Madrid, 20 de septiembre de 2012. El embarazo y el parto generan una situación excepcional y conllevan un sobreesfuerzo desde el punto de vista físico para las pacientes.
Además implica un daño para el suelo pélvico de éstas que, de no recuperarse adecuadamente, puede desembocar a medio plazo en problemas de incontinencia y disfunción sexual.
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