¿Has oído hablar de la osteomielitis? Comprender esta infección te ayudará a reconocer sus síntomas y buscar tratamiento oportuno. La osteomielitis es más frecuente en niños y adultos mayores, pero puede darse a cualquier edad, especialmente en pacientes con diabetes o inmunosuprimidos.
En este artículo, te damos una información completa sobre la osteomielitis, desde sus causas y síntomas hasta las opciones de tratamiento disponibles.
¿Qué es la osteomielitis y cuáles son sus causas?
La osteomielitis es una infección del hueso causada por bacterias, hongos u otros gérmenes. Generalmente, la infección se origina a distancia en otra parte del cuerpo y se propaga al hueso a través del torrente sanguíneo, aunque también puede ocurrir después de lesiones que dejan expuesto el hueso, como fracturas abiertas o cirugías. En casos menos comunes, la osteomielitis puede ser causada por una infección cercana, como una infección de la piel o de los tejidos blandos perióseos, que se propaga al hueso. A continuación, te mostramos los tipos de la osteomielitis según la vía de infección:
- Infección a través del torrente sanguíneo (hematógena): esta es la forma más común de osteomielitis, especialmente en niños. Las bacterias u otros gérmenes pueden ingresar al torrente sanguíneo desde una infección en otra parte del cuerpo, como una neumonía, una infección del tracto urinario o de cualquier otro órgano.
- Infección directa: esto ocurre cuando una lesión, como una fractura abierta o una herida profunda, expone el hueso a los gérmenes. La cirugía también puede aumentar el riesgo de osteomielitis si el hueso queda expuesto durante el procedimiento.
- Infección contigua: las infecciones en la piel y los tejidos blandos o las articulaciones cercanas pueden propagarse al hueso, causando osteomielitis.
¿Cuáles son los síntomas de la osteomielitis?

Los síntomas de la osteomielitis pueden variar significativamente dependiendo de la edad del paciente, la ubicación de la infección, la gravedad de la infección y si la osteomielitis es aguda o crónica. Es importante estar atento a cualquier signo de infección ósea y buscar atención médica si experimentas alguno de estos síntomas.
En los niños, la osteomielitis aguda a menudo se presenta con síntomas más evidentes y sistémicos. A continuación, te mostramos cuáles son estos síntomas:
- Fiebre alta: es un signo común de infección y puede ser uno de los primeros síntomas de osteomielitis en niños.
- Irritabilidad: los niños con osteomielitis pueden estar inusualmente irritables o inquietos.
- Fatiga y letargo: la infección puede causar fatiga y letargo, haciendo que el niño se sienta cansado y sin energía.
- Dolor intenso en el área afectada: el dolor óseo puede ser intenso y localizado en el área de la infección. El niño puede evitar mover la extremidad afectada o negarse a caminar.
- Hinchazón, enrojecimiento y calor en el área afectada: estos son signos clásicos de inflamación y pueden indicar una infección en el hueso o los tejidos circundantes.
En los adultos, los síntomas de la osteomielitis aguda pueden ser más sutiles y localizados. A continuación, te presentamos cuáles son estos síntomas:
- Dolor sordo y profundo en el hueso afectado: el dolor puede ser constante o intermitente y empeorar con el movimiento o la presión.
- Hinchazón, enrojecimiento y sensibilidad al tacto en el área afectada: estos signos de inflamación pueden ser menos pronunciados en adultos que en niños, aunque suelen estar presentes.
- Fiebre: puede estar presente, pero es un síntoma poco habitual en adultos con osteomielitis.
- Sudoración nocturna: la sudoración excesiva durante la noche puede ser un síntoma de infección.
- Fatiga: la fatiga y la sensación general de malestar también pueden estar presentes.
En la osteomielitis crónica, los síntomas pueden ser aún más sutiles y pueden desarrollarse gradualmente durante semanas o meses. A continuación, te enseñamos cuáles son estos síntomas:
- Dolor persistente en el hueso afectado: el dolor puede ser sordo y constante, o puede ser intermitente y empeorar con la actividad. Característicamente, puede aparecer por la noche.
