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Cardiología

Angina de pecho

La angina de pecho afecta a casi 20 millones de personas en todo el mundo.
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¿Qué es la angina de pecho?

La angina de pecho se produce cuando el músculo cardíaco no recibe suficiente riesgo sanguíneo, generalmente debido al estrechamiento de las arterias coronarias. Este estrechamiento suele ser causado por la acumulación de placa, compuesta por colesterol, grasas y otras sustancias, en las paredes arteriales (arteriosclerosis). Esta placa reduce el flujo sanguíneo al corazón, provocando dolor y molestias. 

La angina de pecho puede limitar significativamente la actividad física y la calidad de vida del paciente, además de aumentar el riesgo de eventos cardíacos graves.

Revisión médica ritmo cardíaco

Síntomas de la angina de pecho

La angina de pecho se manifiesta como una molestia en el pecho, que puede ser leve o intensa, y que a menudo seLa angina de pecho se manifiesta como una molestia en el pecho, que puede ser leve o intensa, y que a menudo se describe como: describe como:

Presión:

sensación de opresión o constricción en el pecho, como si un peso estuviera apoyado sobre él.

Opresión:

sensación de constricción o estrechamiento en el pecho.

Pesadez:

sensación de pesadez o plenitud en el pecho.

Ardor:

sensación de ardor o quemazón en el pecho.

Dolor sordo:

un dolor no agudo ni punzante, sino más bien una molestia generalizada.

El dolor o la molestia pueden irradiarse a otras áreas del cuerpo, como:

  • Brazos: generalmente al brazo izquierdo, pero también puede afectar al derecho o a ambos.
  • Hombros: sensación de dolor o pesadez en uno o ambos hombros.
  • Cuello: dolor o rigidez en el cuello.
  • Mandíbula: dolor o presión en la mandíbula, exclusivamente en la parte inferior.
  • Espalda: dolor en la parte superior de la espalda, entre los omóplatos.

Además del dolor en el pecho, otros síntomas que pueden acompañar a la angina de pecho incluyen:

  • Dificultad para respirar (disnea): sensación de falta de aire, especialmente durante el esfuerzo. Puede ser leve o intensa, llegando incluso a la sensación de ahogo.
  • Fatiga: cansancio inusual o falta de energía, incluso después de un descanso adecuado. Puede manifestarse como debilidad generalizada o falta de motivación.
  • Náuseas o indigestión: sensación de malestar estomacal, náuseas o vómitos, especialmente después de las comidas o durante un episodio de angina.
  • Mareos o aturdimiento: sensación de inestabilidad, pérdida del equilibrio o desmayo.
  • Sudoración: transpiración excesiva, incluso en reposo o en ambientes frescos. Puede ser fría y pegajosa.

 

Es importante destacar que la gravedad y la presentación de los síntomas pueden variar de una persona a otra. Algunas personas pueden experimentar sólo una leve molestia, mientras que otras pueden tener un dolor intenso.

Clasificación de la angina de pecho

La angina de pecho se clasifica en diferentes tipos según sus características y tiempo de presentación:

  • Angina estable (más de 3 meses): es el tipo más común. El dolor en el pecho es predecible y se desencadena por el esfuerzo físico o el estrés emocional. Suele durar unos minutos y se alivia con el reposo. 
  • Angina inestable (menos de 3 meses): es un tipo de angina más grave e impredecible. El dolor en el pecho puede ocurrir en reposo o con un esfuerzo mínimo, ser más intenso y durar más tiempo. Puede ser un signo de un ataque cardíaco inminente.
  • Angina variante (o de Prinzmetal): este tipo de angina es causado por un espasmo en las arterias coronarias. El dolor en el pecho puede ocurrir en reposo, a menudo por la noche o temprano en la mañana.

Causas de la angina de pecho

La causa más común de la angina de pecho es el estrechamiento de las arterias coronarias debido a la acumulación de placa, en las paredes arteriales (arteriosclerosis). Esta acumulación de placa, denominada ateroma, reduce el flujo sanguíneo al corazón, provocando isquemia y dolor.

Factores de riesgo de la angina de pecho

Existen diversos factores que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar esta afección. Algunos de estos son modificables, es decir, se pueden controlar mediante cambios en el estilo de vida, mientras que otros no son modificables (como la edad y el sexo masculino). Entre ellos destacan: 

  • Tabaquismo: el tabaco daña las paredes arteriales y favorece la formación de placa.
  • Presión arterial alta: la hipertensión arterial somete a un mayor esfuerzo al corazón y daña las arterias.
  • Colesterol alto: el exceso de colesterol en la sangre contribuye a la formación de placa.
  • Diabetes: la diabetes daña los vasos sanguíneos y aumenta el riesgo de aterosclerosis.
  • Obesidad: el exceso de peso aumenta la carga de trabajo del corazón y contribuye a otros factores de riesgo, como la hipertensión arterial y el colesterol alto.
  • Antecedentes familiares de cardiopatía: la predisposición genética puede aumentar el riesgo de desarrollar angina de pecho.
  • Edad avanzada: el riesgo de angina de pecho aumenta con la edad.
  • Falta de ejercicio: la inactividad física contribuye a la obesidad y otros factores de riesgo.

