En los próximos años se prevé un aumento significativo en el número de fracturas de cadera a nivel mundial debido al envejecimiento de la población y el crecimiento demográfico.
La fractura de cadera es una lesión grave, frecuente especialmente en personas mayores. Para comprender la fractura de cadera, primero debemos entender la anatomía de la zona afectada. La cadera es la articulación donde se une la cabeza del fémur (hueso del muslo) con la pelvis. Una fractura de cadera se produce cuando se rompe la parte superior del fémur, cerca de esta articulación. Esta lesión suele ser muy dolorosa e incapacitante, limitando la capacidad para caminar y realizar actividades cotidianas. El impacto en la calidad de vida del paciente puede ser considerable, especialmente en personas mayores.
Síntomas de la fractura de cadera
Los síntomas de una fractura de cadera suelen ser bastante evidentes, aunque pueden variar en intensidad según la gravedad de la fractura y la tolerancia al dolor del individuo. Es fundamental reconocer estos síntomas para buscar atención médica inmediata.
Dolor:
es el síntoma más común y característico. Suele ser un dolor intenso y agudo en la cadera o la ingle, que puede irradiarse hacia el glúteo o la pierna. El dolor puede empeorar al intentar mover la pierna o al tocar la zona afectada.
Incapacidad para caminar:
la mayoría de las personas con una fractura de cadera no pueden caminar o cargar peso sobre la pierna afectada. Incluso pequeños movimientos pueden causar un dolor insoportable.
Deformidad:
en algunos casos, la pierna afectada puede parecer más corta que la otra o estar rotada hacia afuera. Esto se debe a la desalineación del hueso fracturado.
Hinchazón y hematomas:
la inflamación y los moretones en la zona de la cadera son comunes después de una fractura. Estos síntomas pueden aparecer inmediatamente después de la lesión o desarrollarse gradualmente en las horas siguientes.
Clasificación de la fractura de cadera
Las fracturas de cadera se clasifican según su ubicación en el fémur. Esta clasificación ayuda a los médicos a determinar el tratamiento más adecuado. Estas pueden ser:
Fracturas intracapsulares: ocurren dentro de la cápsula articular de la cadera, que es la membrana que rodea la articulación. Suelen afectar la cabeza o el cuello del fémur.
Fracturas extracapsulares: ocurren fuera de la cápsula articular y suelen afectar la región intertrocantérea o subtrocantérea del fémur.
Causas de la fractura de cadera
La principal causa de fractura de cadera es una caída, especialmente en personas mayores con huesos debilitados por la osteoporosis. Sin embargo, existen otras causas menos comunes que también pueden provocar esta lesión.
Caídas: las caídas desde la propia altura son la causa más frecuente, especialmente en personas mayores. Factores como la debilidad muscular, problemas de equilibrio, medicamentos que causan mareos y peligros ambientales (alfombras sueltas, mala iluminación) pueden aumentar el riesgo de caídas.
Traumatismos de alta energía: en personas más jóvenes, las fracturas de cadera pueden ser causadas por impactos de alta energía, como accidentes de tráfico, caídas desde alturas o lesiones deportivas.
Debilidad ósea: la osteoporosis es la principal causa de debilidad ósea y aumenta significativamente el riesgo de fractura de cadera. Otras enfermedades que afectan los huesos, como el cáncer óseo o algunas enfermedades genéticas, también pueden debilitar los huesos y aumentar la susceptibilidad a las fracturas.
Una fractura de cadera puede dar lugar a diversas complicaciones, algunas de las cuales pueden ser graves y afectar la salud a largo plazo. Es crucial un tratamiento y rehabilitación adecuados para minimizar el riesgo de estas complicaciones.
Trombosis venosa profunda (TVP): la inmovilización después de una fractura de cadera aumenta el riesgo de TVP, que es la formación de coágulos de sangre en las venas profundas de las piernas. Estos coágulos pueden desprenderse y viajar a los pulmones, causando una embolia pulmonar, una afección potencialmente mortal.
