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Oncología

Cáncer de ovario

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de ovario es el quinto cáncer más común en mujeres.
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¿Qué es el cáncer de ovario?

El cáncer de ovario, una enfermedad que comienza en los ovarios, representa un desafío significativo para la salud de las mujeres. Con una incidencia considerable, es fundamental comprender sus características, síntomas y opciones de tratamiento.

Comprender qué es el cáncer de ovario es el primer paso para abordarlo eficazmente. El cáncer de ovario se origina en los ovarios, dos pequeños órganos que forman parte del sistema reproductor femenino y que se encargan de producir óvulos y hormonas como el estrógeno y la progesterona. Este tipo de cáncer se produce cuando las células de los ovarios crecen sin control, formando un tumor. El cáncer de ovario puede afectar la salud general de la mujer y su capacidad reproductiva.

A menudo se diagnostica en etapas tardías, lo que dificulta su tratamiento y reduce las posibilidades de supervivencia. Además, si no se trata, este tumor puede propagarse (metástasis) a otras partes del cuerpo, como el útero, las trompas de Falopio, la vejiga, el recto, el hígado, los pulmones y los ganglios linfáticos.

Información sobre el cáncer de ovario y la importancia de reconocer sus síntomas para un diagnóstico temprano

Síntomas del cáncer de ovario

Reconocer los síntomas del cáncer de ovario puede ser crucial para un diagnóstico temprano. Desafortunadamente, en las etapas iniciales, el cáncer de ovario a menudo no presenta síntomas perceptibles, lo que dificulta su detección. Sin embargo, a medida que la enfermedad progresa, pueden aparecer ciertos signos que indican la presencia de un problema. Es importante destacar que estos síntomas pueden variar de una persona a otra y pueden ser causados por otras afecciones benignas. A medida que el cáncer avanza, pueden aparecer síntomas como:

Hinchazón o inflamación abdominal.

Dolor pélvico o abdominal.

Dificultad para comer o sentirse llena rápidamente.

Necesidad de orinar con más frecuencia.

Cambios en los hábitos intestinales (estreñimiento o diarrea).

Fatiga.

Dolor de espalda.

Indigestión o gases.

Cambios en el ciclo menstrual.

Es importante destacar que la gravedad y la presentación de los síntomas pueden variar de una persona a otra. Algunas mujeres pueden experimentar síntomas leves, mientras que otras pueden tener síntomas más intensos. Si experimenta alguno de estos síntomas, es fundamental consultar a un médico para un diagnóstico preciso.

Clasificación del cáncer de ovario

La clasificación del cáncer de ovario es esencial para determinar el mejor curso de tratamiento.  El cáncer de ovario se clasifica según el tipo de célula donde se origina y el grado en que las células cancerosas se parecen a las células normales del ovario (grado). Esta clasificación ayuda a los médicos a comprender el comportamiento del tumor y a predecir su probabilidad de crecimiento y diseminación. Los tipos más comunes de cáncer de ovario son:

  • Carcinoma epitelial: la mayoría de los cánceres de ovario comienzan en las células que cubren la superficie del ovario. Estos se dividen en varios subtipos, incluyendo seroso, mucinoso, endometrioide y de células claras. El carcinoma epitelial de ovario es el más prevalente, representando más del 95% de los casos.
  • Tumores de células germinales: se originan en las células que producen los óvulos.
  • Tumores del estroma: comienzan en las células del tejido conectivo que mantienen unido al ovario y que producen las hormonas femeninas estrógeno y progesterona.

La etapa del cáncer se determina mediante un sistema de clasificación (como el sistema FIGO) que describe la extensión del cáncer en el cuerpo. Las etapas van desde I (localizado) hasta IV (metástasis distante).

Causas del cáncer de ovario

Las causas exactas del cáncer de ovario aún no se comprenden completamente. Aunque se desconocen las causas exactas, se han identificado factores de riesgo para el cáncer de ovario epitelial. Un hallazgo clave es que el cáncer a menudo comienza en las trompas de Falopio, no en los ovarios en sí. 

