La acalasia es una enfermedad esofágica poco común que puede afectar significativamente la calidad de vida. Se produce un trastorno motor del esófago y del esfínter esofágico inferior (EEI) que dificulta la deglución y puede causar malestar considerable.
Aunque la acalasia no tiene cura, existen tratamientos que pueden aliviar los síntomas y mejorar la capacidad de comer y beber con cierta normalidad. En este artículo, te explicamos la acalasia, sus síntomas y las opciones de tratamiento disponibles, incluyendo la cirugía. Nuestro objetivo es ofrecer información clara y concisa para que puedas tomar decisiones informadas sobre tu salud.
¿Cuáles son los síntomas de la acalasia?
Los síntomas de la acalasia pueden variar en gravedad y presentación. A continuación, te mostramos los síntomas más comunes:
- Disfagia: dificultad para tragar tanto sólidos como líquidos, a menudo descrita como una sensación de que los alimentos se atascan en el pecho tras la deglución.
- Regurgitación: el reflujo de alimentos no digeridos o líquidos a la boca.
- Dolor torácico: molestias o dolor en el pecho, a menudo relacionado con la distensión esofágica.
- Pérdida de peso: pérdida de peso involuntaria debido a la ingesta deficiente de alimentos.
- Tos nocturna: tos por la noche, a menudo causada por la regurgitación y la aspiración.
Si experimentas alguno de estos síntomas, se recomienda consultar a un gastroenterólogo para una evaluación exhaustiva y un tratamiento adecuado.
¿Cómo es el diagnóstico de la acalasia?
El diagnóstico de la acalasia requiere una evaluación exhaustiva para confirmar la presencia de disfunción motora esofágica y descartar otras posibles causas. El proceso diagnóstico suele incluir las siguientes pruebas:
- Endoscopia digestiva alta: procedimiento que consiste en la introducción de un tubo delgado y flexible con una cámara en el esófago para visualizar directamente su revestimiento. La endoscopia ayuda a descartar otras afecciones como el cáncer de esófago o las estenosis que pueden simular los síntomas de la acalasia.
- Manometría esofágica: prueba que mide la presión y la coordinación de las contracciones musculares del esófago, proporcionando información detallada sobre la capacidad del esfínter esofágico inferior (EEI) para relajarse. La manometría se considera la prueba de referencia para el diagnóstico de la acalasia.
- Estudio de deglución con bario: prueba de imagen que utiliza bario para visualizar el esófago y evaluar su morfología. El bario es una sustancia que permite observar la forma y el movimiento del esófago durante la deglución.
- Manometría de alta resolución (MAR): técnica manométrica avanzada que proporciona una evaluación más detallada de la topografía de la presión esofágica, lo que ayuda a clasificar los subtipos de acalasia y a guiar las decisiones de tratamiento.

¿Cuáles son los enfoques terapéuticos para el manejo de la acalasia?
El objetivo principal del tratamiento de la acalasia es reducir la presión del EEI y mejorar el vaciado esofágico. Las opciones de tratamiento van desde procedimientos menos invasivos hasta intervenciones endoscópicas mínimamente invasivas o quirúrgicas:
- Dilatación neumática (DN): este procedimiento consiste en utilizar un balón para dilatar forzosamente el EEI, interrumpiendo eficazmente las fibras musculares y reduciendo su presión. La DN ofrece alivio de los síntomas, pero puede requerir sesiones repetidas.
- Inyección de toxina botulínica (bótox): la inyección de bótox en el EEI debilita temporalmente el músculo, reduciendo su capacidad de contraerse. Aunque es eficaz, la inyección de bótox proporciona un alivio a corto plazo y a menudo requiere inyecciones repetidas.
- Miotomía endoscópica peroral (POEM): esta técnica quirúrgica mínimamente invasiva consiste en crear un túnel dentro de la pared del esófago para acceder y dividir el músculo del EEI. La POEM ofrece excelentes resultados a largo plazo con una mínima cicatrización.
