La torsión testicular es una urgencia médica que requiere atención inmediata. Se produce cuando el cordón espermático, que suministra sangre al testículo, se tuerce y bloquea el flujo sanguíneo.
Aunque el dolor es el síntoma más común, existen casos de torsión testicular sin dolor, lo que puede dificultar el diagnóstico. En este artículo te explicamos los síntomas, diagnóstico y tratamiento de la torsión testicular para concienciar sobre la importancia de una intervención rápida.
Causas de la torsión testicular
Aunque la torsión testicular puede ocurrir en hombres de cualquier edad, es más frecuente en adolescentes y adultos jóvenes, especialmente entre los 12 y los 18 años. Si bien en muchos casos no se identifica una causa específica, existen ciertos factores que pueden predisponer a un hombre a sufrir esta condición.
- Malformaciones anatómicas: algunas malformaciones anatómicas del cordón espermático o la túnica vaginal, la membrana que rodea el testículo, pueden aumentar el riesgo de torsión. Una de las malformaciones más comunes es la deformidad en badajo de campana, en la cual el testículo no está completamente fijado a la túnica vaginal, lo que le permite girar libremente dentro del escroto. Esta mayor movilidad aumenta la probabilidad de que el cordón espermático se tuerza.
- Traumatismos o movimientos bruscos: en algunos casos, la torsión testicular puede ser desencadenada por un traumatismo en el escroto o un movimiento brusco del cuerpo. Sin embargo, la mayoría de las veces, la torsión ocurre espontáneamente, sin un evento desencadenante evidente.
- Predisposición genética: se cree que la predisposición genética también puede jugar un papel en la torsión testicular. Si tienes antecedentes familiares de torsión testicular, puedes tener un mayor riesgo de desarrollar la condición.
- Crecimiento testicular durante la pubertad: el rápido crecimiento testicular durante la pubertad puede contribuir a la inestabilidad del testículo dentro del escroto, aumentando la probabilidad de torsión.
- Músculo cremáster hiperactivo: el músculo cremáster se encarga de elevar y descender los testículos para regular la temperatura. Un músculo cremáster hiperactivo puede provocar contracciones espasmódicas que contribuyen a la torsión del cordón espermático.
- Clima frío: aunque esta relación no está completamente clara, se ha observado una mayor incidencia de torsión testicular en climas fríos. Se cree que la contracción del músculo cremáster en respuesta al frío puede aumentar el riesgo de torsión.
Incidencia en adolescentes y adultos jóvenes
La mayor incidencia de torsión testicular en adolescentes y adultos jóvenes se atribuye al rápido crecimiento testicular durante la pubertad y a la mayor actividad física en este grupo de edad. Sin embargo, es importante destacar que la torsión testicular puede ocurrir a cualquier edad, incluso en bebés y hombres mayores.
Es fundamental estar atento a los síntomas de la torsión testicular y buscar atención médica inmediata si experimentas dolor repentino o hinchazón en el escroto. Un diagnóstico y tratamiento tempranos son cruciales para preservar la función testicular.

Síntomas de la torsión testicular
La torsión testicular se caracteriza por una serie de síntomas que, en la mayoría de los casos, son agudos y alarmantes. Sin embargo, es crucial tener en cuenta que la presentación clínica puede variar, y algunos casos pueden presentarse con síntomas menos evidentes o incluso sin dolor.
En la mayoría de los casos, la torsión testicular se manifiesta con un dolor testicular repentino e intenso. Este dolor suele ser unilateral, afectando sólo a un testículo, y se localiza en el escroto. Además del dolor, otros síntomas comunes incluyen:
- Inflamación y enrojecimiento del escroto: el escroto del lado afectado puede estar inflamado, enrojecido y caliente al tacto.
- Sensibilidad testicular: el testículo afectado puede estar extremadamente sensible al tacto, incluso un roce ligero puede causar dolor intenso.
- Náuseas y vómitos: en algunos casos, el dolor intenso puede provocar náuseas y vómitos.
- Fiebre: la fiebre puede estar presente, especialmente si la torsión ha provocado una infección.
- Testículo retraído o en posición anormal: el testículo afectado puede estar más elevado de lo normal o en una posición inusual dentro del escroto.
¿Es posible una torsión testicular sin dolor?
Aunque el dolor suele ser el síntoma predominante, hay casos donde los síntomas son más sutiles o incluso ausentes:
- Torsión testicular parcial: cuando el cordón espermático se tuerce parcialmente, el flujo sanguíneo al testículo puede verse reducido, pero no completamente interrumpido. Esto puede causar dolor leve o intermitente, o incluso ningún dolor en absoluto.
- Torsión testicular en bebés: los bebés y niños pequeños pueden no ser capaces de comunicar su dolor con precisión. En estos casos, la hinchazón, el enrojecimiento o la irritabilidad pueden ser los únicos signos de torsión testicular.
- Torsión testicular crónica: ocurre cuando el testículo se tuerce y destuerce de forma recurrente, generando episodios leves de dolor.
Riesgos asociados a la falta de síntomas evidentes
La torsión testicular sin dolor o con síntomas leves puede ser especialmente peligrosa, ya que puede retrasar el diagnóstico y el tratamiento. La falta de dolor intenso puede llevar a que la condición se pase por alto, lo que aumenta el riesgo de daño testicular irreversible. Por lo tanto, es fundamental buscar atención médica inmediata si notas cualquier cambio en la apariencia o la posición de tus testículos, incluso si no experimentas dolor significativo. La detección temprana y el tratamiento oportuno son cruciales para preservar la salud testicular.

Diagnóstico de la torsión testicular
El diagnóstico de la torsión testicular se basa en la combinación de la historia clínica, el examen físico y las pruebas de imagen.
- Examen físico: evaluación del escroto, los testículos y el abdomen. El especialista también puede realizar una maniobra para intentar destorcer el cordón espermático manualmente.
- Ecografía Doppler: es una prueba de imagen que utiliza ondas sonoras para evaluar el flujo sanguíneo en los testículos. Es la prueba más utilizada para diagnosticar la torsión testicular.
- Otros estudios: en algunos casos, se pueden realizar otras pruebas, como análisis de sangre u orina, para descartar otras posibles causas.
Tratamiento de la torsión testicular
La torsión testicular es una urgencia médica que requiere tratamiento inmediato. El tratamiento generalmente implica cirugía para destorcer el cordón espermático y restaurar el flujo sanguíneo al testículo.
- Detorsión manual: en algunos casos, el médico puede intentar destorcer el cordón espermático manualmente, pero generalmente se requiere cirugía.
- Cirugía: se realiza bajo anestesia general para destorcer el cordón y fijar el testículo al escroto, previniendo futuras torsiones. Si el daño al testículo es irreversible, puede ser necesario extirparlo (orquiectomía).
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Recuerda, este artículo tiene un fin divulgativo y no sustituye la consulta médica. Ante cualquier duda, consulta con un profesional de la salud.
