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¿Tengo asma? Conoce los síntomas del asma y descubre cuándo ir al especialista

Diagnóstico del asma en adultos: Doctor auscultando los pulmones de una paciente. Un examen médico es crucial para diagnosticar y controlar el asma.

¿Te preocupa que puedas tener asma? Experimentar dificultad para respirar, tos persistente o sibilancias puede ser alarmante. Es natural preguntarse si estos síntomas podrían indicar asma.

Este artículo te ayudará a comprender los síntomas del asma, diferenciarlos de otras afecciones respiratorias y saber cuándo es importante buscar la ayuda de un especialista. 

¿Cuáles son los síntomas del asma?

Los síntomas del asma pueden variar de una persona a otra, tanto en tipo como en intensidad. Algunos de los síntomas más comunes incluyen sibilancias, un sonido agudo y silbante al respirar, especialmente al exhalar. Este sonido se produce por el estrechamiento de las vías respiratorias. También puedes experimentar tos, que puede ser seca o productiva, con flema, y que a menudo empeora por la noche o temprano en la mañana. La dificultad para respirar, o disnea, es otro síntoma frecuente, que puede manifestarse como una sensación de opresión en el pecho o falta de aire. Puedes sentir que te falta el aire, incluso después de realizar una actividad física ligera. En algunos casos, puedes sentir una opresión en el pecho, como si algo te apretara el tórax. Esta sensación puede ser leve o intensa, y puede ir acompañada de dolor o malestar.

Los síntomas asmáticos pueden ser leves y ocasionales, o graves y persistentes. Pueden desencadenarse por diversos factores, como alérgenos (polen, ácaros del polvo, caspa de animales, moho), irritantes (humo del tabaco, contaminación del aire, productos químicos, olores fuertes), infecciones respiratorias (resfriados, gripe), ejercicio físico, cambios bruscos de temperatura, aire frío y seco, y estrés emocional. Reconocer tus síntomas y sus posibles desencadenantes es fundamental para controlar el asma y mejorar tu calidad de vida. Llevar un diario de síntomas puede ser útil para identificar patrones y desencadenantes específicos.

¿Cómo diferenciar los síntomas del asma de otras afecciones respiratorias?

Distinguir los síntomas del asma de otras afecciones respiratorias, como la bronquitis, el resfriado común, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o la neumonía, puede ser un desafío. Si bien algunas de las señales, como la tos y la dificultad para respirar, son similares, existen diferencias clave. En el asma, los síntomas suelen ser recurrentes y pueden variar en intensidad a lo largo del tiempo, a menudo mejorando con el uso de medicamentos broncodilatadores. Además, las sibilancias son un síntoma característico del asma, aunque no todas las personas con asma las experimentan.

Los síntomas de asma bronquial, una forma común de asma desencadenada por alérgenos, a menudo se acompañan de otros síntomas alérgicos, como congestión nasal, picazón en los ojos o estornudos.

En contraste, los síntomas de un resfriado común suelen ser más generales, incluyendo congestión nasal, dolor de garganta y fiebre, y generalmente desaparecen en una o dos semanas. La bronquitis se caracteriza por una tos persistente que produce mucosidad, a menudo después de una infección respiratoria.

La EPOC, por otro lado, es una enfermedad progresiva que causa dificultad para respirar y tos crónica, generalmente asociada con el tabaquismo.

La neumonía es una infección pulmonar que causa fiebre, escalofríos, tos con flema y dificultad para respirar.

Si experimentas síntomas respiratorios recurrentes o persistentes, es importante consultar a un médico para obtener un diagnóstico preciso y el tratamiento adecuado.

¿Cuándo debo buscar ayuda médica para los síntomas del asma?

Si sospechas que puedes tener asma, es fundamental buscar atención médica. Un ataque de asma, una exacerbación repentina y grave de los síntomas, puede ser una emergencia médica. Los síntomas de un ataque de asma incluyen dificultad severa para respirar, sibilancias intensas, tos persistente, sensación de opresión en el pecho, ansiedad, sudoración, piel pálida y fría, y labios o uñas azulados (cianosis). Si experimentas estos síntomas, busca atención médica inmediata.

