Las glándulas salivales, ubicadas en la boca, la garganta y el cuello, son responsables de producir la saliva, un líquido vital que cumple múltiples funciones. La saliva no solo mantiene la boca húmeda, facilitando el habla y la deglución, sino que también contiene enzimas que inician el proceso de digestión y anticuerpos que protegen contra las infecciones.
Los tumores de las glándulas salivales se originan cuando las células de estas glándulas sufren mutaciones genéticas que alteran su crecimiento y división. Estas células anormales pueden multiplicarse sin control, formando una masa o tumor. Aunque la mayoría de los tumores de las glándulas salivales son benignos (no cancerosos) y de crecimiento lento, algunos pueden ser malignos (cancerosos) y tener la capacidad de invadir tejidos circundantes y diseminarse a otras partes del cuerpo (metástasis), afectando la salud y calidad de vida de los pacientes.
Síntomas de los tumores de las glándulas salivales
La detección temprana es clave para un tratamiento exitoso. Los síntomas de los tumores de las glándulas salivales pueden variar según el tamaño y la ubicación del tumor. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:
Presencia de un bulto o hinchazón en la boca, la mandíbula, el cuello o el oído.
Dolor persistente en la zona afectada.
Dificultad para tragar o hablar.
Entumecimiento o debilidad en la cara.
Cambios en el gusto.
Es importante tener en cuenta que estos síntomas también pueden ser causados por otras afecciones no cancerosas, como infecciones o inflamación de las glándulas salivales. Sin embargo, si experimenta alguno de estos síntomas, es fundamental consultar a un médico para obtener un diagnóstico preciso.
Clasificación de los tumores de las glándulas salivales
Una vez detectado un tumor de las glándulas salivales, es crucial clasificarlo adecuadamente para determinar el mejor enfoque de tratamiento. Los tumores de las glándulas salivales se clasifican según varios factores, incluyendo:
Tipo de célula: los tumores pueden originarse en diferentes tipos de células de las glándulas salivales, como las células epiteliales, las células mioepiteliales o las células acinares. Los tipos de células más comunes incluyen:
Células epiteliales: son las células que recubren los conductos de las glándulas salivales. Los tumores que se originan en estas células se denominan adenomas (si son benignos) o carcinomas (si son malignos).
Células mioepiteliales: son células especializadas que ayudan a contraer los conductos salivales y a secretar la saliva. Los tumores que se originan en estas células se denominan mioepiteliomas (si son benignos) o carcinomas mioepiteliales (si son malignos).
Células acinares: son las células que producen la saliva. Los tumores que se originan en estas células se denominan tumores acinares (si son benignos) o carcinomas acinares (si son malignos).
Grado: el grado se aplica solo a los tumores malignos (cancerosos) y se basa en la apariencia de las células tumorales al microscopio. El grado indica la rapidez con la que las células cancerosas crecen y se diseminan. Los tumores de bajo grado tienden a crecer lentamente y tienen un mejor pronóstico que los tumores de alto grado.
Estadio: se aplica solo a los tumores malignos (cancerosos) y se basa en el tamaño del tumor y si se ha diseminado a los ganglios linfáticos cercanos o a otras partes del cuerpo (metástasis). El estadio del tumor es un factor importante para determinar el pronóstico y el tratamiento.
Además de estos factores, los tumores de las glándulas salivales también se pueden clasificar según su ubicación (glándula parótida, glándula submandibular, glándula sublingual o glándulas salivales menores) y según características moleculares específicas (presencia de ciertas mutaciones genéticas).
Causas y factores de los tumores de las glándulas salivales
A pesar de los avances en la investigación, las causas exactas de los tumores de las glándulas salivales no siempre se conocen. Sin embargo, se han identificado varios factores de riesgo que pueden aumentar el riesgo de desarrollar estos tumores, entre ellos destacan:
Edad: el riesgo de desarrollar tumores de las glándulas salivales aumenta con la edad.
Exposición a la radiación: especialmente durante la infancia, puede aumentar el riesgo de desarrollar tumores de las glándulas salivales.
Tabaquismo: fumar puede aumentar el riesgo de desarrollar ciertos tipos de tumores de las glándulas salivales.
Antecedentes familiares: tener antecedentes familiares de tumores de las glándulas salivales puede aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad.
Ciertos síndromes genéticos: algunos síndromes genéticos hereditarios, como el síndrome de Li-Fraumeni y el síndrome de Cowden, pueden aumentar el riesgo de desarrollar tumores de las glándulas salivales.
