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Cardiología

Arritmias cardíacas

Las arritmias cardíacas afectan hasta un 5% de la población mundial
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Epidemiología

La fibrilación auricular es la arritmia cardiaca sostenida más frecuente en la población general. En España, los últimos datos indican que en mayores de 40 años la prevalencia de fibrilación auricular puede ser > 4%. La prevalencia y la incidencia de fibrilación auricular se ha incrementado con el tiempo. Las posibles causas de este incremento son el envejecimiento de la población, el aumento de los factores de riesgo cardiovascular y la mejora de la supervivencia a enfermedades cardiovasculares.

¿Qué son las arritmias?

Las arritmias cardíacas son alteraciones en el ritmo cardíaco que afectan a millones de personas en todo el mundo. El corazón, el motor de nuestro cuerpo, late a un ritmo regular y coordinado gracias a un sistema eléctrico interno. Las arritmias cardíacas se producen cuando los impulsos eléctricos que coordinan los latidos del corazón no funcionan correctamente. Esto puede hacer que el corazón lata demasiado rápido, con frecuencia cardíaca superior a 100 latidos por minuto (taquicardia), o demasiado lento, con frecuencia cardíaca inferior a 60 latidos por minuto (bradicardia) o de forma irregular. Una arritmia interrumpe el flujo sanguíneo normal, afectando la capacidad del corazón para suministrar oxígeno y nutrientes al cuerpo.

Corazón de papel representando arritmias cardíacas son alteraciones en el ritmo cardíaco

Síntomas de las arritmias

Las arritmias cardíacas pueden manifestarse de diversas maneras, y algunas personas no experimentan ningún síntoma. Sin embargo, los síntomas más comunes incluyen:

Palpitaciones:

sensación de latidos cardíacos rápidos, lentos, fuertes o irregulares.

Mareos o aturdimiento.

Desmayos (síncope).

Dolor en el pecho.

Dificultad para respirar (disnea).

Debilidad o fatiga.

Ansiedad, sudoración.

Es importante destacar que la gravedad y la presentación de los síntomas pueden variar significativamente de una persona a otra.

Tipos de arritmias

Las arritmias cardíacas se clasifican según su origen y su velocidad. Esta clasificación ayuda a los profesionales sanitarios a determinar el tipo de arritmia y el tratamiento más adecuado.

Según la velocidad del ritmo cardiaco:

  • Taquicardia: ritmo cardíaco acelerado (más de 100 latidos por minuto).
  • Bradicardia: ritmo cardíaco lento (menos de 60 latidos por minuto).

Según su origen:

  • Supraventriculares: se originan en las aurículas o en la unión auriculoventricular (el punto de conexión eléctrica entre las aurículas y los ventrículos). Ejemplos incluyen la fibrilación auricular, el aleteo auricular y la taquicardia supraventricular.
  • Ventriculares: se originan en los ventrículos. Ejemplos incluyen la taquicardia y la fibrilación ventricular.


Causas de las arritmias

Las arritmias pueden ser causadas por diversos factores, incluyendo enfermedades cardíacas preexistentes (como la enfermedad coronaria o la insuficiencia cardíaca), desequilibrios electrolíticos, consumo de drogas o alcohol, estrés y ciertos medicamentos. En algunos casos, la causa subyacente puede no ser identificable.

Factores de riesgo de las arritmias

Si bien cualquier persona puede experimentar una arritmia cardíaca, ciertos factores pueden aumentar significativamente el riesgo de desarrollarla. Conocer estos factores puede ayudarle a tomar medidas preventivas y a buscar atención médica oportuna si es necesario. Algunos de los más comunes son:

  • Edad avanzada: el riesgo de arritmias aumenta con la edad debido al desgaste natural del sistema eléctrico del corazón.
  • Enfermedades cardíacas: las enfermedades cardíacas preexistentes, como la enfermedad coronaria (estrechamiento de las arterias que suministran sangre al corazón), la insuficiencia cardíaca (el corazón no puede bombear suficiente sangre), las valvulopatías (problemas con las válvulas del corazón) y las cardiomiopatías (enfermedades del músculo cardíaco), dañan la estructura y el sistema eléctrico del corazón, aumentando el riesgo de arritmias.
  • Antecedentes familiares de arritmias: tener antecedentes familiares de arritmias implica un mayor riesgo de desarrollarlas.
  • Hipertensión arterial: la presión arterial alta obliga al corazón a trabajar más intensamente, lo que puede provocar cambios en el músculo cardíaco y aumentar el riesgo de arritmias.
  • Diabetes: los niveles altos de azúcar en sangre pueden dañar los nervios y los vasos sanguíneos que controlan el ritmo cardíaco.
  • Obesidad: el sobrepeso y la obesidad aumentan la carga de trabajo del corazón y pueden contribuir al desarrollo de arritmias.
  • Consumo de tabaco: el tabaco daña el corazón y los vasos sanguíneos, aumentando el riesgo de arritmias.
  • Consumo excesivo de alcohol: el consumo excesivo de alcohol puede afectar el sistema eléctrico del corazón y desencadenar arritmias.
  • Estrés: el estrés puede liberar hormonas que afectan el ritmo cardíaco.
  • Algunos medicamentos: ciertos medicamentos, como algunos descongestionantes, pueden desencadenar arritmias.
  • Desequilibrios electrolíticos: los niveles anormales de electrolitos, como el potasio y el magnesio, que son esenciales para la función eléctrica del corazón, pueden causar arritmias.
  • Apnea del sueño: la apnea del sueño, un trastorno en el que la respiración se interrumpe y se reanuda repetidamente durante el sueño, puede aumentar el riesgo de arritmias.
  • Glándula tiroides hiperfuncionante o hipofuncionante.
  • Infección por el virus de la COVID 19.

