Estudio de conducción motora central con TMS
¿Qué es un estudio de conducción motora central con TMS?
El estudio de conducción motora central mediante estimulación magnética transcraneal (TMS) es una técnica avanzada que evalúa la funcionalidad del sistema nervioso central, específicamente las vías motoras. Utiliza pulsos magnéticos no invasivos para estimular áreas específicas del cerebro y medir la respuesta en los músculos periféricos. Este procedimiento permite identificar alteraciones en la conducción motora y evaluar el estado funcional de las vías neuromotoras.
¿Para qué sirve esta prueba?
El estudio de conducción motora central con TMS se utiliza principalmente en:
- Diagnóstico neurológico: para identificar alteraciones en las vías motoras relacionadas con enfermedades como la esclerosis múltiple, lesiones medulares, neuropatías centrales, entre otras.
- Evaluación de trastornos del movimiento: se usa para analizar el impacto de condiciones como la enfermedad de Parkinson o distonías en las vías motoras.
- Seguimiento clínico: sirve para monitorizar la evolución de enfermedades neurológicas y evaluar la efectividad de tratamientos.
- Investigación clínica: ayuda a estudiar la plasticidad cerebral y las conexiones motoras en diferentes poblaciones y patologías.
Beneficios de la alta tecnología en la conducción motora central con TMS
La TMS utiliza un dispositivo que genera pulsos magnéticos breves y controlados. Estos pulsos estimulan áreas específicas del cerebro, como la corteza motora, y activan las vías motoras descendentes. La respuesta se mide mediante electrodos colocados en los músculos periféricos, lo que permite analizar la velocidad y calidad de la conducción motora.

¿Cómo es el procedimiento?
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Preparación:
Antes del procedimiento, tu médico tendrá una consulta contigo para conocer tu historial médico y los síntomas que presentas. Si cuentas con estudios previos, como resonancias magnéticas o electromiografías, los revisará para obtener más información. El día del estudio, usa ropa cómoda y sin elementos metálicos. Además, asegúrate de informar al equipo médico si tienes marcapasos, implantes metálicos u otros dispositivos electrónicos en tu cuerpo.
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Durante la prueba:
Te colocarán en una posición cómoda, ya sea sentado o acostado. Luego, el médico utilizará un estimulador magnético para enviar pulsos a la corteza motora de tu cerebro. Mientras esto ocurre, unos electrodos ubicados en tus músculos registrarán las respuestas motoras generadas por la estimulación. El procedimiento suele durar entre 30 y 60 minutos.
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Después de la prueba:
Podrás retomar tus actividades normales de inmediato después del procedimiento. Un especialista en neurofisiología analizará e interpretará los resultados y los enviará a tu médico, quien te explicará los hallazgos.
Recomendaciones para la prueba
Intenta mantenerte lo más quieto posible durante el procedimiento para asegurar la precisión de los resultados. Además, sigue todas las indicaciones médicas antes, durante y después del estudio.
¿Tiene algún riesgo?
El estudio de conducción motora central con TMS es un procedimiento seguro y no invasivo. Sin embargo, existen algunas consideraciones mínimas:
- Molestias leves: puedes experimentar una sensación de hormigueo o contracción muscular en el área estimulada.
- Cefalea leve: algunas personas pueden presentar dolor de cabeza temporal tras el procedimiento.
- Interferencia con dispositivos electrónicos: la TMS utiliza campos magnéticos, así que asegúrate de informar al equipo médico si tienes algún dispositivo electrónico implantado.
Para que tu prueba se desarrolle sin contratiempos, te pedimos que llegues con antelación a la hora indicada. Así podremos realizar la preparación administrativa y clínica necesaria.
Antes de la prueba, te entregaremos el Consentimiento Informado, un documento con información importante que deberás leer y firmar.
Si tu cita es para una Resonancia Magnética (RM), es crucial que nos informes sobre la presencia de marcapasos, objetos metálicos, prótesis (incluidas las dentales), tatuajes o dispositivos de infusión de medicamentos, como bombas de insulina.
Estas pruebas diagnósticas son muy seguras, pero como en cualquier procedimiento médico, existe una mínima posibilidad de incidencia.