La salud de las mamas es fundamental para el bienestar de todas las mujeres. La mamografía es una herramienta clave para identificar de manera precoz posibles anomalías que puedan comprometer tu bienestar.
En este artículo, te explicamos los diferentes tipos de mamografía, cómo se realiza el procedimiento y qué puedes hacer para prepararte, ayudándote a tomar decisiones informadas sobre tu salud mamaria.
¿Qué es una mamografía?
La mamografía es una técnica de diagnóstico por imagen que utiliza rayos X de baja intensidad para examinar el tejido mamario. Esta técnica permite visualizar la estructura interna de la mama y detectar posibles anomalías como microcalcificaciones, masas sospechosas y distorsiones, que pueden ser indicativas de cáncer u otras enfermedades. A diferencia de otras técnicas, la mamografía tiene la capacidad de identificar estos cambios en etapas tempranas, incluso antes de que sean perceptibles al tacto.
La detección precoz es crucial, ya que aumenta significativamente las posibilidades de éxito del tratamiento y mejora el pronóstico clínico. Además, la combinación de la mamografía con el autoexamen mamario regular y las evaluaciones clínicas periódicas, constituye una herramienta fundamental en la estrategia integral para la prevención y cuidado de la salud mamaria.
¿Qué tipos de mamografía existen?
Existen diferentes tipos de mamografía, según el objetivo del estudio. A continuación, te presentamos los tipos de mamografía más comunes:
- Mamografía de cribado (screening): se realiza en mujeres asintomáticas, con el objetivo de detectar precozmente la posibilidad de la presencia de un cáncer de mama en ausencia de signos o síntomas. Se recomienda como parte del cuidado preventivo regular, generalmente a partir de los 40 años, aunque la frecuencia y la edad de inicio pueden variar según las guías clínicas y los factores de riesgo individuales.
- Mamografía diagnóstica: se utiliza en mujeres que presentan síntomas o signos de enfermedad mamaria, como un bulto palpable, cambios en la piel o secreción del pezón, o cuando se ha detectado una anomalía en una mamografía de cribado. La mamografía diagnóstica proporciona información más detallada y específica sobre la anomalía detectada, guiando el proceso diagnóstico y la planificación del tratamiento más adecuado. En este tipo de mamografía, pueden realizarse proyecciones adicionales, como:
- Compresión localizada: para obtener imágenes más detalladas de áreas específicas.
- Magnificación: para estudiar con mayor precisión las microcalcificaciones u otras anomalías.
La elección del tipo de mamografía y las proyecciones a realizar dependerá de las características individuales de cada paciente y la sospecha clínica.
¿Cómo es el procedimiento de una mamografía?
El procedimiento de la realización de una mamografía es relativamente rápido y, en general, no causa dolor. Al llegar al centro diagnóstico, te pedirán que te quites la ropa de la cintura para arriba y te coloques una bata específica para el examen. Un técnico radiólogo especializado te guiará a través del procedimiento y te ayudará a posicionarte correctamente frente al mamógrafo.
El mamógrafo es un equipo diseñado específicamente para obtener imágenes de la mama. Consta de dos placas, entre las cuales se coloca la mama. La placa superior se baja lentamente para comprimir la mama durante unos segundos, mientras se adquiere la imagen. Aunque esta compresión puede generar una leve molestia transitoria, es esencial para obtener imágenes de alta calidad, reduciendo la superposición de tejidos y minimizando la dosis de radiación.
Este proceso se realiza para cada mama, generalmente en dos proyecciones estándar: craneocaudal (CC) y mediolaterales oblicua (MLO). En algunos casos, pueden ser necesarias imágenes adicionales para evaluar áreas específicas. Durante la adquisición de las imágenes, es importante que permanezcas inmóvil y sigas las indicaciones del técnico. Esto ayuda a garantizar la calidad de las imágenes y reduce la posibilidad de tener que repetir el examen.
Una vez finalizado el procedimiento, podrás retomar tus actividades con normalidad. El tiempo total del procedimiento suele ser de aproximadamente 15-20 minutos.
Preparación para una mamografía
Una adecuada preparación para una mamografía puede contribuir a la calidad de las imágenes obtenidas y a tu comodidad durante el procedimiento. Algunas recomendaciones clave son:
- Evita ciertos productos: no uses desodorantes, antitranspirantes, talcos, lociones o cremas en la zona de las axilas y mamas el día del examen. Estos productos pueden contener partículas que interfieren con las imágenes y generar artefactos que dificulten su interpretación.
- Informa sobre un posible embarazo: si estás embarazada o crees que podrías estarlo, avisa al personal médico. Aunque la dosis de radiación en una mamografía es baja, se toman precauciones adicionales en caso de gestación.
