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Oncología

Linfoma

Cada año se diagnostican 5.000 nuevos casos en adultos mayores de 40 años.
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¿Qué es el linfoma?

El linfoma es un tipo de cáncer que afecta al sistema linfático, una red de vasos, ganglios y órganos que juega un papel vital en la defensa del cuerpo contra las infecciones.

El linfoma se desarrolla cuando los linfocitos, un tipo de glóbulo blanco, crecen de forma descontrolada. Esta proliferación anormal puede afectar a diferentes partes del cuerpo, incluyendo ganglios linfáticos, bazo, médula ósea y otros órganos.

Manos de médico atendiendo a paciente.

Síntomas del linfoma

Los síntomas del linfoma pueden variar según el tipo y la etapa de la enfermedad. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:

Inflamación de los ganglios linfáticos en el cuello, las axilas o la ingle.

Fatiga persistente.

Fiebre sin causa aparente.

Sudores nocturnos abundantes.

Pérdida de peso inexplicable.

Picazón en la piel.

Tos persistente o dificultad para respirar.

Dolor abdominal o hinchazón.

Es importante destacar que estos síntomas pueden ser causados por otras afecciones, por lo que es fundamental consultar a un médico para obtener un diagnóstico preciso.

Clasificación del linfoma

Los linfomas se clasifican principalmente en dos categorías:

  • Linfoma de Hodgkin: se caracteriza por la presencia de células de Reed-Sternberg, un tipo específico de célula cancerosa.
  • Linfoma no Hodgkin: engloba un grupo diverso de linfomas que no contienen células de Reed-Sternberg. Se subdivide en varios tipos según el linfocito afectado (células B o células T) y la agresividad de la enfermedad.

Causas y factores de riesgo del linfoma

Aunque se desconocen las causas exactas del linfoma, se han identificado varios factores de riesgo. Algunos factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar linfoma incluyen:

  • Sistema inmunitario debilitado (por ejemplo, debido al virus de la inmunodeficiencia humana [VIH], trasplantes de órganos o enfermedades autoinmunes).
  • Infecciones virales, como el virus de Epstein-Barr o el VIH.
  • Antecedentes familiares de linfoma.
  • Exposición a sustancias químicas y pesticidas.
  • Edad avanzada.

Complicaciones del linfoma

El linfoma puede presentar complicaciones serias si no se diagnostica y trata a tiempo. Estas complicaciones pueden variar dependiendo del tipo de linfoma, su estadio y la salud general del paciente. Algunas de las complicaciones más comunes asociadas al linfoma incluyen: 

  • Infecciones recurrentes.
  • Anemia.
  • Trombocitopenia.
  • Compresión de órganos vitales, como la médula espinal o los vasos sanguíneos
  • Infiltración del cáncer en otros órganos.

Diagnóstico del linfoma

El proceso de diagnóstico del linfoma requiere un enfoque preciso y multidisciplinario para determinar con exactitud el tipo de linfoma y su estadio. Generalmente implica varios pasos que combinan la evaluación clínica con técnicas de diagnóstico avanzadas.

  • Examen físico y revisión del historial médico: el médico evaluará los síntomas, el historial médico y realizará un examen físico para detectar ganglios linfáticos inflamados u otras anomalías.
  • Biopsia: es la prueba definitiva para el diagnóstico del linfoma. Se extrae una muestra de tejido del ganglio linfático afectado o de otra área sospechosa para su análisis microscópico. En HM Hospitales, ofrecemos servicios de biopsia guiada por imagen
  • Pruebas de imagen: las pruebas de imagen, como la tomografía computarizada (TC), la resonancia magnética (RM) y la tomografía por emisión de positrones (PET), son cruciales para determinar la extensión del linfoma (estadificación) y evaluar la respuesta al tratamiento. En HM Hospitales, disponemos de tecnología de imagen avanzada, como la PET-TC, que combina la imagen metabólica de la PET con la información anatómica detallada de la TC. 
  • Análisis de sangre: los análisis de sangre, incluyendo hemograma completo, bioquímica y pruebas de función hepática y renal, ayudan a evaluar la salud general del paciente y a detectar posibles complicaciones. Además, se pueden realizar pruebas específicas para identificar marcadores tumorales o anomalías en las células sanguíneas.
  • Aspiración y biopsia de médula ósea: en algunos casos, se realiza una aspiración y biopsia de médula ósea para determinar si el linfoma se ha diseminado a la médula ósea.

