El jefe de Pediatría del Hospital HM Nens de Barcelona, Dr. Álvaro Díaz Conradi, explica que "el aislamiento evita el crecimiento de los niños porque necesitan socializarse para desarrollar sus habilidades físicas, cognitivas y sociales. En caso de producirse sin contratiempos, la vuelta al cole les será tremendamente beneficiosa". En este sentido, el contacto con otros niños y los profesores resulta imprescindible para que progresen en sus capacidades psicomotoras, de comunicación oral y escrita, resolución de problemas, agilidad, autoconfianza, empatía, curiosidad, imaginación, etc.
No obstante, tras haber pasado el último trimestre del curso en casa manteniendo únicamente contacto con los compañeros y profesores de forma digital sumado a los tres meses de vacaciones, el inicio del curso 2020-21 puede resultar más difícil para los niños y provocarles ansiedad. Por ello, para el Dr. Díaz Conradi "es importante que los padres refuercen la idea de que volver a clase es positivo y tiene múltiples ventajas".
Reticencia a recuperar las rutinas
La vuelta al cole supondrá recuperar las rutinas habituales, un hecho que puede causar rechazo. Si eso se produce, debe identificarse el motivo que lo provoca para saber cómo actuar. Los especialistas recomiendan que ante una situación de rechazo, los padres deben escuchar a sus hijos para saber qué les preocupa o no les gusta para resultar más persuasivos con sus argumentaciones. Los niños y adolescentes han de aprender a afrontar la adversidad y entender que las personas tienen obligaciones y que, a veces, hay que hacer cosas a pesar de que no gusten o se considere que no tienen utilidad. Hay que plantearles argumentos sencillos y encontrar siempre el aspecto positivo de la situación por muy complicada que parezca.
Los más pequeños serán quienes más resistencia van a poner a la hora de recuperar esas rutinas, aunque los más mayores tampoco escapan a esta situación. En este sentido, la coordinadora de Pediatría de HM Hospitales en Madrid, Dra. Isabel Romero, afirma que para los más pequeños "siempre es más complicado, pues tienen mayor apego a los padres. Sin duda, a ellos el confinamiento no les ha parecido tan malo y la opción de volver al cole les resulte a priori poco atractiva. A medida que van siendo más mayores necesitan la socialización, el juego con los amigos, la figura del profesor. Aquí la reticencia va a ser menor salvo que haya trascendido, y seguro que en mayor o menor grado lo ha hecho, el miedo al contagio".
Miedo al contagio
Durante el confinamiento, hay muchos niños que han perdido a sus abuelos y la mayoría han oído las conversaciones de los adultos y han absorbido la preocupación por la situación, por lo que también pueden mostrarse temerosos ante la posibilidad de contagiarse del COVID-19. Para evitar que este miedo surja, la Dra. Romero recomienda "expresarlo y compartirlo. El miedo es un sentimiento más y es importante que no lo censuremos por muy desproporcionado que sea. Hay que hacer ver al niño que entendemos que tenga miedo, que es algo normal que les pasa a muchas personas. La mejor forma de combatirlo es hablar de lo que lo genera. Dar información de forma correcta y apropiada a la capacidad de entender del niño y explicarle todo aquello que puede tener influencia o modificar su forma de vida".
Asimismo, les aportará tranquilidad transmitirles la importancia de respetar las nuevas normas de seguridad y los protocolos con los que se encontrarán en el centro escolar, ya que su cumplimiento ayudará a evitar el contagio.
En este sentido, los expertos aconsejan que se conciencie bien a los niños de que los hábitos han cambiado y que deberán mantener una distancia de seguridad siempre que sea posible, no compartir el material, lavarse las manos entre 3 y 6 veces a lo largo de la jornada escolar, protegerse con mascarilla en las zonas comunes los más pequeños y dentro de clase también, los alumnos de últimos cursos de Primaria, ESO y Bachillerato. Del mismo modo, recomiendan a los docentes potenciar las actividades al aire libre mientras las condiciones climatológicas lo permitan, pues el virus se transmite con más facilidad en espacios cerrados.
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