- Elige ropa cómoda: opta por prendas de dos piezas para que solo necesites desvestirte de la cintura para arriba.
- Trae estudios previos: si te has realizado mamografías anteriormente, llévalas contigo o informa al centro para que puedan recuperarlas. Comparar las imágenes actuales con las anteriores es clave para detectar cambios sutiles y evaluar la evolución de los hallazgos mamarios.
Cuidado preventivo con la mamografía
La mamografía es una herramienta esencial en el cuidado preventivo de la salud mamaria. Diversas organizaciones internacionales, como la Sociedad Americana del Cáncer (ACS) y el Colegio Americano de Radiología (ACR), recomiendan la realización de mamografías de screening a partir de los 40 años, con una frecuencia anual. No obstante, la frecuencia y el tipo de mamografía debe individualizarse, considerando los factores de riesgo de cada mujer, como:
- Antecedentes familiares de cáncer de mama.
- Mutaciones genéticas como BRCA1 y BRCA2.
- Densidad mamaria elevada.
- Historial personal de enfermedades mamarias benignas.
En mujeres con un mayor riesgo, como aquellas con antecedentes familiares en primer grado de cáncer de mama o con mutaciones genéticas predisponentes, se puede recomendar iniciar las mamografías a una edad más temprana o realizarlas con mayor frecuencia.
Un enfoque personalizado basado en una evaluación médica detallada permite optimizar las estrategias de prevención y detección precoz, aumentando así las posibilidades de un diagnóstico temprano y un mejor pronóstico.
Resultados y seguimiento después de una mamografía
Después de realizarte una mamografía, los resultados suelen estar disponibles en pocos días. Un radiólogo analizará las imágenes y elaborará un informe detallado.
- Si no se detectan alteraciones significativas, recibirás la confirmación de que el resultado es normal y se te recomendará seguir tu programa de cribado habitual.
- En caso de identificar hallazgos que necesiten una evaluación adicional, como microcalcificaciones sospechosas, masas o distorsiones arquitecturales, podrían solicitarse pruebas complementarias, como:
- Mamografía diagnóstica con proyecciones adicionales.
- Ecografía mamaria.
- Biopsia para obtener un diagnóstico más preciso.
La densidad del tejido mamario es otro factor importante en la interpretación de las mamografías. Una mayor densidad, como en el caso del tejido fibroglandular ACR tipo B, puede dificultar la detección de anomalías debido a la superposición de tejidos. En estas situaciones, se puede recomendar el uso de tecnologías avanzadas como la mamografía 3D o tomosíntesis. Estas técnicas permiten obtener imágenes desde múltiples ángulos, mejorando la visualización de las estructuras internas y facilitando la identificación de posibles alteraciones en mamas densas.
Es importante destacar que la mayoría de los hallazgos que requieren evaluación adicional resultan ser benignos, es decir, no cancerosos. Sin embargo, la realización de estas pruebas es crucial para obtener un diagnóstico preciso y descartar la presencia de cáncer de mama. La detección temprana, gracias a la mamografía, mejora significativamente el pronóstico en caso de cáncer, permitiendo un tratamiento más efectivo y menos invasivo.
Ansiedad asociada a la realización de una mamografía
Es normal sentir cierta ansiedad al enfrentarse a una mamografía. Las preocupaciones pueden surgir por diferentes motivos:
- Inquietud sobre los resultados.
- Incomodidad durante el procedimiento.
- Incertidumbre asociada a las pruebas médicas en general.
Para manejar esta ansiedad, es útil:
- Informarte sobre el proceso: comprender la importancia de la mamografía como herramienta de prevención ayuda a reducir temores.
- Hablar con el equipo médico: una comunicación abierta con tu médico, ginecólogo o radiólogo te permitirá aclarar dudas, expresar inquietudes y recibir el apoyo necesario.
Recuerda que la mamografía es una herramienta esencial para proteger tu salud y que la detección temprana es clave para un manejo eficaz de cualquier alteración mamaria.
Cuida tu salud con HM Hospitales
En HM Hospitales, comprendemos la importancia de la detección temprana y el cuidado integral de la salud mamaria. Contamos con un equipo de radiólogos expertos y tecnología de vanguardia para ofrecerte mamografías de alta calidad y un seguimiento personalizado. Si tienes alguna pregunta o consulta sobre la mamografía, no dudes en contactarnos. Estamos aquí para acompañarte en el cuidado de tu salud mamaria.
Recuerda, este artículo tiene un fin divulgativo y no sustituye la consulta médica. Ante cualquier duda, consulta con un profesional de la salud.
