La escoliosis es una curvatura anormal de la columna vertebral. En lugar de ser recta, la columna de una persona con escoliosis presenta una curvatura lateral en forma de «S» o «C». Esta desviación puede ocurrir en cualquier parte de la columna, pero es más común en la zona torácica (parte superior de la espalda) y lumbar (parte baja de la espalda). Aunque la escoliosis puede aparecer a cualquier edad, es más frecuente durante la adolescencia, en el periodo de crecimiento.
Síntomas de la escoliosis
Los síntomas de la escoliosis pueden variar dependiendo de la gravedad de la curvatura. En algunos casos, la escoliosis es leve y no presenta síntomas notables. Sin embargo, en casos más severos, los síntomas pueden incluir:
Hombros desnivelados:
un hombro puede estar más alto que el otro.
Omóplatos prominentes:
un omóplato puede sobresalir más que el otro.
Cintura desigual:
un lado de la cintura puede parecer más alto que el otro.
Inclinación del cuerpo hacia un lado.
Dolor de espalda:
aunque no siempre está presente, puede ser un síntoma en casos más graves.
Dificultad para respirar:
en casos muy severos, la curvatura puede afectar la capacidad pulmonar.
Clasificación de la escoliosis
La escoliosis se puede clasificar utilizando diferentes criterios, lo que permite a los profesionales médicos categorizar y comprender mejor la condición específica de cada paciente. A continuación, se detallan las clasificaciones más comunes:
Según la edad de inicio:
Escoliosis infantil: se diagnostica antes de los 3 años de edad. Suele ser más compleja y requiere un seguimiento minucioso debido al potencial de progresión durante el crecimiento.
Escoliosis juvenil: se diagnostica entre los 4 y los 10 años. Al igual que la escoliosis infantil, tiene un mayor riesgo de progresión.
Escoliosis adolescente: la más común, se diagnostica después de los 10 años, generalmente durante el período de crecimiento acelerado de la pubertad.
Según la causa:
Escoliosis idiopática: representa la gran mayoría de los casos y su causa se desconoce. Se subdivide en infantil, juvenil y adolescente, según la edad de aparición.
Escoliosis congénita: se debe a malformaciones vertebrales presentes al nacer. Estas malformaciones pueden incluir hemivértebras (vértebras incompletas), vértebras fusionadas o barras unilaterales (uniones anormales entre las vértebras).
Escoliosis neuromuscular: asociada a enfermedades neuromusculares, como la distrofia muscular, la parálisis cerebral o la poliomielitis. La debilidad muscular y la falta de control postural contribuyen a la deformidad espinal.
Escoliosis sindrómica: forma parte de un síndrome genético más amplio, como el síndrome de Marfan, el síndrome de Down o la neurofibromatosis.
Según la ubicación de la curva:
Escoliosis torácica: la curva se encuentra en la región torácica (parte superior de la espalda).
Escoliosis lumbar: la curva se encuentra en la región lumbar (parte baja de la espalda).
Escoliosis toracolumbar: la curva abarca ambas regiones, torácica y lumbar.
Según la forma de la curva:
Escoliosis en forma de «C»: la columna presenta una sola curva lateral.
Escoliosis en forma de «S»: la columna presenta dos curvas laterales en direcciones opuestas.
Causas de la escoliosis
Las causas de la escoliosis varían según el tipo. En la mayoría de los casos (escoliosis idiopática), la causa de la escoliosis es desconocida. Se cree que puede haber factores genéticos y ambientales involucrados, pero su evidencia aún es limitada.
Existen otros tipos de escoliosis con un origen diferente, como la congénita (presente al nacer), la neuromuscular (asociada a enfermedades neuromusculares) y la degenerativa (debido al desgaste de la columna con la edad).
Si bien la causa exacta de la escoliosis a menudo se desconoce, especialmente en el caso de la escoliosis idiopática, se han identificado ciertos factores que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar esta condición o influir en su progresión. Estos factores de riesgo no garantizan que una persona desarrolle escoliosis, pero incrementan la susceptibilidad. A continuación, se detallan algunos de los factores de riesgo más comunes asociados con la escoliosis:
Edad: la escoliosis idiopática suele aparecer durante la adolescencia.
Sexo: las niñas tienen mayor riesgo de desarrollar escoliosis que los niños.
Antecedentes familiares: tener un familiar con escoliosis aumenta el riesgo.
Crecimiento rápido: los períodos de crecimiento acelerado, como la pubertad, pueden aumentar el riesgo de progresión de la curva en personas con escoliosis.
Complicaciones de la Escoliosis
Si bien la mayoría de los casos de escoliosis son leves y no causan problemas significativos, las curvaturas más severas pueden llevar a una serie de complicaciones, incluyendo:
Problemas respiratorios: en casos de escoliosis severa, la curvatura de la columna puede comprimir los pulmones, dificultando la respiración y reduciendo la capacidad pulmonar. Esto puede aumentar el riesgo de infecciones respiratorias y afectar la tolerancia al ejercicio.
Problemas cardíacos: en casos muy severos, la escoliosis puede afectar la función cardíaca al comprimir el corazón.
