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Cardiología

Estenosis aórtica

La estenosis aórtica afecta a aproximadamente el 2% de las personas mayores de 65 años, siendo más común en hombres que en mujeres.
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¿Qué es la estenosis aórtica?

La estenosis aórtica es una enfermedad cardíaca valvular que afecta el flujo sanguíneo desde el corazón hacia el resto del cuerpo. Se caracteriza por el estrechamiento de la abertura de la válvula aórtica, situada entre el ventrículo izquierdo (la cámara de bombeo principal del corazón) y la aorta (la arteria principal que lleva sangre al cuerpo). Esta válvula controla el flujo de sangre desde el corazón hacia la aorta, la arteria principal del cuerpo. El estrechamiento dificulta el bombeo de sangre, lo que obliga al corazón a trabajar más. Esto puede debilitar el corazón con el tiempo y causar diversos problemas de salud.

Varón con malestar en la zona del corazón

Síntomas de la estenosis aórtica

Los síntomas de la estenosis aórtica pueden variar ampliamente, desde leves a graves, e incluso pueden estar ausentes en las etapas iniciales. Muchas personas con estenosis aórtica leve o moderada no experimentan síntomas durante años. Sin embargo, a medida que la enfermedad avanza, los síntomas pueden volverse más notorios e incluyen:

Dolor en el pecho (angina de pecho):

se produce por la falta de flujo sanguíneo adecuado al músculo cardíaco.

Desmayos (síncope):

causados por la reducción del flujo sanguíneo al cerebro.

Dificultad para respirar (disnea):

especialmente durante el ejercicio debido a la acumulación de líquido en los pulmones.

Fatiga:

sensación de cansancio extremo, incluso después de un esfuerzo mínimo.

Sensación de latidos cardíacos rápidos o irregulares (palpitaciones):

percepción de latidos fuertes, rápidos o irregulares.

La gravedad y la presentación de los síntomas pueden variar significativamente de una persona a otra. Algunas personas pueden no experimentar ningún síntoma hasta que la estenosis sea grave.

Clasificación de la estenosis aórtica

Para determinar la gravedad de la estenosis aórtica y guiar el tratamiento, se utiliza una clasificación basada en el grado de estrechamiento de la válvula, la velocidad del flujo sanguíneo a través de la válvula y el gradiente de presión entre el ventrículo izquierdo y la aorta. Esta clasificación ayuda a los médicos a determinar la urgencia del tratamiento:

  • Leve: el estrechamiento de la válvula es mínimo y generalmente no causa síntomas significativos.
  • Moderada: el estrechamiento es más significativo y puede comenzar a causar síntomas, especialmente durante el ejercicio físico.
  • Grave: el estrechamiento es severo y generalmente causa síntomas notables, incluso en reposo.
  • Crítica: el estrechamiento es extremadamente grave y requiere tratamiento urgente.

Causas de la estenosis aórtica

La estenosis aórtica se desarrolla debido a cambios en la estructura y función de la válvula aórtica. Estos cambios pueden ser congénitos o adquiridos a lo largo de la vida. Las causas más comunes son:

  • Fiebre reumática: es una complicación poco frecuente de una infección estreptocócica no tratada, como la faringitis estreptocócica. La fiebre reumática puede causar inflamación y daño a las válvulas cardíacas, incluyendo la válvula aórtica. Con el tiempo, la inflamación crónica puede provocar cicatrización y estrechamiento de la válvula, lo que lleva a la estenosis aórtica. Aunque la fiebre reumática era una causa común de estenosis aórtica en el pasado, su incidencia ha disminuido significativamente gracias al uso de antibióticos para tratar las infecciones estreptocócicas.
  • Calcificación: la calcificación de la válvula aórtica es la causa más frecuente de estenosis aórtica en adultos, especialmente en personas mayores de 65 años. Este proceso implica la acumulación gradual de depósitos de calcio en las valvas de la válvula. La fisiopatología de la calcificación valvular es compleja y similar a la aterosclerosis, que afecta a las arterias. Se cree que la inflamación, el estrés oxidativo y la disfunción endotelial desempeñan un papel importante en el desarrollo de la calcificación. Con el tiempo, los depósitos de calcio endurecen las valvas, reduciendo su flexibilidad e impidiendo que se abran y cierren correctamente. Esto obstruye el flujo sanguíneo a través de la válvula, lo que obliga al corazón a trabajar más intensamente.
  • Válvula aórtica bicúspide congénita: es una anomalía congénita en la que la válvula aórtica tiene dos valvas en lugar de las tres habituales. Esta condición está presente en aproximadamente el 1-2% de la población. La genética juega un papel importante en el desarrollo de la válvula aórtica bicúspide, aunque la causa exacta no se conoce completamente. Se han identificado varios genes que pueden estar involucrados. La válvula bicúspide es más propensa a la calcificación y al desarrollo de estenosis aórtica a una edad más temprana que la válvula tricúspide normal. La mayor tensión mecánica en las dos valvas puede contribuir a la degeneración y calcificación prematuras.

