La hernia inguinal es una afección común que afecta a muchas personas y que suele requerir de cirugía para su tratamiento efectivo.
Si te han diagnosticado una hernia inguinal, quizás te preguntes sobre las diferentes opciones quirúrgicas disponibles y quieras entender mejor en qué consisten. La reparación laparoscópica es una alternativa mínimamente invasiva que ofrece diversas ventajas. En este artículo, te explicamos en qué consiste la operación de hernia inguinal por laparoscopia, sus principales beneficios y qué puedes esperar.
¿Qué es la cirugía laparoscópica para la hernia inguinal?
La cirugía laparoscópica para la hernia inguinal, también conocida como hernioplastia inguinal laparoscópica, es una técnica mínimamente invasiva que se utiliza para reparar las hernias inguinales. A diferencia de la cirugía abierta, que requiere una incisión grande en la zona de la ingle, esta técnica se realiza mediante pequeñas incisiones, de entre 0,5 y 1 centímetro, lo que permite una recuperación más rápida y menos dolorosa.
Durante la hernioplastia laparoscópica, el cirujano realiza de tres a cuatro incisiones pequeñas en el abdomen. A través de una de estas incisiones, se introduce un laparoscopio, un instrumento delgado con forma de tubo que dispone de una cámara en el extremo que muestra imágenes detalladas del interior del abdomen en un monitor. Esto permite al cirujano visualizar y reparar la hernia con gran precisión.
Ventajas de la cirugía laparoscópica para la hernia inguinal
La reparación laparoscópica de la hernia inguinal es una opción menos invasiva que ofrece varias ventajas significativas frente a la cirugía abierta:
- Menor dolor postoperatorio: al ser una cirugía menos invasiva, los pacientes suelen experimentar menos dolor en comparación cirugía abierta.
- Recuperación más rápida: la laparoscopia permite una cicatrización más rápida de las incisiones, lo que facilita retomar las actividades diarias en menor tiempo.
- Menos cicatrices: las incisiones pequeñas dejan cicatrices más pequeñas y menos visibles, lo que es una ventaja estética importante para muchos pacientes.
- Menor riesgo de infección: la cirugía laparoscópica presenta un menor riesgo de infección en comparación con la cirugía abierta.
- Menor riesgo de complicaciones: en general, las técnicas laparoscópicas presentan un menor riesgo de complicaciones como sangrado, daño a nervios o vasos sanguíneos, y seromas (acumulación de líquido en la zona operada).
- Estancia hospitalaria más corta: en muchos casos, la cirugía laparoscópica a menudo permite una estancia hospitalaria más corta, que suele consistir en 1 día de ingreso hospitalario.

¿Es la cirugía laparoscópica adecuada para todos los pacientes?
No todos los pacientes son candidatos ideales para la cirugía laparoscópica. En algunos casos, como hernias inguinales recurrentes, hernias muy grandes o complejas, o en pacientes con antecedentes de cirugías abdominales previas, la cirugía abierta puede ser una mejor opción. La decisión final sobre el tipo de cirugía se tomará en conjunto con el cirujano, teniendo en cuenta las características individuales e historial médico de cada paciente.
Indicaciones para la cirugía laparoscópica de hernia inguinal
La cirugía es el tratamiento principal para la hernia inguinal, ya que no se cura sola y puede complicarse con el tiempo. La laparoscopia suele ser la técnica preferida, pero la decisión final se basa en una evaluación médica. Algunas indicaciones comunes son:
- Hernia inguinal sintomática: si la hernia causa dolor, molestias, sensación de presión o bulto en la ingle, la cirugía suele ser la mejor opción. La laparoscopia es preferible por su recuperación más rápida y menos dolor postoperatorio.
- Hernia inguinal incarcerada: en este caso, una porción del intestino queda atrapada en el canal inguinal, lo que puede causar dolo intenso, náuseas, vómitos y obstrucción intestinal. La cirugía, laparoscópica o abierta, es urgente para evitar complicaciones graves.
