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Consejos para combatir los efectos del frío durante el embarazo

20/12/2017 14:00

Con la llegada del invierno y las bajas temperaturas pueden aparecer, como una de las principales amenazas, las enfermedades respiratorias.

​Durante todo el año debemos cuidar de nuestra salud, ya que cada estación requerirá de cuidados específicos, sobre todo durante el embarazo. Con la llegada del invierno y las bajas temperaturas pueden aparecer, como una de las principales amenazas, las enfermedades respiratorias. Dentro de éstas las más comunes son el resfriado y la gripe.

Para evitar las mismas es importante tomar ciertas precauciones como puede ser:

  • Abrigarse adecuadamente: centrarse en las extremidades (manos, pies) y las zonas que quedan descubiertas como las orejas o la cabeza, para evitar la pérdida de calor corporal.
  • Vestirse en capas: las embarazadas sufren cambios de temperatura y sofocos, conviene poder desprenderse de alguna prenda si se necesita. Es preferible llevar puesto un jersey encima de otro, que prendas únicas y demasiado gruesas.
  • Exponerse lo menos posible a lugares cerrados, superpoblados y sin ventilación.
  • Evitar el contacto directo con personas que se sepa que están cursando una gripe o resfrío (o alguna otra infección, por ejemplo digestiva), ya que éstas son, en general, enfermedades muy contagiosas.
  • Evitar los cambios bruscos de temperatura. Aquellas que viven o trabajan en ambientes de mucho calor deben prever esto a la hora de salir al fío (desabrigarse cuando estén adentro y abrigarse bien antes de salir)
  • No compartir  vasos o cubiertos.
  • Después de viajar en autobus, metro o estar en contacto con mucha gente, no olvidarse del lavado de manos antes de llevar las mismas a la nariz o boca. Una buena medida, es llevar alcohol en gel en el bolso.
  • Es fundamental la consulta oportuna con el médico tratante, quien sugerirá medidas de prevención e informará si debe vacunarse contra la gripe. En general se recomienda esta vacunación, pero es necesario consultarlo ya que pueden existir razones para postergarlo. En caso de tener otro hijo pequeño es necesario informarse sobre la vacunación para éste.

Si bien uno puede tomar algunas precauciones e incrementar los cuidados de la salud, éstos pueden ser, en ocasiones, insuficientes. Una vez que la enfermedad está instalada, algunas sugerencias que pueden seguirse son:
• Tomar más líquido
• Darse duchas de agua tibia (teniendo cuidado de que el baño no esté muy frío).
• Tomarse algunos días de descanso en la cama, en caso de decaimiento, fiebre, dolores musculares, entre otros síntomas.
• No automedicarse. Muchos de los medicamentos de venta libre que a veces se utilizan fuera de embarazo, podrían estar contraindicados durante la gestación, por lo que es fundamental consultar al médico tratante.
• Cubrir la nariz y boca con el brazo o con un pañuelo descartable al toser o estornudar y tirar el pañuelo enseguida, no guardarlo para reutilizarlo.
• Mantener el ambiente cálido evitando la humedad y ventilarlo de vez en cuando. Para alcanzar una temperatura agradable, muchas personas eligen las estufas a gas o kerosene. Pero es importante tener algunos cuidados, como ser apagarlas cuando no están en uso o si se va a salir y también en caso de mareos o dolores de cabeza ya que podría ser el aviso de una posible intoxicación. En estos casos en importante realizar una consulta médica inmediata.
Es importante que las embarazadas que tienen hipertensión arterial se cuiden de exponerse al frío. Esta enfermedad puede ser provocada por el embarazo, acentuarse con el embarazo o ser previa al mismo (crónica). La presión arterial es medida en cada consulta médica ya que es importante que no esté alta, y ésta puede ser una enfermedad silenciosa, es decir, que no presente síntomas claros. Se considera normal la presión en la embarazada cuando es 120/80 (o menor) y se debe estar alerta cuando sube a 140/90. Cuando aparece hipertensión arterial es importante el control médico regular y el profesional sugerirá el mejor tratamiento para ella.

Sin duda, el invierno aumenta la predisposición a algunas patologías y las embarazadas constituyen un grupo más vulnerable, por lo que los cuidados, durante los meses más fríos deben incrementarse. La consulta oportuna, frente a dudas o síntomas, aunque parezcan menores, es una medida adecuada


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