio de Psicólogos de Madrid y autora del libro “Queremos Hijos Felices. Lo que nunca nos enseñaron”, los juguetes no son una mera distracción para los niños sino que “bien utilizados, sirven para estimularlos y favorecen muchos procesos de aprendizaje”.

En este sentido, defiende los juguetes tradicionales ya que estos, asegura, desempeñan un papel muy importante en el entrenamiento de los procesos cognitivos necesarios para el correcto desarrollo del niño: la atención sostenida (del que quedarían excluidos los juguetes basados en la observación de una pantalla), el razonamiento lógico (como el “Quién es quién”), el seguimiento de instrucciones y el respeto a los turnos (juegos de mesa), la coordinación óculo-manual y la organización espacial (puzles y construcciones) o la psicomotricidad gruesa y fina (manualidades).


Un juguete para cada edad

Pronto nuestros hijos nos darán pistas de qué es lo que piensan pedir cada año, por eso, es frecuente que sea en los niños más pequeños en quienes surjan las dudas de qué incluir en su Carta a los Reyes. En los bebés, por ejemplo, la psicóloga se decanta por las marionetas porque estas nos permiten estimular sus sentidos de la vista y el tacto de manera divertida. Además, cuando crezcan podrán crear ellos mismos sus propias historias. Más adelante, hacia el año de edad, apuesta por juegos de apilar, encajar y puzles.

Posteriormente, en torno a los dos, nos sugiere también la plastilina, las pegatinas, los recortables y los muñecos que puedan vestir y desvestir. Una vez empiezan al colegio, a los tres años, recomienda patinetes, bicicletas… e incluir siempre material escolar, siendo especialmente divertida la pizarra, ya que les encanta jugar a los profesores. A partir de los cinco, pueden llegar los libros y los juegos de mesa pensados para la estrategia y la diversión en familia. ¿Y los juguetes electrónicos? Cumplidos los diez.


¿Cuántos pedir?

Si bien los juguetes son necesarios para el correcto desarrollo del niño, también es importante ser consciente de que no por tener muchos juguetes nuestro hijo va a tener un desarrollo superior o más rápido y, de hecho, ni tan siquiera se va a divertir más. “A menudo, vemos niños que tienen tal cantidad de juguetes que pronto se aburren de ellos y no aprenden a valorarlos”, advierte la experta. En su opinión, los Reyes Magos no deberían excederse por muy especial que sea ese día y no llevar más de tres juguetes al mismo niño.


El valor de compartir​

Además, las navidades pueden ser aún más especiales si enseñamos a los niños a compartir. Para ello, podemos proponerles actividades como llevar a una parroquia o a una ONG los juguetes que ya no utilicen para que así puedan disfrutar de ellos otros niños. También podemos incluir juguetes solidarios en la Carta a los Reyes e incluso pedir algo para otro niño si sabemos que este lo necesita.​

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