Complicaciones de las arritmias

Las arritmias cardíacas, si no se tratan adecuadamente, pueden dar lugar a complicaciones graves, como:

  • Insuficiencia cardíaca: el corazón no puede bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades del cuerpo.
  • Accidente cerebrovascular (ictus): la fibrilación auricular, en particular, aumenta el riesgo de formación de coágulos sanguíneos en el corazón, que pueden viajar al cerebro y causar un ictus. Un ictus es una interrupción del flujo sanguíneo al cerebro.
  • Muerte súbita cardíaca: algunas arritmias ventriculares pueden ser mortales si no se tratan de inmediato.

Diagnóstico de las arritmias

El diagnóstico de las arritmias cardíacas se basa en la evaluación de los síntomas del paciente, un examen físico y diversas pruebas diagnósticas, entre las cuales:

  • Electrocardiograma (ECG): es la prueba más común para diagnosticar arritmias. El ECG registra la actividad eléctrica del corazón mediante electrodos colocados en el pecho, los brazos y las piernas. Esta prueba permite identificar anomalías en el ritmo y la frecuencia cardíaca.
  • Monitor Holter: un dispositivo portátil que registra la actividad eléctrica del corazón durante 24 a 48 horas, lo que permite detectar arritmias intermitentes.
  • Estudio electrofisiológico: un procedimiento en el que se introducen catéteres a través de las venas hasta el corazón para mapear su actividad eléctrica y determinar el origen de la arritmia. 
  • Varias técnicas de diagnóstico por imagen: la ecocardiografía y la resonancia magnética cardíaca pueden aportar información importante sobre la estructura y el funcionamiento del corazón. Estas pruebas pueden ayudar a identificar afecciones cardíacas subyacentes que pueden contribuir al desarrollo de arritmias.

Tratamiento de las arritmias

El tratamiento de las arritmias cardíacas varía según el tipo de arritmia, su gravedad y la salud general del paciente. Las opciones de tratamiento incluyen:

  • Cambios en el estilo de vida: dejar de fumar, reducir el consumo de alcohol, controlar el estrés, mantener un peso saludable y realizar ejercicio regularmente.
  • Medicamentos: existen diferentes tipos de medicamentos antiarrítmicos que ayudan a controlar el ritmo cardíaco. Algunos ejemplos incluyen los betabloqueantes, los bloqueadores de los canales de sodio, de potasio y de calcio.
  • Cardioversión: un procedimiento que utiliza una descarga eléctrica controlada para restaurar el ritmo cardíaco normal.
  • Ablación por catéter: un procedimiento mínimamente invasivo en el que se introduce un catéter en el corazón para destruir el tejido que causa la arritmia.
  • Marcapasos: un pequeño dispositivo que se implanta debajo de la piel para ayudar a regular el ritmo cardíaco, sobre todo en casos de bradicardia.
  • Desfibrilador cardioversor implantable (DCI): un dispositivo que se implanta debajo de la piel para detectar y tratar arritmias ventriculares potencialmente mortales, administrando descargas cuando es necesario.
  • Cirugías: los tratamientos quirúrgicos incluyen el procedimiento Maze, que crea un patrón laberíntico de tejido cicatricial para bloquear las señales eléctricas anormales en la fibrilación auricular, y la ablación quirúrgica realizada durante una intervención a corazón abierto para tratar las arritmias.

En algunos casos, puede ser necesario un enfoque multidisciplinar que involucre a cardiólogos, electrofisiólogos y otros especialistas.

Si sospecha que puede tener una arritmia cardíaca, es fundamental buscar atención médica. Un diagnóstico y tratamiento tempranos pueden ayudar a prevenir complicaciones graves y mejorar su calidad de vida.

Prevención

Los cambios en el estilo de vida que se usan para controlar enfermedades cardiacas pueden ayudar a prevenir las arritmias. Prueba estos consejos saludables para el corazón:

  • No fumes.
  • Sigue una dieta baja en sal y grasas saturadas.
  • Haz ejercicio por lo menos 1 hora todos los días de la semana.
  • Mantén un peso saludable.
  • Reduce y controla el estrés.
  • Controla la presión arterial alta, el colesterol alto y la diabetes.
  • Duerme bien. Los adultos intentan dormir entre 7.9 horas diarias.
  • Limita o evita el alcohol y cafeína.

En HM Hospitales cuenta con un centro monográfico integral en Cardiología que dispone de un departamento de Arritmias y Electrofisiología, dirigido por el Dr. Jesús Almendral Garrote, que está dotado con equipos de registro ambulatorio de larga duración que pueden ser implantados de forma subcutánea. Este departamento también dispone de salas robotizadas de última generación para el abordaje diagnóstico y terapéutico de los diferentes tipos de arritmias cardíacas.

Recuerda que este artículo tiene un fin informativo y no sustituye la valoración médica profesional. Si sospechas que tienes una arritmia cardíaca, consulta con un especialista para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado a tus necesidades.

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