- Miotomía de Heller laparoscópica (MHL): este procedimiento quirúrgico consiste en realizar pequeñas incisiones en el abdomen para acceder y dividir el músculo del EEI. La MHL es un tratamiento bien establecido para la acalasia con excelentes resultados a largo plazo.
¿Cuándo considerar la cirugía para la acalasia?
A pesar de que existen tratamientos no quirúrgicos, la cirugía a menudo se considera la opción más efectiva a largo plazo para aliviar los síntomas de la acalasia. La decisión de optar por la cirugía se basa en una evaluación individualizada que considera diversos factores:
- Respuesta a tratamientos no quirúrgicos: la dilatación neumática y la inyección de toxina botulínica pueden proporcionar alivio sintomático, especialmente en etapas tempranas de la enfermedad. Sin embargo, estos tratamientos no corrigen la causa subyacente de la acalasia y pueden requerir repeticiones con el tiempo. Si los síntomas persisten o recurren con frecuencia a pesar de estos tratamientos, la cirugía puede ser la opción más adecuada.
- Severidad de los síntomas: la intensidad de los síntomas, como la disfagia, la regurgitación y el dolor torácico, influye en la decisión quirúrgica. Pacientes con síntomas graves que impactan significativamente su capacidad para comer y mantener un peso saludable pueden beneficiarse más de la cirugía.
- Edad y el estado general de salud: la edad y el estado general de salud del paciente son factores cruciales a considerar. La cirugía conlleva ciertos riesgos. En pacientes mayores o con comorbilidades significativas, se debe evaluar cuidadosamente el balance entre los beneficios y los riesgos de la cirugía.
- Preferencias del paciente: la decisión final sobre el tratamiento debe tomarse en conjunto con el paciente, considerando sus preferencias y expectativas. Se debe proporcionar información clara y precisa sobre las diferentes opciones de tratamiento, incluyendo sus beneficios, riesgos y posibles complicaciones, para que el paciente pueda tomar una decisión informada.
- Tipo de acalasia: la MAR permite clasificar la acalasia en diferentes subtipos, lo que puede influir en la elección del tratamiento. Algunos subtipos pueden responder mejor a la cirugía que otros.
- Disponibilidad de técnicas avanzadas: la disponibilidad de técnicas mínimamente invasivas, como la POEM, ofrece una alternativa a la cirugía laparoscópica tradicional, con menor dolor postoperatorio y una recuperación más rápida. La disponibilidad de estas técnicas en el centro hospitalario puede influir en la decisión del paciente y del equipo médico.

¿Cómo es el postoperatorio tras un POEM / cirugía para la acalasia?
Tras la miotomía endoscópica o quirúrgica para la acalasia, los pacientes suelen experimentar una recuperación relativamente rápida. A continuación, te mostramos los aspectos clave del periodo postoperatorio:
- Estancia hospitalaria: por lo general, se requiere una estancia hospitalaria de alrededor de tres días.
- Manejo del dolor: el dolor o las molestias postoperatorias suelen controlarse con analgésicos.
- Pautas dietéticas: los pacientes recibirán instrucciones dietéticas específicas que deben seguir durante la fase inicial de recuperación.
- Atención de seguimiento: las citas de seguimiento regulares son esenciales para controlar la cicatrización y evaluar la eficacia del tratamiento.
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En HM Hospitales, te ofrecemos un apoyo integral durante todo el proceso de recuperación. Nuestro equipo de profesionales de la salud, incluyendo gastroenterólogos con especialización en técnicas endoscópicas avanzadas y cirujanos esofágicos junto con nutricionistas y fisioterapeutas, te guiará en cada paso.
No dudes en ponerte en contacto con nosotros para obtener más información sobre cómo podemos ayudarte a gestionar tu acalasia. En HM Hospitales, estamos comprometidos a brindarte la mejor atención médica posible.
Recuerda, este artículo tiene un fin divulgativo y no sustituye la consulta médica. Ante cualquier duda, consulta con un profesional de la salud.
