La ecografía abdominal pélvica es una prueba de diagnóstico por imágenes no invasiva que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para crear imágenes de los órganos y estructuras dentro del abdomen y la pelvis.
Es una herramienta valiosa para evaluar una amplia gama de condiciones y se utiliza comúnmente en diversas especialidades médicas. En este artículo exploraremos en detalle qué es una ecografía abdominal pélvica, cómo se realiza, para qué sirve y qué se puede detectar con ella.
¿Qué es una ecografía abdominal pélvica?
La ecografía abdominal pélvica es un procedimiento seguro e indoloro que utiliza un transductor, un dispositivo pequeño y portátil, para emitir ondas sonoras. Estas ondas sonoras atraviesan la piel y los tejidos del abdomen y la pelvis, rebotando en los órganos internos. El transductor recoge los ecos de estas ondas sonoras y una computadora las convierte en imágenes en tiempo real que se muestran en un monitor.
¿Cómo se realiza una ecografía abdominal pélvica?
El procedimiento suele ser rápido y sencillo. El paciente se acuesta en una camilla y el técnico en ecografía aplica un gel conductor a base de agua en la piel del abdomen y la pelvis. Este gel ayuda a transmitir las ondas sonoras de manera eficiente. Luego, el técnico mueve el transductor sobre la piel, aplicando una ligera presión para obtener imágenes de los órganos internos.
En algunos casos, se puede realizar una ecografía transvaginal o transrectal para obtener imágenes más detalladas de los órganos pélvicos. En la ecografía transvaginal, se inserta una sonda pequeña en la vagina. En la ecografía transrectal, se inserta una sonda pequeña en el recto. Estos procedimientos también son generalmente indoloros.

¿Qué detecta una ecografía abdominal pélvica?
La ecografía abdominal pélvica es una herramienta de diagnóstico versátil que permite visualizar los órganos y estructuras del abdomen y la pelvis. Esto facilita la detección de variedad de condiciones, desde quistes y tumores hasta infecciones e inflamaciones.
Condiciones más comunes que se pueden detectar:
- Quistes, tumores o masas: la ecografía puede identificar la presencia de quistes (sacos llenos de líquido), tumores (crecimientos anormales de tejido) o masas en los órganos abdominales y pélvicos. Permite determinar su tamaño, ubicación y características, lo que ayuda a diferenciar entre masas benignas y malignas. En los ovarios, por ejemplo, la ecografía puede detectar quistes ováricos, tumores benignos como los fibromas, o incluso tumores malignos. En el hígado, puede identificar quistes, tumores o abscesos.
- Anomalías en órganos reproductivos: en las mujeres, la ecografía pélvica puede detectar anomalías en el útero, como fibromas, pólipos o engrosamiento del endometrio. También puede visualizar los ovarios y las trompas de Falopio, detectando quistes, tumores o embarazos ectópicos. En los hombres, la ecografía pélvica puede evaluar la próstata, detectando agrandamiento o la presencia de nódulos.
- Infecciones o inflamaciones: la ecografía puede mostrar signos de infección o inflamación en los órganos abdominales y pélvicos. Por ejemplo, la apendicitis, la colecistitis (inflamación de la vesícula biliar) y la enfermedad inflamatoria pélvica pueden ser detectadas mediante ecografía. La presencia de líquido libre en la cavidad abdominal o pélvica también puede ser un signo de infección o inflamación.
- Cálculos: la ecografía es efectiva para detectar cálculos en la vesícula biliar (colelitiasis) y en los riñones (nefrolitiasis). Los cálculos aparecen como estructuras densas y brillantes en la imagen ecográfica.
- Anomalías vasculares: la ecografía Doppler, una variante de la ecografía convencional, permite evaluar el flujo sanguíneo en los vasos del abdomen y la pelvis. Esto puede ser útil para detectar aneurismas, trombosis venosa profunda y otras anomalías vasculares.
- Ascitis: la ecografía puede detectar la presencia de ascitis, que es la acumulación de líquido en la cavidad abdominal.
Es importante recordar que la ecografía abdominal pélvica es una herramienta de diagnóstico, y los resultados deben ser interpretados por un médico. Si la ecografía detecta alguna anomalía, es posible que se necesiten pruebas adicionales para confirmar el diagnóstico y determinar el tratamiento adecuado.
Procedimiento de la ecografía abdominal pélvica
La ecografía abdominal pélvica es un procedimiento relativamente sencillo que no suele requerir una preparación exhaustiva. Sin embargo, seguir algunas indicaciones previas a la prueba ayudará a obtener imágenes más nítidas y precisas de los órganos internos:
- Antes del examen, es importante que la vejiga esté llena. Beber varios vasos de agua aproximadamente una hora antes de la cita y evitar orinar hasta que la prueba haya finalizado permitirá que la vejiga esté lo suficientemente distendida. Una vejiga llena desplaza los intestinos, creando una “ventana acústica” que facilita la visualización de los órganos pélvicos.
