El Dr. Barriga señala que “cuando los pacientes acuden a la consulta explican síntomas raros y no convincentes. En estos casos intentamos indagar de forma sutil sobre la posible presencia de un conflicto con el padre o en ocasiones con el entrenador. Es importante determinar si el niño puede estar sometido a una excesiva presión y si es así, hablar con los padres sobre el tema intentando hacerle ver que en la infancia el deporte debe ser una forma de juego, relación y maduración pero sobre todo no competitivo. En los casos más severos la colaboración de un psicólogo puede ayudar”.
Los primeros casos se registran en las Ligas Infantiles de Béisbol en Estados Unidos y se conoce también como "Síndrome de la Gorra Verde del Tractorista" por la imagen del típico padre con gorra de béisbol verde de una conocida marca de tractores gritando desde la banda del campo a su hijo, a otros jugadores o al propio árbitro mientras se desarrolla un partido infantil o juvenil.
LA EXCESIVA PRESIÓN DEPORTIVA SOBRE LOS NIÑOS