La trombosis venosa profunda es una enfermedad que ocurre cuando se forma un coágulo de sangre en una vena del sistema venoso profundo. Las venas del sistema venoso profundo son aquellas que se encuentran dentro de los músculos, a diferencia de las venas superficiales que se encuentran justo debajo de la piel. Estos coágulos generalmente se forman en las venas profundas de la pierna o el muslo, pero también pueden ocurrir en otras venas profundas del cuerpo, como en los brazos o la pelvis. La trombosis venosa profunda puede bloquear el flujo sanguíneo normal en las venas, lo que puede causar dolor e hinchazón. Si el coágulo se desprende y viaja a los pulmones, puede causar una embolia pulmonar, una complicación grave.
Síntomas de la trombosis venosa profunda
Los síntomas de la trombosis venosa profunda pueden ser sutiles y fáciles de confundir con otras afecciones, o incluso estar ausentes en algunos casos. Sin embargo, es importante prestar atención a cualquier cambio inusual en las piernas, ya que un diagnóstico temprano puede marcar la diferencia. Los síntomas más comunes incluyen:
Dolor o sensibilidad en la pierna, generalmente en la pantorrilla:
el dolor puede ser constante o intermitente, y a menudo se describe como un calambre o una sensación de pesadez.
Hinchazón en la pierna afectada:
la hinchazón puede ser leve o severa, y puede extenderse desde el tobillo hasta el muslo.
Enrojecimiento o cambio de color en la piel de la pierna:
la piel puede verse enrojecida, amoratada o pálida.
Sensación de calor en la pierna afectada:
la pierna puede sentirse caliente al tacto.
Venas superficiales que se hacen más visibles:
las venas cerca de la superficie de la piel pueden aparecer más grandes y prominentes de lo normal.
Es importante tener en cuenta que estos síntomas también pueden ser causados por otras afecciones. Si experimenta alguno de estos síntomas, es importante que consulte con un médico para obtener un diagnóstico preciso.
Clasificación de la trombosis venosa profunda
La trombosis venosa profunda puede presentarse de diferentes maneras. Comprender cómo se clasifica la trombosis venosa profunda puede ayudar a entender mejor el diagnóstico y las opciones de tratamiento. Las clasificaciones más comunes se basan en la ubicación del coágulo, la causa subyacente y la gravedad de los síntomas:
Según la ubicación del coágulo: distal (afecta las venas de la pantorrilla), proximal (afecta las venas del muslo o la pelvis), en las extremidades superiores (afecta las venas de los brazos; este tipo de trombosis es menos común que en las piernas, pero puede ocurrir después de la colocación de un catéter o por esfuerzo repetitivo).
Según la causa: provocada (causada por una cirugía, traumatismo, inmovilización prolongada o embarazo), no provocada (ocurre sin causa aparente).
Según la gravedad: leve (causa pocos o ningún síntoma y no pone en peligro la vida del paciente), moderada (causa dolor e hinchazón leves o moderados), grave (causa dolor intenso, hinchazón significativa y puede provocar complicaciones graves).
Causas de la trombosis venosa profunda
La trombosis venosa profunda es el resultado de una serie de factores que alteran el equilibrio normal del flujo sanguíneo y la coagulación. Comprender cómo se desarrolla puede ayudar a tomar medidas para prevenirla. En esencia, la trombosis venosa profunda se produce cuando la sangre no puede circular correctamente por las venas profundas, lo que favorece la formación de coágulos. Esto puede ocurrir por diferentes razones, como:
Daño en las paredes de las venas: las lesiones en las paredes internas de las venas pueden activar el sistema de coagulación y favorecer la formación de coágulos. Este daño puede ser causado por traumatismos (las fracturas, esguinces o contusiones graves pueden dañar las venas y activar el sistema de coagulación), infecciones o cirugías (especialmente las de cadera, rodilla o abdomen).
Flujo sanguíneo lento (estasis venosa): cuando la sangre no fluye correctamente por las venas, las células sanguíneas y las proteínas de la coagulación tienen más tiempo para acumularse y formar coágulos. La estasis venosa puede ser causada por una inmovilización prolongada, insuficiencia venosa o compresión externa.
Aumento de la coagulación de la sangre: algunas personas tienen una mayor tendencia a formar coágulos debido a factores genéticos (deficiencia de antitrombina, deficiencia de proteína C o proteína S, factor V Leiden y mutación del gen de la protrombina) o a ciertas enfermedades como cáncer, enfermedades autoinmunes (como el lupus), síndrome nefrótico y trombocitemia esencial. Por otra parte, el embarazo aumenta los niveles de ciertas hormonas que favorecen la coagulación.
Factores de riesgo de la trombosis venosa profunda
Si bien la trombosis venosa profunda puede afectar a cualquier persona, existen ciertos factores que aumentan la probabilidad de desarrollar esta afección. Estos factores pueden afectar la capacidad de la sangre para coagularse normalmente, dañar las paredes de los vasos sanguíneos o ralentizar el flujo sanguíneo en las venas:
Edad avanzada: el riesgo de trombosis venosa profunda aumenta con la edad, especialmente después de los 40 años.
Antecedentes familiares de trombosis venosa profunda o embolia pulmonar.
Trastornos de la coagulación hereditarios: algunos trastornos hereditarios, como la deficiencia de antitrombina III, la deficiencia de proteína C o la deficiencia de proteína S, aumentan el riesgo de coagulación.