- Se recomienda usar ropa cómoda y holgada, ya que es posible que se te pida que te desvistas de la cintura para abajo y te pongas una bata de hospital.
- En algunos casos, si la ecografía se realiza para evaluar la vesícula biliar, el médico podría solicitar un ayuno de varias horas antes del examen para asegurar que la vesícula esté llena.
Durante el examen, te pedirán que te acuestes boca arriba en una camilla. El técnico en ecografía aplicará un gel a base de agua en la piel del abdomen y la pelvis. El técnico moverá suavemente el transductor sobre la piel, aplicando una ligera presión para obtener las imágenes. La duración de la ecografía abdominal pélvica suele ser breve, entre 15 y 30 minutos aproximadamente, y el procedimiento en sí es generalmente indoloro. Podrías sentir una ligera presión del transductor sobre la piel, y el gel puede estar frío al principio, pero no debería causar ninguna molestia significativa.
Una vez finalizado el examen, se limpia el gel de la piel. Las imágenes obtenidas durante la ecografía serán revisadas por un radiólogo, un médico especializado en la interpretación de imágenes médicas. El radiólogo elaborará un informe detallado que será enviado a tu médico. Tu médico revisará los resultados contigo, explicándote el significado de las imágenes y discutiendo los próximos pasos, si fueran necesarios.
En ciertas situaciones, para obtener imágenes más detalladas de los órganos pélvicos, se puede realizar una ecografía transvaginal o transrectal. Estos procedimientos, al igual que la ecografía abdominal pélvica, suelen ser rápidos e indoloros.

Beneficios y limitaciones de la ecografía abdominal pélvica
La ecografía abdominal pélvica es una herramienta de diagnóstico ampliamente utilizada debido a sus numerosas ventajas. Sin embargo, como cualquier procedimiento médico, también tiene ciertas limitaciones que es importante considerar.
- Ventajas:
- No invasiva y sin dolor: a diferencia de otros métodos de diagnóstico por imágenes, la ecografía no utiliza radiación ionizante. Esto la convierte en un procedimiento seguro para la mayoría de las personas, incluyendo mujeres embarazadas y niños. Además, la ecografía es generalmente indolora, aunque se puede experimentar una ligera presión del transductor sobre la piel.
- Resultados rápidos: la ecografía proporciona imágenes en tiempo real, lo que permite al médico visualizar los órganos internos durante el examen. Esto significa que los resultados suelen estar disponibles inmediatamente después de la prueba, lo que facilita la toma de decisiones rápidas sobre el tratamiento, si es necesario.
- Accesible y de bajo coste: en comparación con otras técnicas de imagen, como la resonancia magnética (RM) o la tomografía computarizada (TC), la ecografía es más accesible y tiene un coste menor. Esto la convierte en una opción atractiva para la evaluación inicial de una amplia gama de condiciones.
- Versátil: la ecografía abdominal pélvica puede utilizarse para evaluar una variedad de órganos y estructuras en el abdomen y la pelvis, lo que la convierte en una herramienta de diagnóstico muy versátil.
- Limitaciones:
- Obesidad: en pacientes con obesidad, la capa de grasa abdominal puede dificultar la penetración de las ondas sonoras, lo que puede afectar la calidad de las imágenes y la capacidad para visualizar adecuadamente los órganos internos.
- Gases intestinales: la presencia de gases en los intestinos también puede interferir con la calidad de las imágenes, dificultando la visualización de ciertas estructuras.
- Dependencia del operador: la calidad de las imágenes y la precisión del diagnóstico dependen en cierta medida de la experiencia y la habilidad del técnico que realiza la ecografía.
- Limitaciones en la visualización de ciertas estructuras: la ecografía no es tan efectiva como otras técnicas de imagen, como la RM o la TC, para visualizar estructuras óseas o áreas profundas del cuerpo. En algunos casos, puede ser necesario complementar la ecografía con otras pruebas de diagnóstico.
Consulta al especialista
La ecografía abdominal pélvica es una herramienta de diagnóstico por imágenes valiosa y versátil. Es segura, indolora y eficaz para evaluar una amplia gama de condiciones en el abdomen y la pelvis. Si tu médico te recomienda una ecografía abdominal pélvica, puedes estar seguro de que es un procedimiento seguro y que puede proporcionar información importante sobre tu salud.
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Recuerda, este artículo tiene un fin divulgativo y no sustituye la consulta médica. Ante cualquier duda, consulta con un profesional de la salud.
