1. Cambia tu actitud ante la dieta.
2. Ponte pequeños objetivos alcanzables y realistas.
3. Recuerda tus logros.
4. Haz 5 comidas.
5. Come despacio.
6. Cambia de recetas.
7. No te obsesiones con el peso.
8. Haz ejercicio.
Busca un deporte que te guste, que sea fácil de incluir en tu vida cotidiana y si es en compañía, mejor. Márcate de nuevo pequeñas metas, alcanzables Empieza con poco y ve aumentando a medida que te vayas haciendo con la rutina. No te sobrecargues, abandonarás pronto si te supone un sobreesfuerzo.
9. Diviértete.
Cuida tu tiempo libre, haz actividades que te resulten placenteras y que te ayuden a evadirte de los problemas. Cuando uno está feliz segrega endorfinas, que son las «hormonas del bienestar». El deporte o los hobbies te ayudarán a segregar endorfinas. Si tu vida está llena de cosas agradables, no necesitarás estar llenando tu estómago a todas horas.
10. Tolera la frustración.
No te rindas ante el menor fracaso en la dieta. No necesitas hacerlo perfecto, necesitas mantenerlo en el tiempo. Permítete algún fallo y aprende a resolverlo retomando tu dieta cuanto antes.
