La hiperplasia benigna de próstata o HBP es un agrandamiento no canceroso de la glándula prostática, una pequeña glándula que rodea la uretra, el conducto que transporta la orina desde la vejiga al exterior del cuerpo. A medida que la próstata crece, puede comprimir la uretra, dificultando el paso de la orina. Esto puede causar una variedad de síntomas urinarios.
Síntomas de la hiperplasia benigna de próstata
La HBP puede manifestarse a través de una variedad de síntomas urinarios, que se pueden clasificar en tres categorías principales: síntomas de vaciado, síntomas de llenado y síntomas de almacenamiento. Estos síntomas pueden variar de leves a graves y pueden afectar significativamente la calidad de vida. Algunos hombres experimentan pocos o ningún síntoma, incluso con un agrandamiento significativo de la próstata.
Síntomas de vaciado:
estos síntomas se relacionan con la dificultad para vaciar la vejiga por completo. La obstrucción del flujo de orina causada por el agrandamiento de la próstata dificulta la micción y puede causar:
Chorro de orina débil o intermitente: el flujo de orina es menos potente y puede detenerse y comenzar varias veces durante la micción.
Dificultad para iniciar la micción.
Sensación de que la vejiga no se vacía completamente.
Goteo postmiccional: se produce una pérdida de orina después de terminar de orinar.
Síntomas de llenado:
estos síntomas se presentan durante el proceso de llenado de la vejiga y se deben principalmente a la irritación causada por la obstrucción del flujo de orina. Estos síntomas incluyen:
Aumento en la frecuencia de la micción (polaquiuria): necesidad de orinar con más frecuencia de lo habitual, tanto de día como de noche.
Urgencia urinaria: necesidad repentina e intensa de orinar, con dificultad para retrasar la micción.
Síntomas de almacenamiento:
estos síntomas se relacionan con la capacidad de la vejiga para almacenar la orina. La irritación y la presión causadas por la HBP pueden provocar:
Nocturia: necesidad de levantarse a orinar varias veces durante la noche.
Incontinencia urinaria: pérdida involuntaria de orina. Puede ser de urgencia (pérdida de orina asociada con una necesidad repentina e intensa de orinar) o de esfuerzo (pérdida de orina al toser, estornudar o realizar actividades físicas).
Clasificación de la hiperplasia benigna de próstata
Si bien no existe una clasificación formal de la HBP en etapas, la gravedad de los síntomas se evalúa mediante cuestionarios como el IPSS (International Prostate Symptom Score), que ayuda a determinar la mejor estrategia de tratamiento.
El IPSS es un cuestionario autoadministrado que consta de siete preguntas relacionadas con los síntomas urinarios y una pregunta final sobre calidad de vida. Cada pregunta se califica en una escala de 0 a 5, donde 0 representa la ausencia del síntoma y 5 la máxima intensidad. Las preguntas abordan la frecuencia de los síntomas, como la necesidad de orinar con más frecuencia, la nocturia (necesidad de orinar por la noche), la dificultad para iniciar la micción, el chorro de orina débil, la intermitencia del chorro, el esfuerzo para orinar y la sensación de vaciado incompleto.
La puntuación total del IPSS se obtiene sumando las puntuaciones de las siete primeras preguntas, y el rango va de 0 a 35. Esta puntuación se utiliza para clasificar la gravedad de los síntomas de la HBP:
0-7: Síntomas leves.
8-19: Síntomas moderados.
20-35: Síntomas graves.
El IPSS es una herramienta útil tanto para el diagnóstico inicial como para el seguimiento de la respuesta al tratamiento. Permite al médico evaluar la evolución de los síntomas a lo largo del tiempo y ajustar el tratamiento según sea necesario. Además, el cuestionario ayuda a los pacientes a comprender mejor sus síntomas y a participar activamente en las decisiones sobre su tratamiento.
Causas de la hiperplasia benigna de próstata
Las causas precisas de la HBP aún no se comprenden completamente, pero se cree que los cambios hormonales relacionados con el envejecimiento juegan un papel fundamental. A medida que los hombres envejecen, los niveles de testosterona disminuyen, mientras que los niveles de dihidrotestosterona, una hormona que estimula el crecimiento de las células prostáticas, pueden aumentar, contribuyendo al agrandamiento de la próstata.