- Drenaje de pus a través de la piel: la infección puede causar la formación de abscesos en el hueso que drenan pus a través de fístulas hacia la piel.
- Enrojecimiento, hinchazón y calor en el área afectada: estos signos de inflamación aunque pueden estar presentes, pero a menudo son mucho menos pronunciados que en la osteomielitis aguda.
- Fiebre: excepcional en la osteomielitis crónica.
¿Cómo es el diagnóstico de la osteomielitis?

El diagnóstico de la osteomielitis generalmente implica una combinación de varias pruebas. A continuación, te mostramos cuáles son:
- Examen físico: el médico te examinará para buscar signos de infección, como hinchazón, enrojecimiento, sensibilidad al tacto y limitación del movimiento.
- Análisis de sangre: pueden mostrar signos de infección, como un recuento elevado de glóbulos blancos o una velocidad de sedimentación globular y proteína C reactiva elevadas.
- Pruebas de imagen: las radiografías, las tomografías computarizadas (TC), y las gammagrafías óseas pueden ayudar a visualizar el hueso afectado e identificar la presencia de infección, siendo la resonancia magnética la prueba más sensible.
- Biopsia ósea: en algunos casos, se puede realizar una biopsia ósea para obtener una muestra de tejido óseo y analizarla en busca de bacterias u otros gérmenes.
¿Cómo se trata la osteomielitis y qué bacteria la causa?
El tratamiento de la osteomielitis generalmente implica una combinación de antibióticos y, en algunos casos, cirugía. Los antibióticos se administran por vía intravenosa u oral, dependiendo de la gravedad de la infección. La duración del tratamiento con antibióticos puede variar de varias semanas a varios meses. La bacteria más común que causa osteomielitis es el Staphylococcus aureus, aunque otras bacterias, como Escherichia coli y Pseudomonas aeruginosa le siguen en frecuencia..
La cirugía puede ser necesaria para drenar el pus o los abscesos, eliminar el tejido óseo infectado o estabilizar el hueso afectado. En la osteomielitis crónica, la cirugía puede ser más extensa y puede requerir la reconstrucción del hueso afectado con injertos óseos o prótesis.
¿La osteomielitis crónica tiene cura?
La osteomielitis crónica es difícil de controlar y puede requerir un manejo a largo plazo. Si bien la osteomielitis crónica puede ser curada en algunos casos, en otros puede persistir o recurrir a pesar del tratamiento. La gravedad de la osteomielitis varía según la extensión de la infección, la salud general del paciente y la respuesta al tratamiento. En algunos casos, la osteomielitis puede causar complicaciones graves, como la propagación de la infección a otras partes del cuerpo, o generalizada (sepsis), incluso la amputación.
¿Cómo puedo prevenir la osteomielitis?
Si bien no siempre es posible prevenir la osteomielitis, existen medidas que puedes tomar para reducir tu riesgo. A continuación, te enseñamos algunas recomendaciones:
- Cuida tus heridas: limpia y cubre adecuadamente cualquier herida en la piel para prevenir infecciones.
- Busca atención médica para las infecciones: no te automediques, que sea el especialista el que te indique cuál es el antibiótico más adecuado.
- Mantén un sistema inmunitario saludable: una dieta saludable, ejercicio regular y un sueño adecuado pueden ayudarte a fortalecer tu sistema inmunitario.
Cuida tu salud con HM Hospitales
La osteomielitis es una infección ósea que requiere atención médica oportuna. Si experimentas síntomas como dolor óseo, hinchazón, enrojecimiento, acompañados de fiebre, es importante que consultes a un médico para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados. En HM Hospitales, contamos con un equipo de especialistas en enfermedades infecciosas que pueden brindarte la atención integral que necesitas. No dudes en contactarnos para programar una consulta.
Recuerda, este artículo tiene un fin divulgativo y no sustituye la consulta médica. Ante cualquier duda, consulta con un profesional de la salud.
