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Mes 0

Semana 1

En el embarazo contamos por semanas desde el 1er día de tu última menstruación.
Se calcula así porque es una fecha que se conoce exactamente. Sin embargo, el día de la concepción es más difícil de precisar, depende del ciclo menstrual de cada mujer.

Traducido, esto quiere decir que en esta primera semana del proceso de embarazo, todavía no se ha producido la fecundación. De hecho, tienes la regla.

Tu bebé es todavía un proyecto.

Es importante que la mujer que desee quedarse embarazada acuda a revisión en su ginecólogo. Lo ideal sería que esa mujer ya se estuviera realizando sus revisiones ginecológicas periódicas pero es cierto que eso no siempre es así. Si que es entonces muy importante realizarla en ese momento.

¿Qué vacunas y revisiones son necesarias antes de quedarte embarazada? Es importante conocer la serología frente a determinadas infecciones como la rubeola o la varicela.

Médico paciente (15)

Semana 2

Dependiendo de si tienes un ciclo menstrual más o menos regular, de 28 días, a finales de esta semana es cuando comienza la ovulación y se produce la fecundación.

Un óvulo maduro saldrá del ovario y se instala en las trompas de Falopio. Tras la eyaculación en la vagina, los espermatozoides más fuertes inician la carrera hacia el óvulo.

Una vez que la cabeza de un espermatozoide consigue penetrar el óvulo, se fusionan en una célula madre o cigoto, que ya tiene toda la información genética (ADN) necesaria para convertirse en tu bebé.

En las primeras 24 horas, esta célula se dividirá en dos, y en los próximos días, en cuatro células, en ocho… y así se irá convirtiendo en una pequeña bolita de masa celular que se llama mórula.

Hm fecundation

Semana 3

Tu embarazo está en marcha, nunca mejor dicho. El óvulo fecundado o mórula, es decir, tu futuro bebé, se desplaza durante tres días por la trompa de Falopio en dirección al útero. La división de células sigue en progreso.

Cuando la mórula llega al útero, antes de elegir su lugar para implantarse, tiene que hacer una serie de cambios. Así que se queda flotando en la cavidad uterina entre dos y tres días.

Tras cigoto y mórula, llega un nuevo nombre para tu bebé. Y es que la mórula se va a transformar en blastocisto. Sus células se han separado en dos capas y tienen misiones diferentes.

Las de la parte exterior formarán las membranas amnióticas, el cordón umbilical y la placenta. Las células de la parte interior se transforman en el embrión. Ahora sí, el blastocisto se adhiere a la pared del útero, protegido por su membrana.

Hm ovule

Semana 4

Continúa la implantación de tu bebé en el útero. Lo que será la placenta (el trofoblasto) empieza a producir la hormona del embarazo hCG (gonadotropina coriónica humana).

Es la encargada de impedir que sigas teniendo la regla. Cuando notes tu primera falta, si te haces el test de orina y ya se detecta la hormona hCG, dará positivo.

Tu bebé tiene por delante la tarea de formar la bolsa amniótica, que contiene el líquido que le va a proteger y le aportará un hábitat con la temperatura idónea. Se crea también el saco vitelino, que se encargará de administrar los nutrientes al bebé hasta que la placenta y el cordón umbilical le tomen el relevo.

Shutterstock 2384414711

Semana 5

Las células del embrión, que son células madre con ultrapoderes, asumirán funciones específicas para que, desde esta semana y durante el primer trimestre de embarazo, tu bebé forme sus principales sistemas y estructuras, sus tejidos y órganos.

Un grupo de células se encargará de los órganos del aparato digestivo y del aparato respiratorio. Otro grupo dará origen al sistema nervioso y los órganos de los sentidos. Y un tercer grupo, asegurará la formación del esqueleto y de los músculos. Empieza el periodo embrionario.

Comienza a formarse el sistema nervioso central. El embrión tiene un tubo neuronal que, primero, creará la médula espinal y, luego, el cerebro. Se desarrollan las células sanguíneas, responsables del corazón y el sistema circulatorio.

Están en marcha la creación de la placenta y el cordón umbilical, elementos clave en el intercambio que vas a tener con tu bebé.

Debes tener en cuenta que la sangre del cordón umbilical del recién nacido es una fuente de células madre. Las células madre son las responsables de la regeneración y de la reparación de tejidos y órganos después de lesiones y enfermedades, por eso son tan importantes para la medicina.

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