Complicaciones de la angina de pecho 

Si no se trata adecuadamente, la angina de pecho puede tener graves consecuencias para la salud:

  • Infarto de miocardio (ataque cardíaco): la oclusión parcial o total del flujo sanguíneo de la arteria coronaria puede progresar a un infarto de miocardio.
  • Insuficiencia cardíaca: la angina de pecho puede debilitar el músculo cardíaco con el tiempo, lo que puede provocar insuficiencia cardíaca.
  • Arritmias: la angina de pecho puede alterar el ritmo cardíaco, provocando arritmias potencialmente mortales.

Es fundamental buscar atención médica inmediata si se sospecha angina de pecho, especialmente si el dolor es nuevo, empeora o no se alivia con el reposo.

Diagnóstico de la angina de pecho

Un diagnóstico preciso de la angina de pecho es fundamental para determinar el mejor curso de acción y prevenir complicaciones graves. Dado que los síntomas de la angina de pecho pueden ser similares a los de otras afecciones, como la acidez estomacal, el reflujo gastroesofágico o los problemas musculoesqueléticos, es esencial realizar una evaluación exhaustiva para descartar otras posibles causas y confirmar el origen cardíaco de los síntomas. El diagnóstico de la angina de pecho implica una evaluación exhaustiva que combina la historia clínica con diversas pruebas diagnósticas:

  • Historia clínica y examen físico: el médico revisará los síntomas, los antecedentes médicos y los factores de riesgo del paciente.
  • Electrocardiograma (ECG): registra la actividad eléctrica del corazón y puede mostrar cambios sugestivos de isquemia durante un episodio de angina.
  • Prueba de esfuerzo: evalúa la respuesta del corazón al esfuerzo físico. El paciente camina en una cinta o pedalea en una bicicleta estática mientras se monitoriza su ECG, presión arterial y frecuencia cardíaca. Puede revelar isquemia inducida por el ejercicio.
  • Ecocardiograma: utiliza ondas sonoras para crear imágenes del corazón, lo que permite evaluar su estructura, función y flujo sanguíneo. Puede detectar áreas del corazón con movimiento anormal debido a la isquemia.
  • Gammagrafía miocárdica: un estudio de medicina nuclear que utiliza una pequeña cantidad de material radiactivo para evaluar el flujo sanguíneo al corazón. Puede mostrar áreas con flujo sanguíneo reducido, sugestivas de isquemia.
  • Coronariografía: un procedimiento invasivo que proporciona imágenes detalladas de las arterias coronarias. Se inserta un catéter en una arteria, generalmente en la muñeca, y se avanza hasta porción proximal de la aorta ascendente. Se inyecta un contraste iodado y se toman radiografías para visualizar las arterias coronarias. Permite identificar estrechamientos u obstrucciones.

En HM Hospitales contamos con un servicio de Hemodinámica Cardíaca que se encarga del estudio anatómico y funcional del corazón mediante la introducción de catéteres a través de las arterias y venas.

Tratamientos de la angina de pecho

El tratamiento de la angina de pecho se centra en aliviar los síntomas, mejorar el flujo sanguíneo al corazón y reducir el riesgo de complicaciones. Las opciones de tratamiento incluyen:

  • Cambios en el estilo de vida: dejar de fumar, seguir una dieta saludable baja en grasas saturadas y colesterol, hacer ejercicio regularmente, mantener un peso saludable y controlar el estrés son fundamentales.
  • Fisioterapia cardíaca: un programa de ejercicios supervisados puede ayudar a mejorar la salud cardiovascular.
  • Tratamiento farmacológico: existen diversas opciones farmacológicas para el manejo de los síntomas de la angina, entre ellas se encuentran los nitratos, los betabloqueantes, antagonistas del calcio, antiagregantes plaquetarios o estatinas.
  • Angioplastia coronaria (con colocación de stent): un procedimiento mínimamente invasivo que utiliza un catéter con un balón en la punta para abrir la arteria coronaria obstruida para posteriormente colocar un stent, un pequeño muelle de malla metálica, para mantener la arteria abierta.
  • Cirugía de bypass coronario: una cirugía a corazón abierto en la que se utiliza un vaso sanguíneo de otra parte del cuerpo para crear una nueva vía alrededor de la arteria coronaria obstruida. Se realiza en casos de obstrucciones severas o múltiples. 

El tratamiento de la angina de pecho a menudo implica un enfoque multidisciplinar, con la participación de cardiólogos, cirujanos cardiovasculares, enfermeras especialistas, fisioterapeutas y otros profesionales de la salud. 

Recuerda que este artículo tiene un fin informativo y no sustituye la valoración médica profesional. Si sospechas que tienes angina de pecho, consulta con un especialista para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado a tus necesidades.

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