Factores de riesgo de la hiperplasia benigna de próstata
Existen diversos factores que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar HBP. Conocer estos factores de riesgo puede ayudar a tomar medidas preventivas y buscar atención médica temprana.
Edad: el riesgo de HBP aumenta significativamente con la edad.
Antecedentes familiares: tener un padre o hermano con HBP aumenta el riesgo individual.
Obesidad y estilo de vida sedentario: la obesidad y la falta de actividad física se asocian con un mayor riesgo de HBP.
Diabetes y enfermedades cardíacas: estas condiciones también pueden aumentar el riesgo de HBP.
Complicaciones de la hiperplasia benigna de próstata
Si no se trata adecuadamente, la HBP puede dar lugar a diversas complicaciones que afectan la salud y la calidad de vida. Es fundamental buscar atención médica si se sospecha de HBP para evitar estas complicaciones.
Retención urinaria aguda: la incapacidad para orinar puede ser una emergencia médica que requiere atención inmediata.
Infecciones del tracto urinario recurrentes: la obstrucción del flujo de orina puede favorecer el crecimiento de bacterias y causar infecciones recurrentes.
Cálculos en la vejiga: la orina retenida puede cristalizar y formar cálculos en la vejiga, causando dolor e irritación.
Daño renal: en casos severos y no tratados, la HBP puede causar daño renal irreversible.
Diagnóstico de la hiperplasia benigna de próstata
El diagnóstico de la HBP se realiza mediante una evaluación completa que incluye la historia clínica del paciente, un examen físico y diversas pruebas diagnósticas. Un diagnóstico preciso es fundamental para descartar otras afecciones y determinar el mejor plan de tratamiento.
Historia clínica: el médico preguntará sobre los síntomas urinarios, su duración e intensidad, así como sobre los antecedentes médicos y familiares.
Examen físico: incluye un tacto rectal para evaluar el tamaño, la forma y la consistencia de la próstata.
Análisis de orina: ayuda a descartar infecciones del tracto urinario u otras afecciones.
Análisis de sangre de antígeno prostático específico (PSA): el PSA es una proteína producida por la próstata. Niveles elevados de PSA pueden indicar HBP, pero también pueden ser un signo de cáncer de próstata, por lo que es importante realizar pruebas adicionales para confirmar el diagnóstico.
Estudios de flujo urinario (uroflujometría): esta prueba mide la velocidad y la fuerza del chorro de orina, lo que ayuda a evaluar el grado de obstrucción.
Ecografía de la próstata: proporciona imágenes de la próstata, lo que permite determinar su tamaño y forma, y detectar posibles anomalías. También puede utilizarse para guiar la biopsia de próstata, si es necesaria.
Estudio urodinámico: este estudio evalúa la función de la vejiga y la uretra, y puede ser útil para determinar la causa de los síntomas urinarios.
Cistoscopia: en algunos casos, se puede realizar una cistoscopia para visualizar la uretra y la vejiga con un instrumento delgado y flexible llamado cistoscopio.
Tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata
El tratamiento de la HBP se individualiza según la gravedad de los síntomas, la presencia de complicaciones y las preferencias del paciente. Las opciones de tratamiento incluyen cambios en el estilo de vida, medicamentos y cirugía.
Fármacos: existen diferentes tipos de medicamentos que pueden ser utilizados para tratar la HBP, dependiendo de la gravedad de los síntomas y la presencia de otras afecciones. Los alfa-bloqueantes, como la tamsulosina, silodosina, alfuzosina, terazosina y doxazosina, relajan los músculos de la próstata y la vejiga, facilitando el flujo de orina. Los inhibidores de la 5-alfa reductasa, como la finasterida y la dutasterida, reducen el tamaño de la próstata al bloquear la producción de dihidrotestosterona, aunque pueden tardar varios meses en mostrar su efecto completo. Los inhibidores de la fosfodiesterasa-5, como el tadalafilo, pueden mejorar los síntomas urinarios y la función eréctil. En algunos casos, se puede utilizar una combinación de alfa-bloqueantes e inhibidores de la 5-alfa reductasa para un mayor beneficio. Es importante destacar que cada medicamento tiene sus propios efectos secundarios potenciales, por lo que el médico debe evaluar cuidadosamente el perfil de cada paciente antes de prescribir un tratamiento farmacológico.
