Las fracturas por fragilidad son aquellas que se producen cuando el hueso es más frágil de lo establecido como normal, siendo su causa más frecuente, aunque no la única, la osteoporosis. Esta enfermedad se caracteriza por un deterioro progresivo de la cantidad y de la calidad del hueso y trae consigo un aumento del número de fracturas, que se localizan con mayor frecuencia en los cuerpos vertebrales, la muñeca y la cadera, aunque pueden producirse en cualquier otro hueso del organismo.
La incidencia de estas fracturas es elevada, siendo en la actualidad un importante problema socio-sanitario que, debido al incremento de la esperanza de vida de la población, será aún mayor en el futuro, en palabras del Dr. Oteo, quien cita algunos estudios que estiman que "en 2050 la población mayor de 65 años pasará de 323 millones a 1.600 millones, lo que traerá, por ejemplo, un aumento de la fractura de cadera, que llegará a afectar a 6,3 millones de personas".