Teorías adicionales sugieren una relación entre la ovulación y el riesgo de cáncer, dado que el embarazo y las píldoras anticonceptivas (que reducen la ovulación) disminuyen el riesgo. La ligadura de trompas y la histerectomía también reducen el riesgo, posiblemente al bloquear el paso de carcinógenos desde la vagina hasta los ovarios.

Factores de riesgo del cáncer de ovario

Identificar los factores de riesgo del cáncer de ovario puede ayudar a las mujeres a comprender su probabilidad individual de desarrollar la enfermedad y a tomar medidas preventivas. Si bien tener uno o más factores de riesgo no significa que una mujer definitivamente desarrollará cáncer de ovario, aumenta la probabilidad en comparación con las mujeres sin estos factores. Algunos de los factores de riesgo más comunes incluyen: edad avanzada, antecedentes familiares de cáncer de ovario o de mama, mutaciones genéticas (como BRCA1 y BRCA2), obesidad, terapia hormonal posmenopáusica, nunca haber estado embarazada y endometriosis.

Complicaciones del cáncer de ovario

El cáncer de ovario, si no se trata, puede dar lugar a una serie de complicaciones que afectan la salud y la calidad de vida. La diseminación del cáncer a otras partes del cuerpo (metástasis) es una complicación grave. Las metástasis pueden ocurrir en órganos cercanos, como las trompas de Falopio, el útero y la vejiga, o en órganos distantes, como los pulmones, el hígado y los huesos. Además, el cáncer de ovario puede causar dolor pélvico o abdominal crónico, obstrucción intestinal, infertilidad y otros problemas de salud. 

Es fundamental buscar atención médica si se sospecha de cáncer de ovario. El diagnóstico y el tratamiento temprano son cruciales para mejorar las posibilidades de supervivencia.

Diagnóstico del cáncer de ovario

El diagnóstico preciso y temprano del cáncer de ovario es fundamental para un tratamiento efectivo y para mejorar las posibilidades de supervivencia. Dado que los síntomas tempranos a menudo son vagos o inexistentes, el diagnóstico suele ocurrir en etapas más avanzadas de la enfermedad. El proceso de diagnóstico generalmente comienza con una evaluación exhaustiva de los antecedentes médicos y un examen físico, incluyendo un examen pélvico para palpar los ovarios y detectar cualquier anomalía. A continuación, se realizan una serie de pruebas para confirmar o descartar la presencia de cáncer de ovario:

  • Ecografía transvaginal: esta prueba utiliza ondas sonoras para crear imágenes de los ovarios y otros órganos pélvicos. Permite visualizar la forma, el tamaño y la estructura de los ovarios, y puede detectar la presencia de masas o quistes. Es una prueba indolora y no invasiva.
  • Análisis de sangre CA-125: el CA-125 es un marcador tumoral que puede estar elevado en mujeres con cáncer de ovario. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los niveles de CA-125 también pueden aumentar en otras condiciones, como la endometriosis, la enfermedad inflamatoria pélvica y el embarazo. Por lo tanto, esta prueba no es diagnóstica por sí sola, sino que se utiliza en conjunto con otras pruebas.
  • Tomografía computarizada (TC): utiliza rayos X para crear imágenes transversales del cuerpo. Es útil para evaluar la extensión del cáncer en el abdomen y la pelvis, y para detectar la presencia de metástasis en otros órganos, como los ganglios linfáticos, el hígado o los pulmones.
  • Resonancia magnética (RM): utiliza campos magnéticos y ondas de radio para crear imágenes detalladas de los órganos internos. Proporciona información más precisa que la TC sobre la ubicación y el tamaño del tumor, y puede ayudar a distinguir entre tumores benignos y malignos.
  • Biopsia: es la única forma definitiva de diagnosticar el cáncer de ovario. Implica la extracción de una pequeña muestra de tejido del ovario para su análisis microscópico. La biopsia puede realizarse mediante laparoscopia, una cirugía mínimamente invasiva, o mediante laparotomía, una cirugía abierta.