Inactividad prolongada: estar inactivo durante mucho tiempo puede provocar que la sangre se acumule en las piernas, lo que aumenta el riesgo de coagulación.
Obesidad: aumenta la presión sobre las venas de las piernas y también puede aumentar la inflamación, lo que aumenta el riesgo de coagulación.
Tabaquismo: daña las paredes de los vasos sanguíneos y aumenta el riesgo de coagulación.
Píldoras anticonceptivas o terapia de reemplazo hormonal: estos medicamentos aumentan los niveles de estrógeno, lo que puede aumentar el riesgo de coagulación.
Catéteres venosos centrales: estos catéteres pueden dañar las paredes de los vasos sanguíneos y aumentar el riesgo de coagulación.
Complicaciones de la trombosis venosa profunda
La complicación más grave de la trombosis venosa profunda es la embolia pulmonar, que ocurre cuando un coágulo de sangre se desprende de la vena profunda y viaja a los pulmones, bloqueando el flujo sanguíneo. Esto puede causar dificultad para respirar, dolor en el pecho, mareos, desmayos e incluso la muerte.
Otras complicaciones de la trombosis venosa profunda incluyen:
Síndrome postrombótico: daño a las válvulas de la vena, lo que causa dolor crónico, hinchazón, cambios en la piel y úlceras.
Insuficiencia venosa crónica: daño a las venas que dificulta que la sangre regrese al corazón.
Si sospecha que tiene trombosis venosa profunda, es importante que consulte con un médico de inmediato. El diagnóstico y tratamiento tempranos pueden ayudar a prevenir complicaciones graves.
Diagnóstico de la trombosis venosa profunda
El diagnóstico de la trombosis venosa profunda generalmente implica una evaluación física, una revisión del historial médico y pruebas de diagnóstico. El médico puede ordenar una o más de las siguientes pruebas para confirmar o descartar la presencia de un coágulo y determinar su ubicación y extensión:
Ecografía Doppler: esta es la prueba de diagnóstico más común para la trombosis venosa profunda. Utiliza ondas sonoras para crear imágenes de las venas y detectar coágulos de sangre. Es especialmente útil para identificar coágulos en las venas grandes de las piernas y los brazos.
Flebografía: esta prueba utiliza radiación ionizante y un tinte de contraste para visualizar las venas. El tinte de contraste ayuda a resaltar las venas y facilita la detección de coágulos de sangre. Se utiliza con menos frecuencia que la ecografía Doppler porque es más invasiva y solo en aquellos casos de difícil acceso ecográfico a las venas afectadas.
Análisis de sangre del dímero D: el dímero D es una sustancia que se libera en la sangre cuando se disuelve un coágulo. La presencia de un dímero D elevado no implica necesariamente la presencia de una trombosis, pero un dímero D normal descarta la presencia de una trombosis venosa profunda.
HM Hospitales cuenta con un equipo de especialistas en diagnóstico vascular que pueden ayudarle a determinar si tiene trombosis venosa profunda.
Tratamiento de la trombosis venosa profunda
El objetivo principal del tratamiento para la trombosis venosa profunda es prevenir que el coágulo crezca, evitar que se desprenda y viaje a los pulmones, y reducir el riesgo de complicaciones. Las opciones de tratamiento incluyen:
Anticoagulantes: estos medicamentos ayudan a prevenir la formación de nuevos coágulos y a evitar que los coágulos existentes crezcan. La elección del anticoagulante dependerá de varios factores, como el estado de salud general. Los anticoagulantes se pueden administrar por vía oral o mediante inyección. Es importante seguir las instrucciones del médico al tomar anticoagulantes, ya que pueden aumentar el riesgo de sangrado.
Trombolíticos: estos medicamentos se utilizan para disolver los coágulos de sangre existentes. Se utilizan en casos graves de trombosis venosa profunda o embolia pulmonar, cuando hay un riesgo inmediato para la vida o la extremidad. Los trombolíticos se administran por vía intravenosa y pueden causar sangrado grave.
Filtros de la vena cava inferior (VCI): se puede insertar un filtro en la vena cava inferior, la vena principal que transporta la sangre de las piernas al corazón, para evitar que los coágulos de sangre lleguen a los pulmones. Los filtros de VCI se utilizan en personas que no pueden tomar anticoagulantes o que tienen un alto riesgo de embolia pulmonar.
Medias de compresión: estas medias ayudan a reducir la hinchazón y el dolor en la pierna y pueden ayudar a prevenir el síndrome postrombótico. Las medias de compresión deben usarse durante el día y retirarse por la noche.
Trombectomía: en ocasiones, se puede realizar una cirugía para extraer el coágulo de sangre. La trombectomía se puede realizar mediante un catéter (un tubo delgado y flexible) que se inserta en la vena y se utiliza para succionar o romper el coágulo. La trombectomía se puede considerar en personas con trombosis venosa profunda grave que no responden a otros tratamientos.
El tratamiento para la trombosis venosa profunda suele ser multidisciplinar e involucra a médicos de diversas especialidades, como hematólogos, angiólogos y cirujanos vasculares. En HM Hospitales, nuestros especialistas trabajan en equipo para ofrecerle el mejor tratamiento y atención personalizada.
Recuerda que este artículo tiene un fin informativo y no sustituye la valoración médica profesional. Si sospechas que tienes trombosis venosa profunda, consulta con un especialista para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado a tus necesidades.
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