Complicaciones de los tumores de las glándulas salivales
Si no se tratan, los tumores de las glándulas salivales pueden provocar diversas complicaciones que afectan la salud y la calidad de vida de los pacientes. Algunas de las complicaciones más comunes incluyen:
Metástasis: las células cancerosas pueden diseminarse a través del sistema linfático o sanguíneo a otras partes del cuerpo, formando tumores secundarios (metástasis) en órganos distantes como los pulmones, los huesos o el hígado.
Parálisis facial: si el tumor invade o comprime el nervio facial, puede causar parálisis o debilidad de los músculos de la cara.
Dificultad para tragar o respirar: los tumores grandes pueden obstruir las vías respiratorias o el esófago, causando dificultad para respirar o tragar.
Dolor intenso: los tumores malignos pueden causar dolor intenso y persistente, especialmente si invaden los nervios o los huesos.
Síndrome de Horner: si el tumor afecta los nervios del sistema nervioso simpático en el cuello, puede causar el síndrome de Horner, que se caracteriza por la caída del párpado, la contracción de la pupila y la disminución de la sudoración en un lado de la cara.
Si experimenta alguno de los síntomas mencionados anteriormente, es importante buscar atención médica de inmediato para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Diagnóstico de los tumores de las glándulas salivales
El proceso de diagnóstico de los tumores de las glándulas salivales es fundamental para determinar la naturaleza del tumor y planificar el tratamiento más adecuado. En HM Hospitales, contamos con un equipo de especialistas y tecnología de vanguardia para ofrecer un diagnóstico preciso y temprano. El proceso de diagnóstico generalmente incluye:
Examen físico y historia clínica: el médico realizará un examen físico completo de la boca, la garganta y el cuello para detectar cualquier anomalía. También preguntará sobre sus antecedentes médicos, factores de riesgo y síntomas.
Pruebas de imagen: son esenciales para visualizar el tumor y determinar su tamaño, ubicación y extensión. La resonancia magnética (RM) proporciona imágenes detalladas de los tejidos blandos, lo que permite una mejor evaluación del tumor y su relación con las estructuras circundantes. En HM Hospitales, ofrecemos servicios de RMmp de última generación para un diagnóstico preciso. La tomografía computarizada (TC) utiliza rayos X para crear imágenes transversales del cuerpo. Es útil para evaluar la extensión del tumor a los ganglios linfáticos cercanos o a otras partes del cuerpo. La ecografía utiliza ondas sonoras para crear imágenes de los tejidos blandos. Se puede utilizar para guiar la biopsia del tumor.
Biopsia: es el único método definitivo para confirmar el diagnóstico de un tumor de las glándulas salivales. Durante la biopsia, se extrae una muestra de tejido del tumor y se examina al microscopio. Hay diferentes tipos de biopsias, incluyendo punción por aspiración con aguja fina (PAAF), donde se utiliza una aguja delgada para extraer células del tumor. También puede realizarse una biopsia incisional (se extrae una pequeña porción del tumor o excisional (se extrae todo el tumor).
Tratamiento de los tumores de las glándulas salivales
El objetivo del tratamiento de los tumores de las glándulas salivales es eliminar el tumor por completo y prevenir su recurrencia. En HM Hospitales, ofrecemos una amplia gama de opciones de tratamiento, adaptadas a las necesidades individuales de cada paciente. Las opciones de tratamiento pueden incluir:
Cirugía: es el tratamiento más común para los tumores de las glándulas salivales. El objetivo de la cirugía es extirpar todo el tumor, si es posible. El tipo de cirugía dependerá del tamaño, la ubicación y el tipo de tumor. Algunas de las cirugías más comunes incluyen la parotidectomia (extirpación de la glándula parótida), la submandibulectomía (extirpación de la glándula submandibular), y la disección del cuello (extirpación de los ganglios linfáticos del cuello). En HM Hospitales, contamos con cirujanos expertos en cirugía endocrinológica.
Radioterapia: utiliza radiación de alta energía para destruir las células cancerosas. Se puede utilizar después de la cirugía para destruir cualquier célula cancerosa que pueda haber quedado, o como tratamiento principal si la cirugía no es posible.
Quimioterapia: la quimioterapia utiliza medicamentos para destruir las células cancerosas. Se puede utilizar para tratar tumores que se han diseminado a otras partes del cuerpo.
Terapia dirigida: utiliza medicamentos que atacan a las células cancerosas de forma específica. Se puede utilizar para tratar ciertos tipos de tumores de las glándulas salivales que tienen mutaciones genéticas específicas.
Un enfoque multidisciplinar, que involucra a cirujanos de cabeza y cuello, oncólogos radioterápicos, oncólogos médicos y otros especialistas, es esencial para un tratamiento integral y personalizado.
Recuerda que este artículo tiene un fin informativo y no sustituye la valoración médica profesional. Si sospechas que tienes tumores de las glándulas salivales, consulta con un especialista para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado a tus necesidades.
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