Tratamiento del linfoma

El tratamiento del linfoma se personaliza según las características específicas de cada caso, incluyendo el tipo de linfoma, su etapa (extensión), la edad del paciente, su estado general de salud y otros factores individuales. 

  • Cambios en el estilo de vida: una dieta equilibrada, ejercicio regular y manejo del estrés pueden contribuir al bienestar general y fortalecer el sistema inmunitario. Es importante destacar que estos cambios no curan el linfoma, pero pueden mejorar la calidad de vida del paciente durante el tratamiento.
  • Fisioterapia: la fisioterapia puede ser beneficiosa para aliviar algunos síntomas del linfoma, como el dolor, la fatiga y la debilidad muscular. Ejercicios específicos y técnicas de terapia manual pueden ayudar a mejorar la movilidad, la fuerza y la resistencia. HM Hospitales ofrece servicios de fisioterapia especializados.
  • Terapias complementarias: algunas terapias complementarias, como la acupuntura, el yoga y la meditación, pueden ayudar a controlar los síntomas y mejorar el bienestar emocional del paciente. Es importante hablar con el médico antes de iniciar cualquier terapia complementaria, ya que algunas pueden interactuar con los tratamientos convencionales.
  • Quimioterapia: la quimioterapia es uno de los tratamientos más comunes para el linfoma. Utiliza medicamentos potentes para destruir las células cancerosas o detener su crecimiento. La quimioterapia puede administrarse por vía oral o intravenosa y, a menudo, se utiliza en combinación con otros tratamientos. Los efectos secundarios de la quimioterapia pueden variar según los medicamentos utilizados y la respuesta individual del paciente.
  • Inmunoterapia: la inmunoterapia es un tipo de tratamiento que utiliza el propio sistema inmunitario del paciente para combatir el cáncer. Los medicamentos de inmunoterapia ayudan al sistema inmunitario a reconocer y destruir las células cancerosas de manera más efectiva. Algunos ejemplos de inmunoterapia incluyen los anticuerpos monoclonales, los anticuerpos biespecíficos, y la terapia con células CAR-T.
  • Radioterapia: la radioterapia utiliza rayos X, gamma, electrones o protones de alta energía para destruir las células cancerosas. Puede administrarse externamente, mediante una máquina que dirige la radiación ionizante al área afectada, o internamente, mediante la colocación de material radiactivo cerca del tumor. La radioterapia puede utilizarse sola o en combinación con otros tratamientos, como la quimioterapia.
  • Terapia dirigida: la terapia dirigida utiliza medicamentos que se dirigen específicamente a las células cancerosas, minimizando el daño a las células sanas. Medicamentos como los inhibidores de puntos de control inmunitarios funcionan bloqueando las señales que promueven el crecimiento y la supervivencia de las células cancerosas. La terapia dirigida se utiliza a menudo en combinación con otros tratamientos.
  • Cirugía: la cirugía rara vez se utiliza como tratamiento principal para el linfoma, pero puede ser necesaria en algunos casos para extirpar un ganglio linfático o tumor grande que esté causando síntomas o complicaciones. También puede utilizarse para obtener una muestra de tejido para el diagnóstico (biopsia).
  • Trasplante de células madre: el trasplante de células madre implica la infusión de células madre sanas en el paciente para reemplazar las células de la médula ósea dañadas por la quimioterapia o la radioterapia. Puede ser un trasplante autólogo (utilizando las propias células madre del paciente) o un trasplante alogénico (utilizando células madre de un donante). HM Hospitales cuenta con un programa de trasplante de células madre.

El abordaje del linfoma a menudo requiere un enfoque multidisciplinar, con la colaboración de hematólogos, oncólogos médicos, oncólogos radioterápicos, patólogos y otros especialistas.  En HM Hospitales, nuestro equipo multidisciplinar trabaja en estrecha colaboración para desarrollar un plan de tratamiento integral y personalizado para cada paciente.

Recuerda que este artículo tiene un fin informativo y no sustituye la valoración médica profesional. Si sospechas que tienes linfoma, consulta con un especialista para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado a tus necesidades.

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