Cambios en el estilo de vida: para casos leves de HBP, o como complemento del tratamiento médico o quirúrgico, se pueden recomendar modificaciones en el estilo de vida. Estas modificaciones pueden ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Algunas recomendaciones incluyen reducir la ingesta de líquidos antes de acostarse para minimizar la nicturia, evitar la cafeína y el alcohol, ya que pueden irritar la vejiga y aumentar la producción de orina, y realizar ejercicios para fortalecer los músculos del suelo pélvico, como los ejercicios de Kegel, que pueden ayudar a controlar la incontinencia urinaria. También puede ser beneficioso entrenar la vejiga, aprendiendo a orinar en horarios regulares y a aumentar gradualmente el tiempo entre micciones, para mejorar la capacidad de retención de orina.
Procedimientos mínimamente invasivos: HM Hospitales es un centro de referencia a nivel nacional e internacional en el uso de Aquabeam, una tecnología pionera para el tratamiento de la HBP. El sistema Aquablation+ utiliza un chorro de agua a alta presión guiado por ecografía para eliminar el tejido prostático obstructivo de forma precisa y segura, preservando el tejido sano circundante. HM Sanchinarro fue el primer hospital en España en incorporar esta tecnología.
Por otro lado, HM Hospitales cuenta con otros tratamientos mínimamente invasivos como el láser HOLEP (enucleación con láser de holmio de la próstata) y el láser de Tulio (ThuLEP). El láser HOLEP es un procedimiento que utiliza un láser de holmio de alta potencia para enuclear (desprender y extraer) el tejido prostático que obstruye la uretra. A diferencia de la RTUP (resección transuretral de la próstata), que corta el tejido en pequeños trozos, el HOLEP lo separa en un solo lóbulo, permitiendo la extracción de mayor cantidad de tejido prostático y reduciendo la probabilidad de que la HBP vuelva a aparecer. El tejido extraído se envía a analizar para descartar la presencia de cáncer. El ThuLEP es especialmente adecuado para próstatas de gran tamaño, es similar al HOLEP en cuanto a que utiliza energía láser para tratar la próstata agrandada, pero emplea una longitud de onda diferente. Esta longitud de onda es absorbida de forma más eficiente por el tejido prostático, lo que permite una vaporización más precisa del tejido obstructivo, minimizando el sangrado y el daño a los tejidos circundantes.
Por último, HM hospitales cuenta con otros tratamientos endoscópicos como el Sistema de Terapia de Vapor de Agua o Rezum. Este innovador tratamiento utiliza la energía térmica del vapor de agua para eliminar las células prostáticas agrandadas. Durante el procedimiento, se inyectan pequeñas cantidades de vapor de agua en la zona de transición de la próstata. El vapor se condensa rápidamente, liberando energía térmica que destruye las células prostáticas que causan la obstrucción. El cuerpo absorbe el tejido tratado de forma natural con el tiempo. Rezum es un procedimiento mínimamente invasivo, realizado en consulta, que ofrece una rápida recuperación y preserva la función sexual.
Sistema iTind: este sistema utiliza un implante temporal que se coloca en la uretra para ensancharla y mejorar el flujo de orina. El implante se retira después de unos días, y el procedimiento no requiere incisiones.
Cirugía: se considera cuando los síntomas son graves, no responden al tratamiento médico o se presentan complicaciones. Existen diferentes técnicas quirúrgicas disponibles, cada una con sus propias ventajas y desventajas. La resección transuretral de la próstata (RTUP) es el procedimiento quirúrgico más común para la HBP y se realiza introduciendo un instrumento a través de la uretra para extirpar el tejido prostático que obstruye el flujo de orina. La cirugía robótica puede ser otra opción. El Grupo HM Hospitales cuenta con un Programa de Cirugía Robótica que dispone de las plataformas Da Vinci y Hugo RAS. La elección de la técnica quirúrgica más adecuada dependerá del tamaño y la forma de la próstata, la gravedad de los síntomas, la presencia de otras afecciones y las preferencias del paciente.
Recuerda que este artículo tiene un fin informativo y no sustituye la valoración médica profesional. Si sospechas que tienes hiperplasia benigna de próstata, consulta con un especialista para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado a tus necesidades.
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