Incluso si tus síntomas son leves, es importante consultar a un médico para obtener un diagnóstico preciso. Retrasar el diagnóstico y el tratamiento puede llevar a un mayor daño pulmonar y una disminución de la calidad de vida. El médico puede realizar pruebas, como una espirometría, para evaluar la función pulmonar y confirmar el diagnóstico de asma. Otras pruebas pueden incluir pruebas de alergia para identificar posibles desencadenantes alérgicos, análisis de sangre para descartar otras afecciones y radiografías de tórax para evaluar la salud pulmonar. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden ayudarte a controlar los síntomas, prevenir las exacerbaciones y mejorar tu calidad de vida.

¿Cómo se diagnostica y trata el asma?

El diagnóstico del asma se basa en una combinación de factores, incluyendo tu historial médico, un examen físico y pruebas de función pulmonar. Durante el examen físico, el médico escuchará tus pulmones con un estetoscopio, te preguntará sobre tus síntomas, su frecuencia, intensidad y posibles desencadenantes, y revisará tu historial médico en busca de antecedentes familiares de asma o alergias. La espirometría, una prueba que mide la cantidad de aire que puedes inhalar y exhalar, es una herramienta clave para diagnosticar el asma. Esta prueba puede ayudar a identificar la obstrucción de las vías respiratorias, un signo característico del asma. Otras pruebas de función pulmonar pueden incluir la prueba de broncoprovocación, que mide la respuesta de las vías respiratorias a ciertos irritantes, y la medición del óxido nítrico exhalado, que puede indicar inflamación en las vías respiratorias.

El tratamiento del asma se centra en controlar los síntomas y prevenir las exacerbaciones. El médico puede recetarte medicamentos, como broncodilatadores para aliviar los síntomas agudos, relajando los músculos de las vías respiratorias y abriendo las vías respiratorias, y corticosteroides inhalados para reducir la inflamación de las vías respiratorias, disminuyendo la hinchazón y la producción de moco. También existen otros medicamentos, como los modificadores de leucotrienos, los anticolinérgicos de acción prolongada y la teofilina, que pueden utilizarse en combinación con los corticosteroides inhalados para un mejor control del asma. También te recomendará medidas para evitar los desencadenantes del asma, como alérgenos e irritantes. Esto puede incluir el uso de fundas antiácaros en colchones y almohadas, la limpieza regular del hogar para reducir el polvo y el moho, y evitar el contacto con animales a los que se es alérgico. En algunos casos, se puede recomendar la inmunoterapia (vacunas contra la alergia) para reducir la sensibilidad a los alérgenos. La inmunoterapia consiste en administrar dosis gradualmente crecientes del alérgeno al que se es sensible, con el objetivo de que el sistema inmunitario se acostumbre al alérgeno y deje de reaccionar de forma exagerada.

¿Qué tipos de asma existen?

Existen diferentes tipos de asma, clasificados según sus causas y desencadenantes. Algunos de los tipos más comunes incluyen:

  • Asma alérgica: este tipo de asma es desencadenado por la exposición a alérgenos, como el polen, los ácaros del polvo, la caspa de animales o el moho.
  • Asma no alérgica: este tipo de asma no está relacionado con las alergias, y puede ser desencadenado por factores como el ejercicio físico, el aire frío, las infecciones respiratorias o el estrés.
  • Asma ocupacional: este tipo de asma es causado por la exposición a sustancias irritantes en el lugar de trabajo, como productos químicos, polvo o humos.
  • Asma inducida por el ejercicio: este tipo de asma se desencadena por el ejercicio físico, y los síntomas suelen aparecer durante o después del ejercicio.

Es importante identificar el tipo de asma que tienes para poder implementar las medidas de prevención y tratamiento más adecuadas.

Cuida tu salud con HM Hospitales

Reconocer los síntomas del asma y buscar atención médica oportuna es fundamental para controlar la enfermedad y prevenir complicaciones. Si experimentas síntomas respiratorios recurrentes o persistentes, como sibilancias, tos, dificultad para respirar u opresión en el pecho, no dudes en consultar a un especialista. En HM Hospitales, contamos con un equipo de neumólogos y alergólogos expertos en el diagnóstico y tratamiento del asma. Te ofrecemos una atención personalizada y un enfoque integral para ayudarte a controlar tus síntomas, mejorar tu calidad de vida y respirar con tranquilidad. No dudes en contactarnos para programar una consulta y recibir la atención que necesitas.

Recuerda, este artículo tiene un fin divulgativo y no sustituye la consulta médica. Ante cualquier duda, consulta con un profesional de la salud.

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