La gastritis es una inflamación del revestimiento del estómago que puede causar una variedad de síntomas molestos. Comprender los síntomas de la gastritis es crucial para buscar un tratamiento oportuno y aliviar las molestias.
En este artículo, exploraremos las causas, los síntomas y las opciones de tratamiento para la gastritis, brindándote la información que necesitas para cuidar tu salud digestiva.
¿Cuáles son los síntomas de la gastritis?
La gastritis se manifiesta a través de una variedad de síntomas digestivos, algunos generales y otros más específicos según el tipo de gastritis. Los síntomas generales incluyen dolor o ardor en la parte superior del abdomen (que puede empeorar o mejorar con la comida), acidez estomacal, náuseas, vómitos y pérdida de apetito.
En algunos casos, la gastritis puede provocar gases y distensión abdominal, aumentando las molestias digestivas. Estos síntomas se relacionan con la inflamación del revestimiento del estómago, que puede interferir con la digestión normal y provocar la acumulación de gases.
Diferencias entre la gastritis aguda y crónica
Es importante distinguir entre la gastritis aguda y crónica. La gastritis aguda se caracteriza por un inicio repentino de síntomas, a menudo intensos, que pueden incluir dolor abdominal agudo, náuseas y vómitos.
La gastritis crónica, por otro lado, se desarrolla gradualmente con el tiempo y puede presentar síntomas más leves o incluso ser asintomática. Un síntoma característico de la gastritis crónica puede ser la pérdida de apetito persistente o la sensación de plenitud precoz al comer. Identificar estos matices en los síntomas es crucial para un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Síntomas de gastritis nerviosa: ¿cómo identificarlos?
La llamada «gastritis nerviosa» no es una entidad médica reconocida como tal, sino una forma común de referirse a los síntomas de gastritis que empeoran o se desencadenan por el estrés. El estrés crónico puede afectar significativamente el sistema digestivo, alterando la producción de ácido estomacal y la motilidad intestinal.
En la gastritis relacionada con el estrés, los síntomas típicos de la gastritis, como el dolor abdominal, pueden estar directamente asociados a periodos de tensión emocional o ansiedad. Además del dolor, se puede experimentar una sensación de opresión en el estómago, náuseas frecuentes, e incluso vómitos.
Es importante destacar que, si bien el estrés puede agravar los síntomas de la gastritis, no es la causa directa de la inflamación del revestimiento del estómago. Generalmente, existe una predisposición o una causa subyacente, como la infección por H. pylori (una bacteria) o el consumo regular de AINEs (p. ej. aspirina, ibuprofeno, naproxeno), y el estrés actúa como un factor desencadenante o agravante. Manejar el estrés a través de técnicas de relajación, ejercicio regular y un estilo de vida saludable puede ayudar a controlar los síntomas de la gastritis nerviosa.

Diagnóstico y causas de la gastritis
Diagnosticar la gastritis requiere una evaluación médica que puede incluir diferentes pruebas y procedimientos. El médico comenzará con una historia clínica detallada, preguntando sobre los síntomas, antecedentes médicos y hábitos alimenticios. Posteriormente, puede realizar un examen físico para evaluar la sensibilidad abdominal.
Para confirmar el diagnóstico y determinar la causa de la gastritis, se pueden realizar pruebas adicionales, como análisis de sangre para detectar anemia o infección por H. pylori, análisis de heces para descartar sangrado gastrointestinal, y una endoscopia digestiva alta. La endoscopia permite visualizar directamente el revestimiento del estómago y tomar muestras de tejido (biopsia) para un análisis microscópico. En algunos casos, se pueden realizar pruebas específicas para detectar la presencia de H. pylori, como la prueba del aliento o la prueba de antígenos en heces.
Tratamiento de la gastritis
El tratamiento de la gastritis varía según la causa subyacente. En general, se recomiendan cambios en la dieta y los hábitos, como evitar alimentos irritantes (picantes, grasas, café, alcohol), comer porciones más pequeñas y frecuentes, y manejar el estrés. Los medicamentos, como los antiácidos y los protectores gástricos, pueden ayudar a aliviar los síntomas y promover la curación.
En casos de gastritis causada por H. pylori, se prescribe una combinación de antibióticos junto con protectores gástricos para erradicar la bacteria. Para la gastritis viral, el tratamiento se centra en aliviar los síntomas y dejar que el sistema inmunitario ejerza su actividad antiviral. La gastritis crónica requiere un manejo a largo plazo que puede incluir medicamentos para controlar la producción de ácido estomacal y cambios en el estilo de vida para prevenir la recurrencia de los síntomas. Es fundamental seguir las indicaciones del médico y no automedicarse.
Consejos para prevenir la gastritis
Adoptar hábitos saludables puede marcar una diferencia significativa en la prevención de la gastritis. Si bien no todos los casos de gastritis son prevenibles, seguir estos consejos puede reducir considerablemente el riesgo de desarrollar esta afección o, en casos crónicos, minimizar la frecuencia e intensidad de los brotes.
A continuación, te presentamos algunas recomendaciones clave para mantener tu estómago sano:
- Sigue una dieta balanceada rica en frutas, verduras y fibra.
- Limita el consumo de alimentos procesados, picantes, grasas y cafeína.
- Come porciones más pequeñas y frecuentes.
- Maneja el estrés con técnicas de relajación como meditación o yoga.
- Evita el consumo de alcohol y tabaco.
- Realiza chequeos médicos regulares, especialmente en casos de gastritis crónica o recurrente.

¿Cuándo debo acudir al médico por la gastritis?
Si bien muchos casos de gastritis leve pueden mejorar con cambios en el estilo de vida, es fundamental saber cuándo buscar atención médica profesional. Debes acudir al médico si experimentas alguno de los siguientes síntomas:
- Dolor abdominal intenso o persistente.
- Vómitos con sangre o con aspecto de granos de café.
- Heces negras o de aspecto alquitranado.
- Pérdida de peso inexplicable.
- Dificultad para tragar.
- Anemia.
- Síntomas que empeoran o no mejoran con hábitos de vida saludables.
- Antecedentes familiares de cáncer de estómago.
Estos síntomas pueden indicar una condición más grave que requiere una evaluación y tratamiento médico inmediato. No ignores estas señales de alerta y busca atención profesional si tienes alguna preocupación sobre tu salud digestiva. Un diagnóstico temprano y un tratamiento oportuno pueden marcar la diferencia en tu recuperación.
En casos de gastritis crónica o recurrente, un seguimiento médico regular es esencial. El médico puede monitorizar la evolución de la enfermedad, ajustar el tratamiento si es necesario y detectar posibles complicaciones a tiempo. No dudes en consultar a tu médico si tienes alguna pregunta o inquietud sobre la gastritis y su prevención.
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Recuerda, este artículo tiene un fin divulgativo y no sustituye la consulta médica. Ante cualquier duda, consulta con un profesional de la salud.
