Cada año, aproximadamente 79.000 personas son diagnosticadas con tumores primarios del sistema nervioso central (SNC), incluyendo tumores medulares, y alrededor de 24.000 de estos son malignos.
Los tumores medulares son masas anormales de tejido que crecen dentro del canal espinal o cerca de la médula espinal. Estos tumores pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Los tumores pueden ejercer presión sobre la médula espinal y los nervios, lo que puede provocar dolor, problemas neurológicos y, en algunos casos, discapacidad. El impacto de un tumor medular en la salud de un paciente depende de su tamaño, tipo, ubicación y velocidad de crecimiento.
Síntomas de los tumores medulares
Los síntomas de los tumores medulares pueden ser muy variados, dependiendo de la ubicación, el tamaño y la velocidad de crecimiento del tumor. Es importante estar atento a cualquier cambio inusual en el cuerpo y consultar a un médico si se experimentan síntomas persistentes. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:
Dolor:
puede ser en la espalda, el cuello o las extremidades. El dolor puede ser constante, sordo o agudo, y puede empeorar con la actividad o por la noche.
Debilidad muscular:
puede afectar las piernas, los brazos o ambos. La debilidad puede ser progresiva y puede dificultar la marcha, la escritura o la realización de otras actividades cotidianas.
Entumecimiento u hormigueo:
puede afectar las extremidades, el tronco o la cara. El entumecimiento o el hormigueo pueden ser constantes o intermitentes.
Problemas de coordinación:
puede causar dificultad para caminar, mantener el equilibrio o realizar movimientos finos.
Cambios en los hábitos intestinales o de la vejiga:
puede causar dificultad para orinar o defecar, incontinencia o estreñimiento.
Deformidad de la columna:
puede ser causada por tumores grandes que ejercen presión sobre las vértebras.
Clasificación de los tumores medulares
La clasificación de los tumores medulares es fundamental para comprender su comportamiento y determinar el enfoque de tratamiento más adecuado. Los tumores se pueden clasificar según su ubicación dentro o alrededor de la médula espinal, así como por el tipo de célula de la que se originan:
Según su ubicación:
Tumores intramedulares: se originan dentro de la médula espinal.
Tumores extramedulares intradurales: se desarrollan dentro del canal espinal pero fuera de la médula espinal, dentro de la duramadre (la membrana que rodea la médula espinal).
Tumores extramedulares extradurales: se desarrollan fuera de la duramadre, en el hueso de la columna vertebral o en los tejidos blandos circundantes.
Según el tipo de célula:
Meningiomas: tumores que se originan en las meninges (las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal).
Schwannomas: tumores que se originan en las células de Schwann, que rodean y aíslan las fibras nerviosas.
Ependimomas: tumores que se originan en las células ependimarias, que recubren los ventrículos del cerebro y el canal central de la médula espinal.
Astrocitomas: tumores que se originan en los astrocitos, un tipo de célula glial que sostiene y nutre las neuronas.
Metástasis: tumores que se han diseminado desde otras partes del cuerpo hasta la médula espinal.
Causas y factores de riesgo de los tumores medulares
En la mayoría de los casos, se desconoce la causa exacta de los tumores medulares. Algunos tumores medulares están asociados con síndromes genéticos hereditarios, como la neurofibromatosis tipo 2 y la enfermedad de Von Hippel-Lindau. En estos casos, los tumores pueden desarrollarse como parte de un conjunto de problemas de salud más amplio. Sin embargo, la mayoría de los tumores medulares ocurren de forma espontánea, sin una causa clara identificable. La exposición a ciertas sustancias químicas o radiación también puede aumentar el riesgo de desarrollar tumores medulares.
Los tumores medulares, si no se detectan y tratan a tiempo, pueden llevar a una serie de complicaciones que impactan la calidad de vida. Estas complicaciones pueden variar en gravedad y dependerán del tamaño, la ubicación y el tipo de tumor. Algunas de las complicaciones más comunes son:
Dolor crónico: el dolor persistente puede afectar significativamente la calidad de vida.
