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Cardiología

Endocarditis

La endocarditis infecciosa es una afección cardíaca poco frecuente, pero grave, que requiere atención médica inmediata.
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¿Qué es la endocarditis?

La endocarditis infecciosa es una enfermedad que afecta al corazón. Específicamente, se trata de una inflamación del endocardio, una membrana delgada que recubre el interior de las cavidades cardíacas y forma las válvulas del corazón. Esta condición es provocada por la infección de microorganismos, principalmente bacterias (menos frecuentemente infecciones fúngicas), que entran al torrente sanguíneo y se adhieren al endocardio, formando vegetaciones. Si no se trata adecuadamente, la endocarditis infecciosa puede tener consecuencias graves para la salud, incluyendo complicaciones potencialmente mortales.

Corazón de plástico. Endocarditis, como afecta a la salud del corazón

Síntomas de la endocarditis

La endocarditis infecciosa puede manifestarse con una amplia variedad de síntomas, que pueden variar en intensidad y duración dependiendo de factores como el microorganismo causante de la infección, la salud general del paciente y si la endocarditis es aguda o subaguda.

Síntomas comunes:

  • Fiebre: es el síntoma más frecuente, presente en la mayoría de los casos.
  • Fatiga y debilidad generalizada: debido a la infección y al compromiso cardíaco.
  • Soplo cardíaco nuevo o cambiado: la presencia de vegetaciones puede alterar el flujo sanguíneo, produciendo soplos.
  • Sudoración nocturna: relacionado con la fiebre y la respuesta inflamatoria.
  • Pérdida de peso inexplicada: debido al estado febril y al aumento del metabolismo.

 

Síntomas menos comunes:

  • Petequias: pequeñas manchas rojas en la piel o mucosas.
  • Manchas de Janeway: lesiones indoloras en las palmas de las manos o plantas de los pies.
  • Nódulos de Osler: lesiones dolorosas en las yemas de los dedos.
  • Hemorragias en la retina: pueden observarse durante un examen ocular.
  • Ictus: debido a embolias cerebrales.

 

Variación de síntomas según el tipo de endocarditis:

  • Endocarditis aguda: los síntomas suelen aparecer repentinamente y ser más intensos.  La fiebre alta, los escalofríos y el malestar general son comunes.
  • Endocarditis subaguda: los síntomas se desarrollan gradualmente durante semanas o meses y pueden ser más sutiles.  La fatiga, la fiebre baja, la pérdida de peso y los sudores nocturnos son frecuentes.

 

Es importante destacar que algunas personas con endocarditis infecciosa pueden no presentar ningún síntoma, especialmente en las etapas iniciales de la enfermedad.  Por lo tanto, es crucial buscar atención médica si se sospecha endocarditis, incluso si los síntomas son leves.

Clasificación de la endocarditis

La clasificación de la endocarditis se basa en varios factores, incluyendo la causa de la infección, la velocidad de aparición de los síntomas y las válvulas cardíacas afectadas.

Según la causa:

  • Infecciosa: causada por bacterias (la más común), hongos o, raramente, otros microorganismos.
    • Bacteriana: puede ser causada por una variedad de bacterias, incluyendo Staphylococcus aureusStreptococcus viridansEnterococcus, y otras.
    • Fúngica: menos común, pero más grave, a menudo afecta a personas con sistemas inmunitarios debilitados o que han recibido antibióticos durante largos períodos. Candida es un hongo común que causa endocarditis.
    • Endocarditis asociada a dispositivos: relacionada con prótesis valvulares o dispositivos cardíacos implantables.
  • No infecciosa (o marántica): causada por coágulos de sangre estériles (trombos) que se forman en válvulas cardíacas dañadas o artificiales. También se conoce como endocarditis trombótica no bacteriana (ETNB). Puede ser un precursor de la endocarditis infecciosa si las bacterias colonizan los trombos.

Según la velocidad de aparición:

  • Aguda: los síntomas aparecen repentinamente y progresan rápidamente, a menudo en cuestión de días. Suele ser causada por bacterias más agresivas, como Staphylococcus aureus.
  • Subaguda: los síntomas se desarrollan gradualmente durante semanas o incluso meses. A menudo es causada por bacterias menos agresivas, como Streptococcus viridans.

Según la válvula afectada:

  • Válvula mitral: afecta a la válvula que separa la aurícula izquierda del ventrículo izquierdo.
  • Válvula aórtica: afecta a la válvula que separa el ventrículo izquierdo de la aorta.
  • Válvula tricúspide: afecta a la válvula que separa la aurícula derecha del ventrículo derecho.
  • Válvula pulmonar: afecta a la válvula que separa el ventrículo derecho de la arteria pulmonar.
  • Endocarditis de dispositivo protésico: afecta a las válvulas cardíacas artificiales (mecánicas o biológicas).
  • Endocarditis del lado derecho: afecta a las válvulas tricúspide y pulmonar, más común en usuarios de drogas intravenosas.

Causas de la endocarditis

La endocarditis infecciosa se produce cuando las bacterias o los hongos entran en el torrente sanguíneo y se adhieren al endocardio, especialmente en áreas dañadas o en válvulas cardíacas artificiales. Estas bacterias pueden provenir de diferentes fuentes, como infecciones en otras partes del cuerpo (piel, boca, vías urinarias), procedimientos médicos o dentales, o el uso de drogas intravenosas.

La endocarditis no infecciosa suele estar asociada a afecciones que aumentan la coagulación de la sangre, como ciertos tipos de cáncer, enfermedades autoinmunes o traumatismos.

Es fundamental buscar consejo médico si se sospecha endocarditis, ya que las complicaciones pueden ser graves y potencialmente mortales.

