Los juanetes, una deformación ósea que se forma en la base del primer dedo del pie pueden causar dolor, incomodidad y dificultar el uso de calzado. Si los padeces, encontrar el tratamiento adecuado es fundamental para aliviar los síntomas y mejorar tu calidad de vida.
En este artículo, te explicamos las causas, síntomas, tipos de juanetes y opciones de tratamiento disponibles. Además, te damos consejos sobre cuidado personal y te indicamos cuándo buscar atención médica especializada.
¿Qué son los juanetes?
Un juanete, también conocido como hallux valgus, es una deformidad ósea que afecta la articulación metatarsofalángica del primer dedo del pie. Se caracteriza por una protuberancia ósea prominente en la base del dedo, que a menudo se acompaña de la desviación del dedo hacia los otros. Esto puede causar que el primer dedo se superponga o se coloque debajo del segundo dedo, agravando la incomodidad. Los juanetes en los pies no son solo un problema estético, sino que también pueden causar dolor, inflamación y dificultad para caminar o usar calzado.
Causas y factores de riesgo
Aunque no se comprende completamente la causa exacta, los juanetes suelen desarrollarse por una combinación de factores genéticos, biomecánicos y ambientales.
- Factores genéticos: la predisposición genética juega un papel importante. Si tienes antecedentes familiares de juanetes, tienes un mayor riesgo de desarrollarlos. Esto se debe a que ciertas características heredadas del pie, como la forma del pie o la laxitud de los ligamentos. Estas pueden aumentar la susceptibilidad a la formación de juanetes.
- Calzado inadecuado: el uso prolongado de calzado inadecuado, especialmente zapatos apretados, de punta estrecha o con tacones altos, es un factor de riesgo importante. Estos tipos de calzado comprimen los dedos del pie, ejerciendo presión sobre la articulación metatarsofalángica y forzando al primer dedo a desviarse hacia adentro.
- Factores biomecánicos: condiciones como el pie plano, la pronación excesiva y la hipermovilidad articular alteran la mecánica del pie y favorecen la formación de juanetes.
- Otros factores: aunque menos comunes, otros factores que pueden contribuir a la formación de juanetes incluyen lesiones en el pie, enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide, artrosis y ciertas afecciones neurológicas.
Recuerda: los juanetes no son solo un problema estético; si sientes dolor o molestias, consulta a un especialista en pie y tobillo para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuado.
¿Qué tipos de juanetes existen?
Existen diferentes tipos de juanetes que se clasifican según su gravedad y localización. Comprender los tipos de juanetes es fundamental para determinar el tratamiento más adecuado.
- Juanete simple: deformidad leve o moderada, lateral o dorsal, donde el primer dedo se desvía hacia el segundo dedo en infraductus o supraductus. El dolor suele ser intermitente y empeora con el uso de calzado inadecuado. Es la forma más común.
- Juanete severo: en este caso, la deformidad es pronunciada, el primer dedo puede superponerse al segundo, y el dolor es constante o intermitente. Suele requerir tratamiento quirúrgico.
- Juanete de sastre (o juanete del quinto dedo): también conocido como bunionette, es una deformidad similar al juanete, pero se forma en la articulación metatarsofalángica del quinto dedo. El quinto dedo se desvía hacia el cuarto dedo, creando una protuberancia ósea en el lado externo del pie, también puede ser dorsal.
- Otros tipos de juanetes: además de los tipos mencionados anteriormente, existen otras variantes menos comunes, como:
- Juanete juvenil, se desarrolla en niños y adolescentes.
- Juanete asociado a enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide y la artrosis.

¿Qué tratamientos existen para los juanetes?
El tratamiento para los juanetes se enfoca en aliviar el dolor y la incomodidad, así como en frenar la progresión de la deformidad. El enfoque específico dependerá de la gravedad de tus juanetes y de tu estado de salud general. Las opciones de tratamiento van desde medidas convencionales hasta procedimientos quirúrgicos.