Debilidad muscular: la pérdida de fuerza muscular puede limitar la movilidad y la independencia.
Pérdida de sensibilidad: el entumecimiento y la pérdida de sensibilidad pueden dificultar la realización de tareas cotidianas.
Problemas intestinales y de vejiga: la incontinencia o la dificultad para orinar pueden afectar la calidad de vida y la autoestima.
Parálisis: en casos graves, los tumores medulares pueden causar parálisis permanente.
Disfunción sexual: los tumores medulares pueden afectar la función sexual.
Si experimenta alguno de los síntomas de un tumor medular, es importante que consulte a un médico de inmediato. El diagnóstico y tratamiento tempranos pueden ayudar a prevenir complicaciones graves.
Diagnóstico de los tumores medulares
El diagnóstico de los tumores medulares es un proceso que requiere una evaluación exhaustiva por parte de un equipo médico especializado. No existe una prueba única que pueda confirmar la presencia de un tumor medular, por lo que se utilizan diferentes herramientas y técnicas para llegar a un diagnóstico preciso. El proceso de diagnóstico generalmente implica una combinación de pruebas y procedimientos. Estos pueden incluir:
Historia clínica y examen físico y neurológico: el médico recopilará información sobre sus síntomas, antecedentes y realizará un examen para evaluar su función neurológica. Esto ayuda a identificar la posible ubicación y tamaño del tumor.
Resonancia magnética (RM): la RM es la prueba de imagen más importante. Utiliza imanes y ondas de radio para crear imágenes detalladas de la médula espinal, mostrando el tumor, su tamaño, ubicación y si comprime la médula o los nervios. También ayuda a diferenciar entre tumores benignos y malignos.
Tomografía computarizada (TC): la TC utiliza radiación ionizante para crear imágenes de la médula espinal y la columna vertebral. Es útil para evaluar la estructura ósea de la columna y detectar si el tumor ha afectado a las vértebras.
Biopsia: se extrae una muestra de tejido del tumor para analizarla en el laboratorio. Esto determina si el tumor es benigno o maligno y qué tipo de células lo componen, lo cual es crucial para planificar el tratamiento.
Punción lumbar (análisis del líquido cefalorraquídeo): se obtiene una muestra del líquido que rodea el cerebro y la médula espinal para descartar otras enfermedades con síntomas similares, como infecciones o inflamación.
Tratamiento de los tumores medulares
El tratamiento de los tumores medulares es un proceso complejo que requiere un enfoque individualizado y multidisciplinario. El tratamiento de los tumores medulares depende del tipo de tumor, su ubicación, su tamaño y su estado general de salud. Las opciones de tratamiento pueden incluir:
Cirugía: la cirugía es el tratamiento principal para la mayoría de los tumores medulares. El objetivo de la cirugía es extirpar la mayor cantidad posible de tumor sin dañar la médula espinal ni los nervios circundantes.
Radioterapia: la radioterapia utiliza rayos X de alta energía u otras formas de radiación para destruir las células tumorales. La radioterapia se puede utilizar después de la cirugía para destruir cualquier célula tumoral restante o para tratar tumores que no se pueden extirpar quirúrgicamente.
Quimioterapia: la quimioterapia utiliza medicamentos para destruir las células tumorales. La quimioterapia se puede utilizar para tratar tumores cancerosos que se han diseminado a otras partes del cuerpo.
Medicamentos: se pueden utilizar medicamentos para controlar los síntomas de los tumores medulares, como el dolor, la inflamación y la espasticidad muscular.
Rehabilitación: la rehabilitación puede ayudar a los pacientes a recuperar la función y la independencia después del tratamiento de un tumor medular. La rehabilitación puede incluir fisioterapia, terapia ocupacional y terapia del habla.
Recuerda que este artículo tiene un fin informativo y no sustituye la valoración médica profesional. Si sospechas que tienes tumores medulares, consulta con un especialista para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado a tus necesidades.
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