Diagnóstico de la endocarditis

El diagnóstico de endocarditis implica una evaluación médica completa, que incluye:

  • Historia clínica y examen físico: el médico revisará los síntomas del paciente, los antecedentes médicos y los factores de riesgo. Durante el examen físico, el médico escuchará el corazón con un estetoscopio para detectar soplos cardíacos, que son sonidos anormales causados por un flujo sanguíneo turbulento. También buscará otros signos de infección, como fiebre, escalofríos, petequias (pequeñas manchas rojas en la piel) y nódulos de Osler (nódulos dolorosos en los dedos de las manos o los pies).
  • Hemocultivos: esta es la prueba más importante para diagnosticar la endocarditis infecciosa. Se extraen varias muestras de sangre de diferentes venas en diferentes momentos para maximizar la probabilidad de aislar el microorganismo causante de la infección. Los hemocultivos positivos, que muestran crecimiento bacteriano o fúngico, confirman el diagnóstico de endocarditis infecciosa y permiten identificar el microorganismo específico, lo que guía la elección del tratamiento antibiótico más adecuado.
  • Biomarcadores de inflamación: se realizan análisis de sangre para medir marcadores de inflamación, como la velocidad de sedimentación globular (VSG), la proteína C reactiva (PCR) y el recuento de glóbulos blancos. Aunque estos marcadores suelen estar elevados en la endocarditis, no son específicos de esta enfermedad y pueden estar elevados en otras condiciones inflamatorias.
  • Ecocardiografía: esta prueba de imagen utiliza ondas sonoras para crear imágenes del corazón y las válvulas cardíacas, permitiendo visualizar vegetaciones (acumulaciones de bacterias, coágulos sanguíneos y células), abscesos, perforaciones valvulares y otras anomalías. Existen dos tipos principales de ecocardiogramas: el ecocardiograma transtorácico (ETT) y el transesofágico (ETE). El ETT es una prueba no invasiva que se realiza colocando un transductor en el pecho del paciente. Proporciona una visión general de la estructura y función del corazón, pero puede tener limitaciones en la visualización de ciertas áreas, especialmente en pacientes obesos o con enfermedad pulmonar. Por otro lado, el ETE, es una prueba más invasiva que implica la inserción de un transductor a través del esófago. Proporciona imágenes de mayor calidad y resolución que el ETT, permitiendo una mejor visualización de las válvulas cardíacas, las vegetaciones y los abscesos. En HM Hospitales, contamos con la tecnología más avanzada en ecocardiografía, incluyendo ETE 3D, para un diagnóstico preciso.
  • Tomografía computarizada (TC) cardíaca: puede ser útil para evaluar la extensión de la infección a las estructuras circundantes, como el pericardio (la membrana que rodea el corazón) y los grandes vasos sanguíneos. También puede detectar embolias sépticas (coágulos de sangre infectados que se han desplazado a otras partes del cuerpo).
  • Resonancia magnética cardíaca (RMC): proporciona imágenes detalladas del corazón y las válvulas cardíacas, y puede ser útil para detectar complicaciones como abscesos miocárdicos (abscesos en el músculo cardíaco) y aneurismas micóticos (dilataciones anormales de las arterias causadas por la infección).

Tratamiento de la endocarditis

El tratamiento de la endocarditis depende del tipo y la gravedad de la infección, así como de la salud general del paciente. 

Endocarditis infecciosa

El tratamiento de la endocarditis infecciosa se centra en eliminar la infección y prevenir complicaciones.  El enfoque principal es la terapia con antibióticos, a menudo combinada con cirugía en casos graves. La duración y el tipo de tratamiento dependen de varios factores, incluyendo el microorganismo causante de la infección, la gravedad de la afección, la presencia de complicaciones y la salud general del paciente.

  • Antibióticos intravenosos: se administran durante un período prolongado, generalmente de 4 a 6 semanas. La elección específica de antibióticos depende del microorganismo causante de la infección y la presencia de alergias a los medicamentos.  En algunos casos, también se pueden usar medicamentos antimicóticos si la infección es causada por hongos.
  • Otros medicamentos: se usan para tratar los síntomas y las complicaciones de la endocarditis, como medicamentos para la fiebre, el dolor o la insuficiencia cardíaca.
  • Cirugía: la cirugía cardíaca se considera en casos de insuficiencia cardíaca, vegetaciones grandes con riesgo de embolización, abscesos o infecciones resistentes a los antibióticos, así como en la endocarditis fúngica. La cirugía puede implicar la reparación o el reemplazo de la válvula afectada, el drenaje de abscesos o el desbridamiento del tejido infectado. Las prótesis valvulares pueden ser mecánicas (requiriendo anticoagulación de por vida) o biológicas. 
  • Cuidados postoperatorios: los cuidados postoperatorios son esenciales para una correcta recuperación, incluyendo fisioterapia respiratoria, manejo del dolor y control de la anticoagulación. 

Endocarditis no infecciosa

En la endocarditis no infecciosa, el foco del tratamiento es la prevención de nuevos coágulos y el abordaje de la causa subyacente, mediante anticoagulantes (warfarina, heparina, rivaroxabán, apixabán, dabigatrán), antiplaquetarios (aspirina, clopidogrel) y el tratamiento específico de la enfermedad de base. La duración del tratamiento anticoagulante se ajusta al riesgo individual de tromboembolismo.

En HM Hospitales, contamos con equipos multidisciplinares para ofrecer una atención integral y personalizada en cardiología. 

Recuerda que este artículo tiene un fin informativo y no sustituye la valoración médica profesional. Si sospechas que tienes complicaciones y síntomas relacionados con la endocarditis, consulta con un especialista para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado a tus necesidades.

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