- Opciones de tratamiento no quirúrgico:
- Cambios en el calzado: este es a menudo el primer paso en el tratamiento. Se recomienda usar zapatos con puntera ancha y profunda que no compriman los dedos del pie. Evita los zapatos de punta estrecha, los tacones altos y cualquier calzado que te cause dolor o roce contra el juanete.
- Ortesis y plantillas: los soportes plantares, como las plantillas, pueden ayudar a distribuir la presión de manera más uniforme en el pie, corrigiendo la alineación y reduciendo la carga sobre el juanete. También pueden ayudar a controlar la pronación excesiva, un factor que puede contribuir al desarrollo de juanetes, para ello se aconseja hacer un estudio de la pisada. Las ortesis personalizadas, como las siliconas ayudan a la alineación de la articulación y además evitan alterar la posición de segundo dedo (normalmente dedo en garra).
- Medicamentos: los analgésicos de venta libre, como el ibuprofeno o el naproxeno, pueden ayudar a reducir el dolor y la inflamación. En algunos casos, el médico puede recetar medicamentos más fuertes para el dolor.
- Inyecciones de corticosteroides: las inyecciones de corticosteroides en la articulación afectada pueden ayudar a reducir la inflamación y aliviar el dolor, aunque no corrigen la deformidad. No se recomiendan inyecciones frecuentes debido a los posibles efectos secundarios.
- Terapia física: la fisioterapia puede incluir ejercicios para fortalecer los músculos del pie, mejorar la flexibilidad y el rango de movimiento, y reducir el dolor. También se pueden utilizar técnicas como el ultrasonido y la terapia con láser.
- Opciones de tratamiento quirúrgico:
La cirugía se considera cuando los tratamientos tradicionales no han proporcionado alivio y los juanetes interfieren significativamente con las actividades diarias. Existen diferentes tipos de cirugía para juanetes, y el cirujano recomendará el procedimiento más adecuado según la gravedad de la deformidad y otros factores individuales. La cirugía puede implicar:- Realineación de los huesos: se corta y realinea el hueso para corregir la deformidad.
- Extirpación del tejido inflamado: se extrae la bursa inflamada (una pequeña bolsa llena de líquido que amortigua la articulación).
- Fusión articular: en casos severos, se puede fusionar la articulación afectada para eliminar el dolor y estabilizar el pie.
Consulta con un especialista en pie y tobillo para decidir el tratamiento más adecuado para tu caso.

¿Cómo prevenir los juanetes?
Aunque la genética juega un papel, puedes tomar medidas para prevenir los juanetes o minimizar su desarrollo. A continuación, te ofrecemos una serie de recomendaciones para su prevención:
- Usa calzado cómodo con punteras anchas y evita tacones altos que desplazan el peso hacia la parte delantera del pie y asegúrate de que los zapatos se ajusten correctamente sin apretar ni quedar demasiado sueltos.
- Realiza ejercicios como recoger objetos con los dedos de los pies para fortalecerlos. Puedes hacer ejercicios sencillos como elevaciones de talones, recoger canicas con los dedos y estirarlos regularmente. Fortalecer los músculos del pie también ayuda. Además, evita la presión excesiva en tus pies, limitando el tiempo que pasas de pie y moderando la práctica de deportes de alto impacto.
- Mantén un peso saludable para reducir la presión en las articulaciones del pie.
- Consulta a un especialista si tienes antecedentes familiares o molestias en los pies.
Cuidar tus pies con estos sencillos consejos te ayudará a mantenerlos sanos y a reducir el riesgo de juanetes.
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En HM Hospitales, contamos con un equipo de especialistas en traumatología y cirugía ortopédica con amplia experiencia en el diagnóstico y tratamiento de juanetes. Si experimentas dolor o molestias en los pies, o si tienes alguna pregunta sobre la prevención de juanetes, no dudes en contactarnos.
Recuerda, este artículo tiene un fin divulgativo y no sustituye la consulta médica. Ante cualquier duda, consulta con un profesional de la salud.