En HM Hospitales, contamos con tecnología avanzada para el diagnóstico por imagen, como la ecografía transvaginal y la RM, que permiten una evaluación precisa de los ovarios y la detección temprana de anomalías. Además, nuestro equipo de ginecólogos expertos realiza biopsias para confirmar el diagnóstico y determinar el tipo y la etapa del cáncer.

Tratamiento del cáncer de ovario

El tratamiento del cáncer de ovario se individualiza según la etapa del cáncer, el tipo de tumor, la edad y el estado general de salud de la paciente, y sus preferencias personales. El objetivo del tratamiento es eliminar el cáncer o controlar su crecimiento y aliviar los síntomas. La mayoría de las mujeres con cáncer de ovario reciben una combinación de cirugía y quimioterapia.

  • Cirugía: es a menudo el primer paso en el tratamiento del cáncer de ovario. El tipo de cirugía depende de la etapa del cáncer y puede incluir la extirpación de uno o ambos ovarios (ooforectomía), las trompas de Falopio (salpingectomía) y el útero (histerectomía). En algunos casos, también se extirpan los ganglios linfáticos cercanos para determinar si el cáncer se ha diseminado. En HM Hospitales, ofrecemos cirugía robótica con el sistema Da Vinci, que proporciona una mayor precisión, incisiones más pequeñas y una recuperación más rápida.
  • Quimioterapia: utiliza medicamentos para destruir las células cancerosas. Puede administrarse por vía intravenosa o por vía oral, y a menudo se administra después de la cirugía para eliminar cualquier célula cancerosa restante. La quimioterapia también puede usarse antes de la cirugía para reducir el tamaño del tumor y facilitar su extirpación.
  • Radioterapia: utiliza rayos X de alta energía para destruir las células cancerosas. Se utiliza con menos frecuencia en el tratamiento del cáncer de ovario que la cirugía y la quimioterapia, pero puede ser útil en algunos casos, como para tratar el cáncer que se ha diseminado a otras partes del cuerpo.
  • Terapia dirigida: emplea medicamentos que se dirigen a características específicas de las células cancerosas, como proteínas o genes que promueven el crecimiento del cáncer. Estos medicamentos pueden ser más efectivos que la quimioterapia tradicional y tener menos efectos secundarios.
  • Inmunoterapia: ayuda al sistema inmunológico del cuerpo a combatir el cáncer. Algunos tipos de inmunoterapia, como los inhibidores de puntos de control inmunitario, pueden ser efectivos en el tratamiento del cáncer de ovario avanzado.
  • Terapia hormonal: en algunos casos de cáncer de ovario, las hormonas pueden influir en el crecimiento del tumor. La terapia hormonal se utiliza para bloquear los efectos de estas hormonas y detener o ralentizar el crecimiento del cáncer. Este tipo de terapia puede ser especialmente útil en mujeres con cáncer de ovario avanzado o recurrente.
  • Quimioterapia intraperitoneal hipertérmica (HIPEC): es un procedimiento quirúrgico que administra quimioterapia directamente en la cavidad abdominal después de la cirugía para extirpar el tumor. La quimioterapia se calienta a una temperatura alta para aumentar su efectividad. La HIPEC puede ser una opción para mujeres con cáncer de ovario avanzado que se ha diseminado al peritoneo (el revestimiento de la cavidad abdominal).

En HM Hospitales, contamos con oncólogos especializados en el tratamiento del cáncer de ovario que desarrollan planes de tratamiento personalizados para cada paciente, incluyendo la posibilidad de terapia hormonal e HIPEC cuando sea apropiado.

Recuerda que este artículo tiene un fin informativo y no sustituye la valoración médica profesional. Si sospechas que tienes cáncer de ovario, consulta con un especialista para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado a tus necesidades.

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