Embolia pulmonar: es una complicación grave de la TVP. Ocurre cuando un coágulo de sangre se desplaza desde las piernas hasta los pulmones, bloqueando el flujo sanguíneo.
Infecciones: las infecciones en el lugar de la fractura o en otras partes del cuerpo son posibles después de la cirugía.
Rigidez articular: la inmovilización prolongada puede provocar rigidez y pérdida de movilidad en la articulación de la cadera.
Síndrome compartimental: es una afección grave que ocurre cuando la presión dentro de los músculos de la pierna aumenta, comprimiendo los nervios y los vasos sanguíneos. Puede causar daño permanente a los tejidos.
Necrosis avascular: la necrosis avascular ocurre cuando se interrumpe el suministro de sangre a la cabeza del fémur. Esto puede provocar la muerte del tejido óseo y el colapso de la articulación.
Retraso en la consolidación o pseudoartrosis: en algunos casos, la fractura no se cura adecuadamente, lo que se conoce como retraso en la consolidación o pseudoartrosis.
Diagnóstico de la fractura de cadera
El diagnóstico de una fractura de cadera implica una evaluación exhaustiva por parte de un profesional médico. Se utilizan diferentes métodos para confirmar el diagnóstico y determinar la gravedad de la lesión.
Historia clínica y examen físico: el médico preguntará sobre los síntomas, las circunstancias de la lesión y los antecedentes médicos. El examen físico incluye la palpación de la cadera y la evaluación de la movilidad y la sensibilidad de la pierna.
Radiografías: son la prueba de imagen principal para diagnosticar una fractura de cadera. Muestran la ubicación y el tipo de fractura, lo que permite al médico planificar el tratamiento adecuado.
Resonancia magnética (RM) o tomografía computarizada (TC): en algunos casos, se pueden realizar una RM o una TC para obtener imágenes más detalladas de la cadera y los tejidos circundantes. Estas pruebas son especialmente útiles para evaluar fracturas complejas o lesiones asociadas.
Gammagrafía ósea: puede ser útil para detectar fracturas ocultas o evaluar la extensión de la fractura, especialmente en casos de sospecha de metástasis óseas.
Tratamiento de la fractura de cadera
El tratamiento para una fractura de cadera se individualiza según las necesidades de cada paciente. El objetivo del tratamiento es aliviar el dolor, estabilizar la fractura y restaurar la función de la cadera.
Cirugía: es el tratamiento más común para las fracturas de cadera. El tipo de cirugía depende del tipo y la gravedad de la fractura, así como de la edad y el estado de salud del paciente. Las opciones incluyen la reducción abierta y fijación interna (RAFI), en la que el cirujano realinea los fragmentos óseos y los fija con placas, tornillos, clavos o varillas; la artroplastia (parcial o total), donde se reemplaza la articulación de la cadera dañada por una prótesis. En la artroplastia parcial de cadera (hemiartroplastia) se reemplaza solo la cabeza del fémur, mientras que en la artroplastia total de cadera reemplaza tanto la cabeza del fémur como la cavidad de la pelvis (acetábulo); y la cirugía mínimamente invasiva, que se utiliza siempre que sea posible, para realizar la cirugía con incisiones más pequeñas y menos daño a los tejidos circundantes.
Medicamentos:se utilizan analgésicos para controlar el dolor después de la cirugía. También se pueden recetar medicamentos para prevenir infecciones y coágulos de sangre.
Rehabilitación: es una parte fundamental del tratamiento para una fractura de cadera. La fisioterapia ayuda a recuperar la fuerza, la movilidad y la función de la cadera. El programa de rehabilitación se adapta a las necesidades individuales de cada paciente. HM Hospitales ofrece programas de rehabilitación personalizados, con fisioterapeutas especializados en la recuperación de fracturas de cadera.
Un enfoque multidisciplinar, que involucra a traumatólogos, anestesiólogos, fisioterapeutas, rehabilitadores, enfermeros y otros especialistas, es esencial para un tratamiento integral y personalizado.
Recuerda que este artículo tiene un fin informativo y no sustituye la valoración médica profesional. Si experimentas una fractura de cadera, consulta con un especialista para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado a tus necesidades
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