Complicaciones de la estenosis aórtica

La estenosis aórtica, si no se trata, puede dar lugar a diversas complicaciones que afectan la salud del corazón y del cuerpo en general. Es importante conocer estas posibles complicaciones para entender la importancia del diagnóstico y tratamiento tempranos. Algunas de estas complicaciones son:

  • Insuficiencia cardíaca.
  • Ritmos cardíacos anormales (arritmias).
  • Endocarditis.
  • Accidente cerebrovascular.
  • Muerte súbita cardíaca.

Diagnóstico de la estenosis aórtica

El proceso de diagnóstico de la estenosis aórtica implica una serie de pruebas y evaluaciones para determinar la presencia y gravedad de la afección. Un diagnóstico preciso es fundamental para determinar el tratamiento más adecuado.

  • Examen físico: la evaluación inicial generalmente comienza con un examen físico completo. Durante la auscultación cardíaca con un estetoscopio, el médico puede detectar un soplo sistólico, un sonido característico producido por el flujo turbulento de la sangre a través de la válvula aórtica estrecha. La intensidad y las características del soplo pueden proporcionar pistas sobre la gravedad de la estenosis.
  • Electrocardiograma (ECG): esta prueba registra la actividad eléctrica del corazón y puede mostrar signos de hipertrofia ventricular izquierda (engrosamiento del músculo cardíaco del ventrículo izquierdo), que es una respuesta común a la estenosis aórtica. El ECG también puede detectar arritmias cardíacas. Sin embargo, el ECG no es específico para la estenosis aórtica y puede ser normal en casos leves.
  • Radiografía de tórax: una radiografía de tórax puede mostrar un agrandamiento del corazón, que puede ser un signo de estenosis aórtica. También puede mostrar calcificación de la válvula aórtica.
  • Ecocardiograma: esta es la prueba más importante para diagnosticar la estenosis aórtica. Utiliza ondas sonoras para crear imágenes del corazón y las válvulas, lo que permite al médico evaluar la estructura y función de la válvula aórtica. El ecocardiograma Doppler, una forma especializada de ecocardiografía, mide la velocidad del flujo sanguíneo a través de la válvula aórtica, lo que ayuda a determinar la gravedad de la estenosis. También se puede utilizar un ecocardiograma transesofágico, en el que se introduce una sonda con un transductor en el esófago, para obtener imágenes más detalladas de la válvula aórtica. En HM Hospitales, disponemos de tecnología avanzada de ecocardiografía, incluyendo ecocardiografía transesofágica y ecocardiografía 3D, para un diagnóstico preciso.
  • Cateterismo cardíaco: es un procedimiento invasivo que se utiliza con menos frecuencia en el diagnóstico de la estenosis aórtica, generalmente cuando los resultados del ecocardiograma no son concluyentes o se necesita información adicional sobre las arterias coronarias. Durante este procedimiento, se introduce un catéter delgado y flexible en una arteria de la pierna o del brazo y se guía hasta el corazón. Se inyecta un medio de contraste para visualizar las arterias coronarias y las cámaras del corazón. El cateterismo cardíaco proporciona información precisa sobre el gradiente de presión a través de la válvula aórtica y la función ventricular izquierda.

Tratamientos de la estenosis aórtica

Las opciones de tratamiento para la estenosis aórtica varían según la gravedad de la condición y la presencia de síntomas. El objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas, mejorar la función cardíaca y prevenir complicaciones.

  • Seguimiento regular: en casos leves o asintomáticos, el médico puede recomendar un seguimiento regular con ecocardiogramas para controlar la progresión de la estenosis. La frecuencia del seguimiento dependerá de la gravedad de la estenosis y de la presencia de otros factores de riesgo.
  • Medicamentos: se pueden usar medicamentos para controlar los síntomas asociados con la estenosis aórtica, como la presión arterial alta, la angina de pecho y la insuficiencia cardíaca. Los medicamentos comúnmente utilizados incluyen diuréticos, betabloqueantes, inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) y bloqueadores de los canales de calcio. Sin embargo, es importante destacar que ningún medicamento puede curar la estenosis aórtica o revertir el estrechamiento de la válvula.
  • Cirugía de reemplazo valvular aórtico (SAVR): es un procedimiento quirúrgico a corazón abierto en el que se extrae la válvula aórtica dañada y se reemplaza por una válvula protésica. Las válvulas protésicas pueden ser mecánicas (hechas de materiales sintéticos) o biológicas (derivadas de tejido animal o humano). Las válvulas mecánicas son más duraderas, pero requieren anticoagulación de por vida. Las válvulas biológicas no requieren anticoagulación a largo plazo, pero tienen una vida útil limitada
  • Reemplazo valvular aórtico transcatéter (TAVR): el TAVR es un procedimiento menos invasivo que la SAVR. Se inserta un catéter en una arteria, generalmente en la ingle, y se avanza hasta la válvula aórtica. A través del catéter, se implanta una nueva válvula dentro de la válvula aórtica dañada. El TAVR es una opción para pacientes con alto riesgo quirúrgico o que no son candidatos para la cirugía a corazón abierto.

La elección entre SAVR y TAVR se basa en una evaluación cuidadosa de las características individuales del paciente, incluyendo la edad, el estado general de salud y la anatomía de la válvula aórtica.

Recuerda que este artículo tiene un fin informativo y no sustituye la valoración médica profesional. Si sospechas que tienes estenosis aórtica, consulta con un especialista para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado a tus necesidades.

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