- Hernia inguinal estrangulada: esta es una complicación grave en la que el suministro de sangre al intestino atrapado se interrumpe. Puede causar daño irreversible y requiere cirugía de emergencia. En estos casos, la cirugía laparoscópica, aporta grandes beneficios, ya que las ventajas explicadas anteriormente se acentúan, pero depende de la situación clínica de cada paciente.
- Hernia inguinal recurrente: si una hernia inguinal vuelve a aparecer tras una cirugía previa, la reparación laparoscópica puede ser una buena opción, ya que minimiza el daño a los tejidos circundantes.
- Hernias inguinales en ambos lados (bilaterales): la laparoscopia permite reparar ambas hernias en una sola operación, reduciendo así el tiempo de recuperación y evitando una segunda cirugía.
Evaluación previa para determinar la idoneidad de la cirugía laparoscópica
Una evaluación médica completa es fundamental para decidir si la reparación laparoscópica es la mejor opción para ti. Entre los factores que el médico considerará se encuentran:
- Estado general de salud: se valorarán tus antecedentes médicos, enfermedades preexistentes y cualquier medicamento que estés tomando.
- El tamaño y la ubicación de la hernia: las hernias pequeñas y no complicadas suelen ser ideales para la reparación laparoscópica. Sin embargo, las hernias grandes, complejas o recurrentes pueden requerir cirugía abierta.
- Antecedentes de cirugías abdominales: las cirugías previas pueden generar adherencias (tejido cicatricial) en el abdomen, lo que puede dificultar la cirugía laparoscópica.
- Tu preferencia personal: tras discutir las opciones contigo, el médico te ayudará a tomar la decisión que mejor se adapte a tus necesidades y preferencias.
Durante la evaluación, el médico realizará un examen físico de la hernia y, en algunos casos, puede solicitar pruebas de imagen como una ecografía o una tomografía computarizada para confirmar el diagnóstico y evaluar la extensión de la hernia. Además, el médico te explicará detalladamente los riesgos y beneficios de cada tipo de cirugía, ayudándote a elegir la opción más adecuada para tu situación y brindándote el apoyo necesario en el proceso de toma de decisiones.

Recuperación tras la operación de hernia inguinal por laparoscopia
La recuperación de la cirugía laparoscópica de hernia inguinal suele ser relativamente rápida. La mayoría de los pacientes pueden volver a casa al día siguiente de la intervención. A continuación, te compartimos algunos consejos importantes para favorecer una recuperación óptima:
- Control del dolor: sigue las indicaciones de tu médico en cuanto a la toma analgésicos para mantener el dolor bajo control.
- Cuidado de las incisiones: mantén las incisiones limpias y secas para reducir el riesgo de infección y favorecer una correcta cicatrización.
- Actividad física: evita levantar objetos pesados y realizar actividades extenuantes durante las primeras semanas. Comienza con caminatas cortas y aumenta gradualmente la actividad física según las recomendaciones de tu médico.
- Dieta: sigue una dieta saludable y rica en fibra para prevenir el estreñimiento, ya que puede ejercer presión sobre la zona operada.
Cuida tu salud con HM Hospitales
La cirugía laparoscópica para la reparación de la hernia inguinal es una técnica segura y eficaz que ofrece numerosas ventajas sobre la cirugía abierta, como una recuperación más rápida y menos dolor postoperatorio. Si te han diagnosticado una hernia inguinal, consulta con tu médico acerca de la posibilidad de optar por la reparación laparoscópica. En HM Hospitales, contamos con un equipo de cirujanos especializados en hernia inguinal que pueden ofrecerte atención personalizada y el mejor tratamiento adaptado a tus necesidades.
Recuerda, este artículo tiene un fin divulgativo y no sustituye la consulta médica. Ante cualquier duda, consulta con un profesional de la salud.