Dolor de espalda: el dolor de espalda es una complicación común en la escoliosis, especialmente en adultos. La curvatura anormal de la columna puede ejercer presión sobre los músculos, ligamentos y articulaciones de la espalda, causando dolor crónico.
Problemas neurológicos: en algunos casos, la escoliosis puede comprimir los nervios de la columna vertebral, causando dolor, entumecimiento, hormigueo o debilidad en las piernas.
Deformidad estética: la escoliosis puede causar una deformidad visible en la espalda, con hombros desnivelados, omóplatos prominentes y una inclinación del cuerpo hacia un lado. Esto puede afectar la autoestima y la imagen corporal del paciente.
Síndrome de dolor regional complejo: en raras ocasiones, la cirugía de escoliosis puede desencadenar el síndrome de dolor regional complejo, una afección crónica que causa dolor intenso y persistente.
Problemas psicológicos: vivir con escoliosis, especialmente en casos más visibles, puede afectar la autoestima y la confianza del paciente, llevando a problemas de ansiedad o depresión.
Es importante destacar que la probabilidad de desarrollar estas complicaciones es mayor en casos de escoliosis severa y sin tratar, por lo que un diagnóstico y tratamiento tempranos son fundamentales para prevenir la progresión de la curvatura y minimizar estas complicaciones. Un abordaje multidisciplinario de traumatólogos, fisioterapeutas y un tratamiento adecuado puede ayudar a mejorar la postura, reducir el dolor y mejorar la calidad de vida del paciente.
Diagnóstico de la escoliosis
El diagnóstico de la escoliosis se basa en una evaluación completa que incluye:
Examen físico:
Observación de la postura: el médico examinará la espalda del paciente en busca de asimetrías, como hombros desnivelados, un omóplato más prominente o una cadera más alta.
Prueba de inclinación hacia adelante (prueba de Adams): esta prueba se realiza con el paciente inclinado hacia adelante desde la cintura. Permite detectar la presencia de una giba costal, que es una prominencia en la espalda causada por la rotación de las vértebras.
Evaluación de la alineación de la columna: el médico palpará la columna vertebral para detectar desviaciones laterales.
Medición de la longitud de las piernas: se realiza para descartar discrepancias en la longitud de las piernas, que pueden causar una curvatura aparente de la columna.
Resonancia magnética (RM) o tomografía computarizada (TC): en algunos casos, se pueden solicitar estas pruebas para descartar otras afecciones, como tumores o infecciones, o para evaluar la médula espinal en busca de anomalías.
Radiografías: las radiografías de la columna vertebral son esenciales para confirmar el diagnóstico de escoliosis y medir el ángulo de Cobb, que cuantifica la magnitud de la curvatura. También permiten evaluar la rotación vertebral y la madurez esquelética.
Tratamiento de la escoliosis
El tratamiento de la escoliosis se adapta a cada paciente, teniendo en cuenta la gravedad de la curvatura, la edad, el potencial de crecimiento y la causa subyacente.
Observación: para curvaturas leves (ángulo de Cobb menor de 25 grados), se realiza un seguimiento regular con radiografías para monitorizar la progresión. La frecuencia del seguimiento depende de la edad del paciente y del riesgo de progresión.
Ejercicios: la fisioterapia juega un papel importante en el tratamiento conservador de la escoliosis. Los ejercicios específicos pueden ayudar a fortalecer los músculos de la espalda, mejorar la postura, aumentar la flexibilidad y, en algunos casos, ralentizar la progresión de la curva. En HM Hospitales, ofrecemos programas de fisioterapia personalizados para cada paciente.
Corsé (ortesis): para curvaturas moderadas (ángulo de Cobb entre 25 y 45 grados) en pacientes que aún están en crecimiento, se puede utilizar un corsé para evitar que la curva empeore. Existen diferentes tipos de corsés, y la elección del más adecuado depende del tipo y la ubicación de la curva. El corsé debe usarse durante un número determinado de horas al día, según las indicaciones del médico.
Tratamiento farmacológico: se centra en el alivio del dolor asociado a la escoliosis. Se pueden utilizar analgésicos, antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) o relajantes musculares.
Tratamiento quirúrgico: la cirugía se considera para curvaturas graves (ángulo de Cobb mayor de 45 grados) o progresivas que no responden al tratamiento conservador. El objetivo principal de la cirugía es corregir la curvatura, estabilizar la columna y prevenir futuras complicaciones. La fusión espinal es el procedimiento quirúrgico más común para la escoliosis. Implica la corrección de la curvatura y la fusión de las vértebras afectadas utilizando injertos óseos e instrumentación (varillas, tornillos, ganchos). En HM Hospitales, contamos con especialistas en Cirugía Robótica, que permite una mayor precisión y una recuperación más rápida. Existen diferentes abordajes para la fusión espinal, posterior, anterior o combinada.
La elección del abordaje depende de la ubicación y el tipo de curva, así como de la experiencia del cirujano. En HM Hospitales, contamos con una unidad de columna vertebral compuesta por neurocirujanos y traumatólogos especialistas en columna vertebral, entre otros profesionales médicos.
Recuerda que este artículo tiene un fin informativo y no sustituye la valoración médica profesional. Si sospechas que tienes escoliosis, consulta con un especialista para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado a tus necesidades.
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